Capítulo 13:

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Alexia POV:

Estaba convencida de que la barrita que tenía en la mano ahora se encontraba totalmente destruida, la ira me estaba recorriendo las venas.

¿Quién se creía ese imbécil para tratarla así?

"Madura" tuvo la desfachatez de encima sonreír cuando se lo decía.

Estaba tensa, era incapaz de dejar de mirar esta escena, algo dentro de mí me decía que debería a ver ido y haberle callado de un puñetazo en la cara, pero me contuve, difícilmente me contuve.

A mi derecha se encontraban Jana, Aitana y Ona, las cuales miraban la escena con pena, aunque la última negaba con la cabeza y apretaba fuertemente su puño, estaba igual que yo.

Ví como Sara salía disparada de la cafetería, ante la mirada de la mayoría de los que nos encontrábamos allí.

¿Si la trataba así delante de tanta gente en su puesto de trabajo como la trataría en su casa en la intimidad?

Algo dentro de mí me dijo que la siguiese, y no dudé un segundo, a la par que yo lo hizo Ona, conseguí alcanzarla y toqué su hombro.

- Por favor Ona, déjame a mí hablar con ella. - Le pedí, está frunció su ceño pero luego lo relajó h asintió con la cabeza.

- Esta bien, estaré aquí afuera. - Yo asentí y cuando iba entrar esta volvió a hablar. - No le reproches nada por favor. - Dijo mirando con un toque triste en su mirada.

Yo negué con la cabeza. - Tranquila. - Le dije tranquilizándola.

Cuando abrí la puerta del baño vi que estaba vacío y solo un cubículo estaba cerrado, donde se podía escuchar la respiración agitada de Sara, y pude escuchar sus lágrimas.

Cerré la puerta tras de mí con un nudo en la garganta, me estaba partiendo solo de escucharla.

- Sara, ¿Estás bien? - Pregunté y casi al segundo me maldecí.

¿Cómo iba a estar bien? Rodé mis ojos a mi misma por la estupidez de mi pregunta, los lloros cesaron por un segundo y la sentí carraspear, aunque no fue capaz de decir nada.

- Sé que quizás ahora mismo no quieres hablar pero.. - Antes de terminar mi frase esta habló.

- Estoy bien, no te preocupes. - Dijo con la voz entrecortada.

- No lo estás. - Dije apoyando las manos en el lavamanos y agachando la cabeza.

Sara no habló, pasaron un par de minutos y ya un poco exasperada volví a hablar.

- Vale, si no quieres hablar conmigo entonces hazlo con Ona, iré a llamarla. - Dije dándome por vencida y dispuesta a salir del baño en busca de la pecosa.

Pero justo cuando iba a abrir la puerta para salir, Sara abrió la puerta del baño, me giré sobre mi misma y la observé con una mueca en la cara.

El poco maquillaje que llevaba ahora se encontraba escurrido por toda su cara, se veía tan frágil y pequeña, hice otra mueca y me acerqué lentamente hacia ella, ninguna decía palabra y lo único que me salió fue abrazarla con fuerza, algo que al principio la tomó por sorpresa, pero que luego correspondió a mi abrazo.
Un gesto pequeño con el cual quería que se sintiera protegida, intentando transmitirle que más allá de lo ocurrido, me preocupaba por ella.

Aspiré su aroma, no dejándola ir, y ella hizo exactamente lo mismo, de un momento a otro pude sentir como lágrimas mudas empapaban mi camiseta y me separé agarré su cabeza con mi mano suavemente mirándola a los ojos.

Reina - Alexia PutellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora