MAFIA IRLANDESA ( CILLIAN MURPHY )

FLOR DE LOTO.

Pov Meiying.

Mientras bailaba con Malachy en la pista veía esporadicamente como Cillian nos veía y fue cuando hice una seña con mi mano para que se acercara, él se acercó y entonces lo jale del brazo haciendo bailar, realmente era un momento único y muy especial.

Las horas pasaban y la fiesta iba de maravilla, nos sentamos en una mesa viendo a la gente bailar.

-Una vez que sea media noche dejaremos la fiesta para irnos de luna de miel- dijó Cillian.

-¿Que hay con Malachy?- pregunté.

-Dorothea y Oslo cuidarán de él- dijó.

-Esta bien se que estando en casa estará protegido- dijé.

Pasaron las horas y era momento de partir el pastel, un fotógrafo tomó fotos nuestras junto al pastel y luego tomamos el cuchillo con nuestras manos entre lazadas y hicimos el primer corte, todos aplaudieron y gritaron celebrando.

Entonces los del bufet empezaron a repartir a los invitados sus pedazos de pastel y nosotros corrimos tomados de la mano hacia una camioneta todos aplaudían y nosotros reíamos mientras corríamos.

Subimos a la camioneta y esta se puso en marcha, veía como salíamos de los límites de la mansión y llegábamos a la ciudad empezaba a reconocer el camino íbamos al mar.

-¿Iremos a la isla?- pregunte emocionada.

-Si, tomaremos un yate en el muelle- dijó sonriendo.

-No empaque ropa- dijé

-Dorothea lo hizo, todo nuestro equipaje va atras- dijó.

Llegamos después de unas horas al mar y caminamos hasta el muelle donde un jugoso yate nos esperaba, flores adornaban las parte de atrás y una pancarta de recién casados se leía en letras doradas.

Dimitri subió el equipaje al yate y luego nos fuimos mar a dentro veía las estrellas en el cielo nocturno, parecía un cuento de hadas.

Cillian se acercó a mi y me extendió una copa de champagne, la tomé e hicimos un brindis.

-Por nosotros, salud- dijimos al mismo tiempo mientras chocaban nuestras copas.

Tomamos un trago y luego Cillian acarició mi rostro con su mano derecha, como si fuese alguna ilusión lo que veía delante de él.

-Soy real- dijé riendo.

-A veces me parece que estoy soñando- dijó y ríó.

Después de varias horas pudimos escuchar al capitán decir que la isla estaba a pocos metros por lo que después de una hora estábamos en un muelle, bajamos y vimos una enorme casa con ventanales y hecha de madera, era preciosa.

Una vez que las maletas estaba dentro de casa el yate salió de la isla dejándonos a nosotros dos solos en ella, Cillian me cargo en sus brazos de forma nupcial y me llevó a la habitación dejándome junto a la cama, empezó a besar mi cuello hasta bajar a mis hombros los que mordió levemente.

Sus manos juguetear en mi espalda hasta llegar al cierre del vestido el que bajo lentamente y luego quitó dejándolo caer, un conjunto de lencería blanca estaba puesto en mi lo cual hizo que se morderá los labios, quitó su saco y corbata para luego desprender su camisa quedando con su pecho desnudo y la quitó por completo.

Me tiró a la cama y se puso de rodillas en el suelo viéndome con esos ojos azules que me quitaban la respiración, levanto uno de mis pies y quitó los tacones que llevaba puestos e hizo lo mismo con mi otro pie, luego empezó a besarlo  hasta subir a mi rodilla, seguía dejando besos mientras acariciaba con sus manos cada pedazo de piel y entonces sus labios llegaron hasta donde llevaba puesta una liga en la pierna y la quitó con sus dientes.

Una vez que la quitó por completo se puso de pie y quitó su pantalón y su ropa interior dejando libre su cuerpo desnudo y su erecto pene, arrancó toda mi lencería dejando completamente dusnuda y entonces se subió a la casa encima de mi sin aplastarme y empezó a besarme desenfrenadamente.

Acariciaba mis seno y mis piernas rodearon su cintura, sentí su respiración agitada y eso hacía que me calentara, fue entonces cuando sentí como su enorme pene entraba en mi, rompía cada milímetro de piel mientras se habría lugar en mi, mis manos aruñaron su espalda y de un momento a otro se empujó dentro de mi de un golpe lo que me hizo gritar de dolor y placer.

Una risa ronca suya sonó en mi oído sabía que había disfrutado el hacerme gritar, empezó a moverse bruscamente embistiendome cada vez más fuerte podía ver como apretaba las almohadas que estaban al rededor de mi cabeza y yo me aferraba más a el en cada embestida, quería sentirlo así caliente entre mis paredes internas, sentir como su pene palpitaba dentro de mi.

Después de varias estocadas más sentí un líquido caliente invadir mi interior y sentía como mis paredes se contraian al rededor de su pene, quedó tendido sobre mi y así nos quedamos dormidos un buen rato, toda la noche estuvimos follando hasta el amanecer.

Eran las nueve e iba a tomar una ducha, Cillian aun dormia, por lo que abrí una de las maletas para sacar ropa y recordé que tenia que tomar la pastilla de mi planificación cuando caí en cuenta al ver el cartón de pastillas, no había tomado la pastilla el día de ayer con todo lo de la boda lo había olvidado.

-No puede ser- dijé para mi misma- pero solo fue un día no creo que pase nada.

Entonces tome la pastilla y me metí a bañar, minutos después escuche la puerta de la regadera abrirse por lo que gire y vi a Cillian desnudo, empezó a masajear mis pechos y yo puse una de mis manos en su pene mientras lo estimulaba, él soltaba gemidos roncos.

Puso sus manos en mis hombros y me impulso hacia abajo dejando su pene directamente justo sobre mi cara, lo tomé con ambas manos y lo metí a mi boca, chupaba su pene de una manera provocativa, después de varios minutos lo sentía palpitar dentro de mi boca y él lo sacó me levanto de prisa me giro rápidamente contra la pared haciéndome poner mis manos sobre el cristal de la regadera y me penetró fuertemente dio cinco estocadas y se vino dentro de mi.

Así pasamos toda la luna de miel follando por toda la casa, sobre el comedor, la cocina, los sillones y en la alberca.

No había momento que no hubiera mas de una follada después de comer o durante el baño, la semana se fue volando cuando teníamos que regresar, yo había quedado feliz con la isla, era un lugar muy bonito además de que podíamos hacer lo que quisiéramos.

Después de varias horas nos encontrábamos en la ciudad tomando una camioneta para regresar a casa, éramos una pareja de recién casados muy felices.

-Disfrutamos mucho nuestra luna de miel, señora Murphy- dijó Cillian de forma burlona.

-Estoy feliz, la isla era magnífica y definitivamente que aprovechamos al máximo nuestra luna de miel- dijé riendo.

Después de unas horas perdí la noción del tiempo y quedé profundamente dormida, al despertar estaba en la habitación de nuestra casa y me levante salí y bajé las escaleras Malachy y Cillian se encontraban jugando.

-Hola mi bebé- dijé a Malachy.

-¡Mamá!-gritó de emoción y corrió a abrazarme.

-Te dormiste por lo que decidí no despertarte y solo te traslade a la habitación- dijó Cillian.

-Gracias- dijé- ¿y bueno que pasa porque tan contentos?.

-Malachy empezara la escuela en un instituto donde solo gente de alto nivel puede entrar, The Kings Community School.- dijó Cillian.

Me extendió un documento que era la matricula, lo tomé y lo leí.

-¿29,880€ cuesta esto?- pregunté- es demasiado.

-No importa el dinero si es la mejor educación- dijó.

-¿Y cuando empieza?- pregunté emocionada.

-En un mes después del otocho- dijó sonriendo.

Estábamos emocionados y Malachy también, pasamos la tarde jugando y cantando canciones infantiles para él, me alegraba pasar tiempo con estos dos hombres, era muy divertido pasar tiempo con ellos, en realidad amaba esa sensación de estar completa, en un mes mi Malachy empezara ĺa escuela y como toda madre primeriza me daba temor pero sabía que era parte de crecer.