Jeremy logra que la pequeña se quede dormida en su cama tras contarle una historia para niños de su pueblo.
Justo ahora nos encontramos fuera de la tienda y espero sus palabras hacia mi decisión.
—¿Por qué le dices a la pequeña que su padre soy yo? —Expone él entre susurros.
—Solo piénsalo —le planteo.
—Látigo, es una mentira para ella. Tú eres su verdadero padre, no puedes iniciar la relación con tu hija de esa forma, llena de mentiras —responde Jeremy y toma mi mano como buscando una cercanía.
—Los niños lo dicen todo, si se enteran de que tengo un hijo lo tomarán para entrenarle —le respondo a Jeremy.
Él hace silencio unos segundos y sus ojos me miran sin comprender bien a qué me refiero.
—Solo espero que no le dejes saber nada de las funciones privadas —expone haciendo presión en mi pecho con su dedo índice—: eso sí, no te lo voy a perdonar, Látigo.
Si da esa respuesta es porque aceptó mi propuesta. Así que le tomo de la cintura y abrazo haciéndole presión en mi pecho. Subo una de mis manos a su cabello para deslizar los dedos por dentro de este y besar su cabeza.
—Vendré a verla todos los días y a ti también —le respondo para bajar a su oído, morder la parte superior de este y luego rozarlo con la nariz.
—Cálmate, que te conozco, no es el lugar —reconoce Jeremy haciendo presión con sus manos para separarse, pero ni siquiera lo intenta en serio.
Los dedos que acarician su cabello ahora lo sostienen para inclinar su cabeza hacia detrás y poder ver sus ojos. Acto seguido le beso sin contenerme, solo deseando todo de él.
Al cabo de un minuto le suelto liberando su cabello y cuerpo.
—Voy a dormir en tu tienda —le comento.
—No, ni se te ocurra. Tú no te controlas, no voy a dejar que tu hija vea esas guarradas —responde Jeremy.
—No dejaré que hagas ruido —expongo.
—Mañana, calma, deja pasar un día. Debes cuidar a Lucía, afuera no es normal esto —dice él.
Levanto una ceja cuestionando su afirmación para que la explique.
—Dos hombres juntos, Látigo, eso fuera no lo ven normal. Y además...no olvides que tú —mi pequeño cordero va a decir algo más, pero no lo continúa.
—Mañana múdate a mi carpa, junto a Lucía —le expongo.
Jeremy hace silencio, parece estar pensando algo, debe estar tratando de entender por qué lo digo.
—Lo haré, solo para que puedas estar cerca de ella. Oye, ¿también lo oculto de Daga? —Cuestiona él.
—Sí, Daga es demasiado cercano a él —respondo.
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♠️Morir por el Circo (Parte 2)
RomansaSegunda parte de "Amor de Circo". Luego de los acontecimientos tan sanguinarios de la última parte y el romance... ¿o tal vez no tan así? El circo "Los Ángeles Rojos" llega a Ciudad Dorada con su nuevo miembro VIP... "Pluma". ¿Podrá la relación de n...