Estar enamorada de un imposible es como tener una enfermedad mortal y no tener cura.
Sabía lo que iba a pasar desde el primer beso, aún así lo intenté, por que todos sabían que la Reina no se rendiría.
Holi, este es un recordatorio para que porfi le des a la 🌟 para dejar tu voto :)
••
Sara POV:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de la discusión con Arnau me fui directa a la habitación, cerré las cortinas quedándome en la más absoluta oscuridad y me metí en la cama, me cubrí con las sábanas y cerré los ojos fuertemente.
Sentí como la puerta de la entrada era cerrada de un fuerte portazo, Arnau se había ido.
No fui capaz de poner un pie fuera de la cama, empecé a darle vueltas a todo lo sucedido, y por primera vez tuve miedo, un miedo muy real.
Conocía muy bien a Arnau, era un hombre que lo había tenido todo desde que nació, pero eso no impedía que fuese una persona muy competitiva, que siempre quería estar en lo alto de la élite, siempre se había rodeado de esa gente, y su ansia y hambre de poder a veces podía ser escalofriante, siempre lo había visto como una virtud, hasta hoy, hoy ya no. Muchas veces me recordaba la suerte que yo tenía de que una persona como él se fijase en mi.
Cuando tenía 19 años, esas palabras lo que hicieron fue que lo idolatrase, que me sintiese orgullosa de que una persona "como yo" decía él tuviese la suerte de estar con alguien como él, pero con los años, eso había ido cambiando, en vez de orgullo, me sentía mal, le había permitido que me manejase a su antojo durante mucho tiempo, con sus chantajes psicológicos y todo lo que yo no sería si no estuviera con él.
Pero ahora, me daba miedo que pudiese usar todo ese poder que tenía para destruir a Alexia, me aterraba, y por primera vez no tenía miedo de que me destruyese a mí, si así evitaba que lo hiciese con ella.
Esta vez no era mi cabeza jugándome malas pasadas con los escenarios que a veces me montaba en la misma, esta vez era real.
Y tenía miedo, miedo por las repercusiones que Arnau pudiese tomar contra Alexia.
- Tonta, tonta, tonta. - Me repetía constantemente.
Un par de horas más tarde, me encontraba sentada delante de mi portátil, aunque me habían dicho que no trabajase, lo necesitaba, necesitaba mantener mi vista ocupada en algo más o me iba a volver loca.
Sobre las nueve de la noche apareció por la puerta Arnau, me levanté de la silla nada más verle aparecer enfrente de mi y cerré el ordenador.
- Has vuelto. - Dije mientras jugaba con mis manos, nerviosa.
- Así es. - Asintió. - Es mi casa. - Dijo mientras se quitaba la chaqueta y la dejaba en el perchero, me dio una mirada rápida y comenzó a quitarse los gemelos de la camisa mientras caminaba hacia la habitación.
- Arnau, hablemos. - Dije con la voz entrecortada.
Cogí aire, sintiéndome culpable por la situación que se estaba formando, Arnau volvió a salir de la habitación y caminó hacia mi.
