Segunda parte de "Amor de Circo".
Luego de los acontecimientos tan sanguinarios de la última parte y el romance... ¿o tal vez no tan así? El circo "Los Ángeles Rojos" llega a Ciudad Dorada con su nuevo miembro VIP... "Pluma".
¿Podrá la relación de n...
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Daga se acerca a nosotros y siento los nervios de Jeremy en su mirada. Me cuestiona que haré y él decide tomar la iniciativa.
—¡Daga! Verás, es que me encontré con una vieja novia mía en la ciudad y esta me dejó a una niña —dice Jeremy separándose de mí.
—¿Pero tú no eras más virgen que la Virgen María? —Responde Daga acercándose a la entrada—: ¿Entonces es una niña?
No parece estarlo creyendo, aunque siempre ha sido la persona que más trabajo me daría convencer.
—No, ya había estado con una chica antes. No con chicos —miente Jeremy.
—Se llama Lucía. No tenemos intenciones de adentrarla a las funciones nocturnas, así que evítalo —le contesto.
—¿Saben que lo que están haciendo es bastante sospechoso? No me digan que quieren probar lo que es tener niños —responde Daga.
—¡Papi, Jackson se ahoga! Se mojó —grita la niña desde dentro.
Miro a Jeremy y este es el que va a su rescate dejándome a solas con Daga.
—Tu esposa te está buscando —le respondo.
—Ya hablaré con ella luego. Lo del niño es mucho más interesante —dice el rubio acercándose a mí.
—Es algo de Pluma, déjalo así —respondo.
—Seguro estoy de que Pluma no ha tenido nada más. Lo sabes, tú mismo me mandaste a investigarlo —responde Daga arreglando el cuello de mi ropa.
No le contesto, solo le observo. Sería difícil ocultar esto de él, por no decir imposible.
—¿No me dirás? —Apunta.
—Más adelante, por ahora no digas nada a nuestro padre. Necesito que aprenda algunas de las secciones del circo para que se quede —le respondo.
—Es pequeña, podríamos criarla para el nocturno —comenta él y le tomo por el cuello haciéndole levantar el rostro.
—No —contesto, realmente no le hago presión, solo es para que se detenga.
—No va a morir, no por solo inscribirse —responde él y se acerca a mí para susurrar en mi oído—: ¿es tuya, verdad? La recogiste al salir de aquella mansión.
—Daga... —voy a hablar, pero él me detiene.
—Haré lo que digas, pero no tiene por qué irle mal. Muere solo el sesenta por ciento de los nuevos. Bueno, luego otro veinte en funciones, pero es divertido —responde él.
—Lian, quiero mantenerla lejos de todo eso —expongo.
—Vale, si es lo que deseas lo haré. Por mí no te preocupes, pero los rumores correrán y llegará a nuestro padre... Te aconsejo sacarla de aquí —me dice él.
