3. La Fiesta

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Cristina soltó el agarre y como el pantalón que llevaba era holgado la prenda cayó hasta el suelo dejando a la vista del Doctor todas las piernas perfectamente contorneadas de la mujer.

Heriberto tuvo que tragar en seco al tener a aquella visión ante su sojos, sacudió la cabeza y procedió a mirar el golpe.

H: Quédate quieta, voy a buscar una pomada en mi armario.

Volvió con la pomada y se arrodillo delante de Cristina.

H: Te voy a aplicar la pomada, no te asustes.

El dedo de Heriberto rozó el muslo de Cristina y ella tuvo que buscar con sus manos algo donde agarrarse, el respaldo de la silla fue lo que encontró y se aferro a ahí con ganas.

H: Relájate un poco mujer, no muerto.

C: Perdón, es que al no ver...

H: Ya sé, el sentido del tacto está más desarrollado.

C: Y más si quien me toca es un desconocido.

H: ¿Soy un desconocido?

C: Bueno no exactamente pero no acostumbro que cualquiera me toque la pierna desnuda.

Heriberto emocionado, no sabía porque pero desde que conoció a esa mujer no había hecho mas que sonreír después del golpe tan duro que había llevado en su vida un par de años atrás cuando perdió a su esposa tras una enfermedad que el no pudo curar.

H: Esto ya está.

Le subió los pantalones a Cristina y se los abrochó, ella se sonrojó.

C:gracias

H: Y entonces ¿Qué me dices de la operación?

C: Quiero intentarlo, quiero ver.

H: Esta bien, entonces el jueves te quiero aquí otra vez a la misma hora y empezamos.

C: Bien, aquí estará.

H: ¡Ah! Y tu novio puede entrar en la consulta si así lo deseas, no es necesario que esperes afuera.

C:Alejandro no...

Heriberto no la dejó terminar

H: Que tengas buena tarde Cristina, nos vemos el jueves.

C: Hasta el jueves

Cuando se abrió la puerta de la consulta, Alejandro corrió hasta Cristina para ver que había pasado.

R: ¿Cómo fue?

C: Una mierda.

R: ¿Por qué?

C: Heriberto cree que eres mi novio.

Alejandro estallo en risa.

C: No es gracioso

A: ¿Por que no le dijiste que no lo soy?

C: No me dio opción.

A: ¿Y Sobre tus ojos que?

C: Me voy a operar, tal vez tenga que ir a Estados Unidos.

R: ¡Guau! Eso esta genial, pero ¿Quién te acompañará?

C: No lo se, todavía falta para eso, de momento tengo que hacer unos estudios y un tratamiento, tengo que volver el jueves.

A: Bien, ¿quieres que te acompañe o prefieres que venga Remedios?

C: Quiero que vengas tú y le diremos a Heriberto que no somos novios.

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora