Capítulo 22:

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Ona POV:

Observé como Sara comenzaba a ponerse cada vez más blanca y como su mirada estaba totalmente perdida

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Observé como Sara comenzaba a ponerse cada vez más blanca y como su mirada estaba totalmente perdida.

Comencé a mover mis manos en frente suya sin parar intentando ayudarla para volver en sí, pero no parecía hacer nada, su mirada estaba totalmente perdida y no contestaba ni reaccionaba a ningún tipo de estímulo, cada vez me estaba poniendo más nerviosa, me sudaban las manos y me estaba comenzando a agobiar mi cho sin saber muy bien qué hacer o cómo actuar, y de un momento a otro Sara cerró los ojos y dejó de responder.

Nerviosa empecé a llamarla alzando la voz sin respuesta alguna.

- Sara, por favor, respóndeme. - Dije muy angustiada, mientras la movía poco a poco, cogí el vaso de agua que había traído y vertí un poco sobre mi mano para intentar mojarla creyendo que eso ayudaría.

Pero fue en vano.

Me levanté rápidamente de la cama y cogí mi teléfono para llamar a los servicios de emergencia, intenté hacer que se despertara como me estaban indicando los servicios de emergencia pero fue en vano, seguía sin responder ni dar señales de volver en si.

Lo único es que su pulso estaba controlado y podía distinguir que estaba respirando.

- Por favor venid rápido. - Dije muy agobiada mientras sujetaba su mano, esperando que reaccionara.

Los segundos parecían minutos y los minutos horas, pude escuchar como las sirenas de la ambulancia se aproximaban después de lo que me pareció una eternidad.
No sabía a quién más llamar, intenté coger el teléfono de Sara pero como no sabía su código no pude hacer nada.

Una vez los servicios de emergencia llegaron enseguida me hice a un lado para dejarles trabajar, aún así Sara no respondía así que decidieron que sería mejor llevarla a un hospital.

- Yo voy también. - Les dije y ellos asintieron.

- ¿Sabes que ha podido ocurrir? - Preguntó uno de los paramédicos.

- No lo sé muy bien. - Dije con lágrimas en los ojos. - Se encontraba muy nerviosa, tuve que traerla hasta casa, parecia un ataque de pánico.

Ellos asintieron mientras continuaban trabajando para ayudarla, una vez en la ambulancia enseguida llegamos al hospital y una vez allí se la llevaron a una sala dejándome sola en la sala de espera.

Nerviosa y dando vueltas decidí llamar al club para informarles de lo que estaba pasando.

- Lourdes, Soy Ona. - Dije al segundo tono cuando por fin me cogió el teléfono, intentando controlarme para no comenzar a llorar sin control, con un nudo en la garganta.

Reina - Alexia PutellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora