PERSONAL.

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Pov Meiying.

Empecé a recorrer el penthouse y vi a mi paso la habitación principal suponía que era la de Cillian, entré y vi lo grande que era había un baño un ventanal de vidrio con cortinas recogidas una cama enorme su closet y un diván la alfombra podía costar más que lo que pagaría en un año de universidad, vi su colección de relojes, corbatas, y perfumes. Los perfumes olían delicioso.

Salí de su habitación y seguí caminando vi dos habitaciones más al parecer eran de servicio, abrí otra puerta era su despacho tenia un olor a tabaco no tan fuerte pero se percibía y varios sillones una barra pequeña con muchas botellas de licor y copas, un escritorio enorme donde habían portafolios apilados y un cenicero con mucha colilla de cigarro, un estante de libros detrás de el por lo que decidí hecharle un vistazo pero escuché las puertas del ascensor abrir y corrí cerrando la puerta del despacho.

Camine y di con la cocina me quede sentada en la barra del desayunador y escuché entrar a personas por lo que decidí silenciosamente ver que pasaba y en la sala de estar habían dos mujeres de casi mediana edad firmes como esperando a alguien que les de una orden, cuando de pronto se abren nuevamente las puertas del ascensor y veo entrar a Cillian.

-Muy bien son el nuevo personal de esta casa se encargarán de la limpieza y la cocina así como de lo que se me ofrezca a mi y a mi mujer- dijo fríamente a las mujeres.

Me sorprendí al escuchar la última palabra "mi mujer".

-Si señor, lo que usted ordene- respondieron al mismo tiempo.

Caminó hacia tres hombres que se encontraban rígidos como si esperarán órdenes.

-Ustedes son la nueva seguridad de esta casa, acatan mis ordenes solamente mías que les haré personalmente o a través de Alexei- ordenó a los hombres de una manera imponente- y responderán con su vida por la seguridad de mi mujer.

-¡SI SEÑOR!- contestaron los tres.

-Bien larguense a hacer sus cosas- dijo dándoles la espalda.

Vi a quien él llama Dimitri por lo que veo es su mano derecha este se acercaba y le susurraba algo al oído, cuando mi cuerpo se estremeció al escuchar a Cillian llamar mi nombre.

-Meiying- aflojó su corbata y se la quitó.

-¿Si?- respondí mientras caminaba hacia él.

-Tus cosas están en la habitación, si necesitas ropa o algo solo dilo y lo tendras- me miraba con esa mirada penetrante como vería un león a su presa.

-¿En cual de las habitaciones?- pregunté.

-En la mía- dijo a secas- ¿Me dirás que aun no has visto mi habitación?

Quede perpleja ¿como sabia que había estado en su habitación? Sentí mi rostro arder cuando al fin me sacó de mi trance.

-¿Estas sonrojada?- rió brevemente- ¿te estas imaginando algo acaso?- dijó algo sarcástico.

Lo vi y sentí un cosquilleo cuando lo vi sonreír era la primera vez que no veía su rostro serio al menos frente a mi por lo que di la vuelta y fui a la habitación.

-Compartiré su habitación, esto es una locura, es un hombre no puedo dormir con él en la misma cama, jamás he dormido con alguien menos un hombre- me dijé a mi misma.

Cuando entró a la habitación y cerró con seguro la puerta lo vi asustada mientras se desabotonaba el chaleco y los botones de las muñecas de la camisa que llevaba me veía de pies a cabeza hasta que rompió el silencio.

-¿Has estado con un hombre anteriormente?- preguntó viéndome fijamente.

-No claro que no- respondí rápidamente mientras daba pasos hacia atrás.

-Quítate la ropa, verificaré eso personalmente- ordenó mientras ladeaba su cabeza- no me hagas quitarte la ropa yo mismo.

Con el cuerpo tembloroso le supliqué que no lo hiciera pero no parecía escuchar y vi como quito su camisa mostrando su muy bien trabajado abdomen, me invadía el temor y al mismo tiempo no dejaba de contemplar su cuerpo quito sus zapatos y quedó en calcetines y pantalón, paso su mano por su cabello con un gesto como de tratando de encontrar paciencia en sí mismo.

Al ver eso me quité la camisa quedando en sostén mientras mi mirada estaba avergonzada veía como miraba con fascinación mis pechos, quité mis tenis y quede en calcetas sentía que no podía seguir cuando de pronto la paciencia de él se fue al carajo.

Camino con furia hacia mi y me levanto con un solo brazo rodeando mi cintura y me tiro a la cama, se abalanzó sobre mi y beso mis labios con fuerza y deseo, cuando se separó.

-demasiado lenta- me veía los labios- voy a asegurarme de que no mientes cuando dices que no has estado con nadie.

MAFIA IRLANDESA ( CILLIAN MURPHY )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora