Cristina soltó el agarre y como el pantalón que llevaba era holgado la prenda cayó hasta el suelo dejando a la vista del Doctor todas las piernas perfectamente contorneadas de la mujer.
Heriberto tuvo que tragar en seco al tener a aquella visión ante su sojos, sacudió la cabeza y procedió a mirar el golpe.
H: Quédate quieta, voy a buscar una pomada en mi armario.
Volvió con la pomada y se arrodillo delante de Cristina.
H: Te voy a aplicar la pomada, no te asustes.
El dedo de Heriberto rozó el muslo de Cristina y ella tuvo que buscar con sus manos algo donde agarrarse, el respaldo de la silla fue lo que encontró y se aferro a ahí con ganas.
H: Relájate un poco mujer, no muerto.
C: Perdón, es que al no ver...
H: Ya sé, el sentido del tacto está más desarrollado.
C: Y más si quien me toca es un desconocido.
H: ¿Soy un desconocido?
C: Bueno no exactamente pero no acostumbro que cualquiera me toque la pierna desnuda.
Heriberto emocionado, no sabía porque pero desde que conoció a esa mujer no había hecho mas que sonreír después del golpe tan duro que había llevado en su vida un par de años atrás cuando perdió a su esposa tras una enfermedad que el no pudo curar.
H: Esto ya está.
Le subió los pantalones a Cristina y se los abrochó, ella se sonrojó.
C:gracias
H: Y entonces ¿Qué me dices de la operación?
C: Quiero intentarlo, quiero ver.
H: Esta bien, entonces el jueves te quiero aquí otra vez a la misma hora y empezamos.
C: Bien, aquí estará.
H: ¡Ah! Y tu novio puede entrar en la consulta si así lo deseas, no es necesario que esperes afuera.
C:Alejandro no...
Heriberto no la dejó terminar
H: Que tengas buena tarde Cristina, nos vemos el jueves.
C: Hasta el jueves
Cuando se abrió la puerta de la consulta, Alejandro corrió hasta Cristina para ver que había pasado.
R: ¿Cómo fue?
C: Una mierda.
R: ¿Por qué?
C: Heriberto cree que eres mi novio.
Alejandro estallo en risa.
C: No es gracioso
A: ¿Por que no le dijiste que no lo soy?
C: No me dio opción.
A: ¿Y Sobre tus ojos que?
C: Me voy a operar, tal vez tenga que ir a Estados Unidos.
R: ¡Guau! Eso esta genial, pero ¿Quién te acompañará?
C: No lo se, todavía falta para eso, de momento tengo que hacer unos estudios y un tratamiento, tengo que volver el jueves.
A: Bien, ¿quieres que te acompañe o prefieres que venga Remedios?
C: Quiero que vengas tú y le diremos a Heriberto que no somos novios.