La mañana los encontró nuevamente abrazados. Heriberto fue el primero en despertar, se levanto sin hacer mucho ruido y llamó al servicio de habitaciones para pedir el desayuno.
H: Cristina (tocándola en el hombro).
Al ver que no se despertaba probó otra forma y acercó sus labios a los de ella y le dio un beso suave de pico, Cristina se removió entre las sabanas y se giró dando la espalda a Heriberto.
H: Vamos dormilona, despierta.
Le apartó el pelo y empezó a darle besos muy suaves en el hombro yen el cuello. Cristina sonrió pero quiso disfrutar mas de esa sensación y se hizo la dormida.
H: Te he visto tramposa, se que estas despierta.
C: Un poco mas.
H: Es hora de despertar, el desayuno va a llegar.
C: Me refería a tus besos.
Heriberto sonrió y siguió regalándole besos por el cuello mientras ella reía como una niña.
Cristina se giró y los besos se dirigieron entonces a sus labios, se besaban con dedicación, sus lenguas se encontraban y bailaban juntas, las manos de Heriberto empezaron a tener vida propia y se deslizaron por el costado de Cristina.
H: Cristina (cerca de sus labios)
C: ¿Mmm?
H: Tengo que parar.
C: ¿Por que?
H: Alguien se está emocionando y si no tendré que darme una ducha fría después.
Heriberto cortó el beso y se dejó caer de espaldas en la cama intentando recuperar su respiración.
C: Heriberto
H: Si
C: ¿Tú quieres hacer el amor conmigo?
H: Cristina, ya sabes que sí pero no te voy a presionar. ¿Por que me lo preguntas?
C: Quiero contarte algo.
H: ¿Qué cosa?
C: Quiero contarte por que no me gusta.
H: ¿Estas segura?
C: Si. Todo sucedió en la fiesta de mi cumpleaños cuando hacia 18 años.
Narración:
X:Cristinita estas muy bella hoy.
C:Gracias.
X:Tengo un regalo para ti.
C:¿Si? ¿Qué es? ¿Qué es?
X:Está en el establo. ¿Quieres acompañarme para verlo?
Cristina tenia una yegua que se llamaba Luna, le encantaba montar y pasar tiempo con ella recorriendo todas las fincas que tenían. Se había iniciado en las carreras y su futuro prometía bastante.
C:¡Una silla nueva para montar! ¡Y con mi nombre!
Gracias(dándole un efusivo abrazo).
X comenzó a sobarle la espalda y fue bajando hasta sus nalgas
X:Tengo otro regalo para ti (susurró al oído)
C:¿Si? (con un gemido por las caricias, el alcohol y la sustancia que tenia su bebida estaban haciendo efecto)
X:Es solo para mayores de 18.