El animal nos observa mientras gruñe, sin embargo, no se mueve. El silencio se hace notar mientras me coloco delante de Jeremy para que se mantenga cubierto de la bestia.
Unos tacones se escuchan en la planta baja para luego dejar ver una figura blanca. Todo en esa mujer es blanco, su piel pálida, sus vestidos, su cabello albino, solo mantiene en un tono diferente el rojo de sus ojos.
—Látigo, eres sumamente fuerte para ser un humano —dice ella apoyando sus manos en la barandilla con una delicadeza extrema y dejando ver a una niña a su lado, una que parece idéntica a ella pero le llega un poco más abajo de la cintura.
Ella ahora no es mi objetivo, pero en el caso de que se entrometa entre mi pelea, es muy poco probable que sobreviva a esto, menos si debo cargar con Jeremy.
—Tranquilo, no es mi intención asesinarte, a no ser que no puedas vencer a esa bestia. Tus amantes solo son mi seguro de que vinieses hasta aquí —comenta la mujer con una amplia sonrisa—. Elimina a esa bestia, es la mujer del otro día, gracias por atraparla por mí.
—¡Esto es una locura, ese bicho no es nada normal! —grita Jeremy tratando de no sonar derrotado.
—Pero si él la venció en un peor estado, cuando su fuerza era superior. No, su fuerza no, sus habilidades —dice ella.
—¿Was willst du? (¿Qué quieres?) —comento.
—Ich möchte sehen, wie fähig du bist, mein Jäger zu sein. Ich möchte sehen, wie gut Sie sein können, diesen Zirkus zu erben (Quiero ver que tan capaz eres para ser mi cazador. Quiero ver que tan bueno puedes ser como para heredar ese circo) —responde ella en mi idioma, uno que hacía años no me escucha hablar a alguien de fuera de mi familia.
—Es liegt nicht in meinem Interesse, Eigentümer des Zirkus zu sein (No es de mi interés ser el dueño del circo) —contesto.
—Tu padre está muriendo, alguien debe heredarlo. Te creo lo suficientemente capaz para seguir mis órdenes al pie de la letra. Pero en fin, basta de charlas, si no logras eliminar a ese perro de tres cabezas no es que me puedas llegar a ser útil, pequeño —dice ella tomando de la mano a la niña—. Victoria, espero que disfrutes este espectáculo.
—Sí, madre —comenta la pequeña dejando ver sus ojos rojos.
Como si de algo programado se tratase, la bestia arremete contra mí, obligándome separar mi camino del de Jeremy para que al verme en movimiento sea a mí a quien persiga.
—¡Oh, dejé en el armario que ves en el centro una serie de armas, quizás te sirvan! Claro, no es que sea fácil para un humano enfrentar esto —responde la dama mientras sonríe.
—Los humanos son basura, justo como mi hermano —dice la niña para recibir las caricias de la mujer.
Mi vista se fija en el objeto de madera qué cerrado, promete tener lo que necesitaré para deshacerme del animal. Sin usarlo, solo llevo arriba mi Látigo, las cuchillas para colocar en la punta, tres dagas, y el somnífero. Aun así, no creo que sea suficiente para dormir a alguien con esa masa de carne, es mayor que un oso. Puede que con tres dosis sirva, pero un error es matarlo al disminuir a gran medida su presión arterial.
—Látigo, solo dime que hacer y te ayudo —dice Jeremy manteniendo la mirada en el animal que me persigue.
¿Qué podría hacer él? En fin, solo debo encargarme de lo que hay delante.
—Sube las escaleras —comento usando el látigo con la cuchilla en la punta que uso en misiones de asesinato para moverlo por el lateral de una de las cabezas del animal mientras dejo una profunda cortada en su horta.
La velocidad a duras penas me deja salir de su rango, aun así no me alejo más de un metro de su camino para en un segundo movimiento del arma hacer que viaje por una de sus patas par cortar el tendón de la trasera.
Es un animal, debe procesarlo, pero justo como la bestia que es, ahora me huye y se mantiene a la distancia. No se les puede tener miedo y por instinto van a tratar de huir, más si ni siquiera está entrenado según como dijo la mujer.
—Con ese corte debe quedarle poco tiempo —me mantengo observando al perro de tres cabezas, el cual ahora solo me gruñe desde lejos con dos de ellas—. Baja a Daga de ahí, Jeremy.
Mi compañero no tarda en obedecer y busca por las paredes hacia donde dan los cables de tensión de la lámpara. No sé como funcionan esas cosas, pero seguro que para limpiarlas las bajan. Jeremy no tarda en encontrarlo y colocar a Daga sobre su espalda.
—Lo tengo —dice él.
No quiero este animal, si no me sirve, lo prefiero muerto. Me dispongo a caminar hacia el perro enorme, uno que ha dejado un gran charco de sangre a sus pies. Los gruñidos se hacen notorios mientras me acerco, pero no puede moverse por la herida en la pata.
—Fue más fácil de lo que pensé —dice la mujer de cabellos blancos.
—¿Mamá, Lewis podrá ser así? —comenta la niña.
—Tu hermano es basura, Victoria —responde la madre.
El animal deja sus últimos suspiros y acaricio su cabeza para luego cerrar sus ojos. Le faltaba un buen entrenamiento, quizás si no fuese algo creado hace tan poco...
Levanto la mirada hacia la mujer en lo alto, quizás sea alguien más que deba cazar. Eso pienso, pero las puertas se abren de golpe permitiendonos salir.
—Segunda vez que completas algo que te ordeno a la perfección y usando sus propios medios, eres el humano más interesante que he conocido —responde y lanza una bolsa qué hace un ruido metálico al caer, algo que recojo para comprobar su interior—. Son cien monedas de oro, dejé un cofre más en tu habitación. Piénsalo, me gustaría que trabajes para mí.
—Das interessiert mich nicht (no me interesa) —contesto dándole la espalda para marcharme con mi familia.
—Christophe, das ist keine Bitte (Christophe, no es una petición) —dice ella, aun así, nos deja marchar esta noche.
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♠️Morir por el Circo (Parte 2)
RomansaSegunda parte de "Amor de Circo". Luego de los acontecimientos tan sanguinarios de la última parte y el romance... ¿o tal vez no tan así? El circo "Los Ángeles Rojos" llega a Ciudad Dorada con su nuevo miembro VIP... "Pluma". ¿Podrá la relación de n...