6. La confesión

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La mañana los encontró nuevamente abrazados. Heriberto fue el primero en despertar, se levanto sin hacer mucho ruido y llamó al servicio de habitaciones para pedir el desayuno.

H: Cristina (tocándola en el hombro).

Al ver que no se despertaba probó otra forma y acercó sus labios a los de ella y le dio un beso suave de pico, Cristina se removió entre las sabanas y se giró dando la espalda a Heriberto.

H: Vamos dormilona, despierta.

Le apartó el pelo y empezó a darle besos muy suaves en el hombro yen el cuello. Cristina sonrió pero quiso disfrutar mas de esa sensación y se hizo la dormida.

H: Te he visto tramposa, se que estas despierta.

C: Un poco mas.

H: Es hora de despertar, el desayuno va a llegar.

C: Me refería a tus besos.

Heriberto sonrió y siguió regalándole besos por el cuello mientras ella reía como una niña.

Cristina se giró y los besos se dirigieron entonces a sus labios, se besaban con dedicación, sus lenguas se encontraban y bailaban juntas, las manos de Heriberto empezaron a tener vida propia y se deslizaron por el costado de Cristina.

H: Cristina (cerca de sus labios)

C: ¿Mmm?

H: Tengo que parar.

C: ¿Por que?

H: Alguien se está emocionando y si no tendré que darme una ducha fría después.

Heriberto cortó el beso y se dejó caer de espaldas en la cama intentando recuperar su respiración.

C: Heriberto

H: Si

C: ¿Tú quieres hacer el amor conmigo?

H: Cristina, ya sabes que sí pero no te voy a presionar. ¿Por que me lo preguntas?

C: Quiero contarte algo.

H: ¿Qué cosa?

C: Quiero contarte por que no me gusta.

H: ¿Estas segura?

C: Si. Todo sucedió en la fiesta de mi cumpleaños cuando hacia 18 años.


Narración:

X:Cristinita estas muy bella hoy.

C:Gracias.

X:Tengo un regalo para ti.

C:¿Si? ¿Qué es? ¿Qué es?

X:Está en el establo. ¿Quieres acompañarme para verlo?

Cristina tenia una yegua que se llamaba Luna, le encantaba montar y pasar tiempo con ella recorriendo todas las fincas que tenían. Se había iniciado en las carreras y su futuro prometía bastante.

C:¡Una silla nueva para montar! ¡Y con mi nombre!

Gracias(dándole un efusivo abrazo).

X comenzó a sobarle la espalda y fue bajando hasta sus nalgas

X:Tengo otro regalo para ti (susurró al oído)

C:¿Si? (con un gemido por las caricias, el alcohol y la sustancia que tenia su bebida estaban haciendo efecto)

X:Es solo para mayores de 18.

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora