Estar enamorada de un imposible es como tener una enfermedad mortal y no tener cura.
Sabía lo que iba a pasar desde el primer beso, aún así lo intenté, por que todos sabían que la Reina no se rendiría.
Holi, este es un recordatorio para que porfi le des a la 🌟 para dejar tu voto :)
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Alexia POV
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- Joan Laporta me ha pedido expresamente que me reúna contigo. - Dijo esta sin mirarme mientras continuábamos caminando hacia su oficina. - Él viene de camino hacia aquí, quiere hablar contigo, y quiere que le esperemos en mi oficina.
El silencio en la oficina se había establecido desde hacía un buen rato, y solo se podía escuchar el sonido de mi pie que traqueteaba sin control debido a la ansiedad que estaba experimentando en este momento.
En ningún momento Sara me había dirigido ni una mirada ni una palabra, simplemente había extendido un documento enfrente de mi una vez llegamos a la oficina y se había sentado en su sillón con su vista clavada en el ordenador enfrente de ella.
Leí por encima el documento, el cual detallaba el deseo del club de que continuase en él.
A los diez minutos Sara por fin levantó la vista de su ordenador, primero dirigió su vista hacia una esquina para rápidamente volver a fijarla en su ordenador, suspiró por un segundo y habló:
- ¿Qué te parece? - Preguntó rompiendo el silencio y desvié mi vista del punto fijo en el suelo en el que llevaba clavada un buen rato.
- ¿El qué? - Pregunté de vuelta.
Sara desvió su vista del ordenador y la fijó en el documento para luego mirarme a mí.
- Lo que te he redactado. - Contestó y la miré con una ceja alzada.
- Creo que esta conversación es mejor que la tenga con otra persona, esto es conflicto de intereses. - Le contesté y esta vez fue ella la que me miró con una ceja alzada.
- ¿Conflicto de intereses? - Preguntó irónicamente y negó con la cabeza. - Entiendo tu punto Alexia, más que nadie. - Contestó para luego suspirar, pude notar un rastro de tristeza en sus ojos.
No contesté a lo que me de dijo, simplemente me dediqué a observarla, se la veía cansada, aún que llevase maquillaje podía notar las ojeras debajo de sus ojos y me sorprendía lo tranquila que se veía, casi como si estuviese en otro mundo, aún sin mirarme, volvió a hablar.
- Puedes estar segura de que no va a volver a dirigirse a ti ni a interferir con tu trabajo. - Contestó y finalmente clavó su vista en mí. - Lo siento mucho.
Se disculpó y pude notar como sus ojos se cristalizaban por un segundo para luego apartar su vista de la mía de nuevo y dirigir su mano temblorosa a coger su botella de agua y darle un largo trago, cuando iba a dejar la botella de nuevo en la mesa, casi se le cae y por acto reflejo me incorporé para evitar que se derramase por todo el ordenador.
