MAFIA IRLANDESA ( CILLIAN MURPHY )

SUMISIÓN.

Pov Cillian.

Arranqué de un tirón su sostén no podía detenerme la tenía justo ahí abajo de mi y con sus hermosos pechos al aire solo para mi, iba a someterla y no iba a parar hasta saciarme, lami su pezon moriendolo mientras la sujetaba de las muñecas, ella hacia una mueca de dolor pero escuché un gemido ahogado y eso me excitaba.

Estaba probando a una joven de 17 años y me calentaba saber que era el primero, podía hacerla a mi gusto, moldearla a mi completo antojo.

Me levante y desprendí su pantalón jalandolo hasta quitárselo por completo, arranque su ropa interior no pude evitar lamer dos de mis dedos y acariciarle el clitoris, ella se arqueaba de espaldas era un espectáculo verla.

Desabroche mi cinturón y mi pantalón dejando salir mi pene erecto y punzante cuando ella lo vió y abrió sus ojos con asombro, quizo apartarse pero la jalé de los tobillos y me posicioné en medio de sus piernas, dejé caer mi cuerpo sobre ella sin aplastarla y con la mano izquierda sostuve sus muñecas sobre su cabeza mientras con la otra posisionaba mi pene en su entrada.

Cuando en una sola embestida la penetré ella gritó de dolor y se retorcía mientras yo seguía entrando y saliendo de ella con fuerza podía sentir lo estrecha que estaba, era la gloria mordí su hombro desnudo mientras entraba con más fuerza y escuchaba sus gemidos y lloriqueos en mi oido.

Di tres embestidas más y termine dentro de ella y saliendo de ella a los minutos, ella solo se enrollo en la cama tratando de taparse.

Fue entonces cuando vi las sabanas manchadas de sangre y mi pene también.

-Así que no mentias- dijé mientras tomaba un cigarrillo y lo prendía- bien con esto queda claro que eres mía.

Me dirigí al baño y cerré la puerta.

Pov Meiying.

Me dolía todo, me tomó a la fuerza ni siquiera esperó solo me ultrajó para demostrar que ahora solo él podía tenerme, escuche abrir la puerta del baño cuando me llamó.

-Ven aquí- ordenó fríamente.

Me levante tratando de taparme y entré al baño él jalo de mis muñecas mientras me veía fijamente.

-Te acabo de follar y ¿te tapas?- ríó un momento- ya todo lo conozco Meiying no tienes que tapar nada.

Me metió a la ducha con él y me lavaba el cabello solo podía verle de reojo y observaba su hermoso rostro yo no hacía nada él estaba bañandome sentía diferente a lo que acababa de pasar como si quien me tomó a la fuerza era otra persona.

-Si no dejas de verme te voy a follar duro en este momento y voy a romperte en dos- dijó con una expresión seria sin verme a la cara.

Salimos del baño me vestí me puse una camiseta celeste y un pantalon overol color negro me peiné y una vez que di la vuelta lo vi observándome desde el closet el llevaba una camisa de vestir y un pantalón solo que esta vez sin chaleco de vestir solo puso una corbata.

-Saldremos a comprarte ropa y zapatos- me veía sin ninguna expresión.

-Gracias- dije en voz baja.

Salimos de la habitación y aunque estaba apenada porque juraba que todo el personal de la casa había escuchado lo anterior inclusive mis gritos nadie nos veía diferente era como si ni les importara.

-Dimitri, Alexei salimos en 5 minutos- ordenó.

-Si señor- respondieron al mismo tiempo.

Bajamos del ascensor y subimos a la camioneta después de casi veinte minutos llegamos a un centro comercial donde compramos ropa para mi y algunas para Cillian, éste se detuvó frente a una tienda de lencería en la cual entramos, me sentía algo avergonzada sabia que iba a comprarme algo aquí.

Cuando entramos pudimos observar a algunas trabajadoras secretiandose y murmurando.

-Que hombre tan atractivo- decía una de las mujeres a la otra.

-¿Será esa su hija? Se ve muy joven ella- decía otra.

Sentí que sus palabras me molestaban pero traté de no demostrarlo, Cillian parecía no poner atención a lo que murmuraban.

Pov Cillian.

Escuchaba lo que murmuraban y si no estuviera Meiying ahí conmigo habría destrozado el local, ¿mi hija? Sabia que deseaban estar en el lugar de ella pero escuchar eso me hervía la sangre.

-Busco lencería para mi mujer- dijé con una mirada asesina a una de las trabajadoras.

-Si claro dígame ¿como es ella y que talla es?- respondió coqueta.

-Es para ella- tome de la mano a Meiying- como podrás ver no es mi hija- la fulminé con la mirada.

Sorprendida nos llevó hacia el mostrador e hice a Meiying modelarme toda la lencería posible frente a mi, había mandado a cerrar la tienda solo para nosotros por lo que nadie más podía verla casi desnuda más que yo, vió como me sentaba abierto de piernas y un bulto en mi pantalón se hacía notar con mi mano derecha sostenía el cigarrillo que está fumándome y con la izquierda se acomodaba el bulto del pantalón mientras la examinaba de pies a cabeza y termine decidiendo que llevaríamos todos los que me modeló.

Después de pagar y salir escuché como  las trabajadoras murmuraban.

-Es increíble ella es muy joven- decía una a otra- es un enfermo.

-O ella es una caza fortunas- decía la otra.

Saliendo Meiying seguió caminando acompañada de Alexei quien cargaba las compras por lo que le di ordenes a Dimitri sin que ella escuchará, no quería que supiera aún que era un asesino y que con quien estaba era un mafioso.

-Dimitri a todas las trabajadoras de la tienda de lencería desaparecelas, el dueño conseguirá nuevas- ordené

-Si señor, esta misma noche le tendré noticias de eso- contestó Dimitri.

Salimos del centro comercial rumbo a casa en el camino podía observar a Meiying viendo por la ventana, no iba a dejar que nadie la hiciera sentir mal mucho menos que le tocaran un solo cabello.