Deseo Silencioso ▪︎Wenclair ▪︎

24

Cuando llegaron a la academia tomaron una ducha para mantenerse fresca y Enid parecia mas alerta como si quisiera evitar que la volvieran alejar de su amada,en el momento en que su dama salio de la ducha no dudo ni un segundo en abrazarla por la espalda besando su cuello haciendo un camino hasta sus mejillas hasta llegar a los labios de su novia que estaban algo quebrados pero eso le importo en lo mas mínimo,era un beso que le regreso la vida que se le habia marchitado como cuando un sediento tiene la dicha de probar el alivio del agua,se separaron solo unos momentos mirandose tiernamente donde la mirada se decía mas que sus propias bocas.

Sinclair acaricio el rostro de su amada donde podia notar su piel mas pálida,sus ojos con unas hojeras bastante notorias y su cabello algo quebrado,sus ojos la miraban suplicantes rogando porque no se fuera de su lado una vez más,podia sentir el tacto mas frio de lo habitual y buscaba darle algo de calidez a su amada,la giro abrazandola con mas cariño donde oculto su rostro en el cuello de su novia notando el color morado debido a la separación qué llegaba a interpretarse como un abandono,su loba gruño en molestia consigo misma dando a entender que no se alejaria ni un milímetro de la pelinegra,dejo un tierno beso sobre la marca y eso de alguna forma causo un alivio en su miserable alma de la más baja.

—Vamos a dormir Luna mia.–Murmuro con una voz melodiosa la ojiazul.

La morena asintio con sutileza y se dejo encaminar a el lado de vomito de colores el cual fue su alivio mientras no estaba al lado de la licantropa,se acurruco con la mas alta escondiendo su rostro en el cuello de la ojiazul dejando un tierno beso en este mismo,solto un suspiro de alivio al por primera vez conciliar el sueño y formo una ligera sonrisa al sentir aquel agarre posesivo pero tierno qué le proporcionaba la rubia,sentia que su alma en pena por primera vez en estos días logro tener la calma que tanto deseaba,se acurruco sintiendo cada parte de su cuerpo relajarse de una forma inexplicable hasta que sus parpados pesaron quedando completamente dormida.

Mientras tanto la ojiazul se dedico a admirar a su mate dormir de una forma tan tranquila generandole tranquilidad a ella,podia ver como su pecho subia y bajaba con una calma absoluta siéndole lo sufientemente bueno para ella sabiendo la agonía que habia sido para las dos estos días,su loba meneo la cola acurrucandose en sus adentros sintiendose mejor que nunca,le parecia lo mas lindo cuando la pelinegra se movia un poco en la cama buscando estar mas cerca de lo habitual,realmente no la cambiaría por nada,beso su frente murmurando palabras dulces al oído de su dama para asi afirmar el agarre protector hasta quedar dormida con el amor de su vida en sus brazos.

Cuando el sol salio la primera en despertarse fue la pelinegra miro con ternura a su chica que dormia con tranquilidad y cada que sentía su agarre flojo lo afianzaba aferrándola a ella de forma protectora,soltaba de vez en cuando uno que otro gruñido,en un momento la ojiazul se habia acomodado ahora ella en el cuello palido acurrcandose justamente en la marca donde por inercia dejo un tierno beso sacándole una sonrisa a la morena,Addams acaricio la rubia cabello de la más alta dándole tiernos besos en el rostro hacidole despertar en cuanto sus labios se juntaron puesto que el beso comenzaba a ser correspondido,cuando se separon la ojiazul le sonrio de forma tierna y sus ojos la miraron como el ser más bello en este mundo haciéndole revolver los adentros de la más baja.

—Terribes días Cara mia.–Dijo la pelinegra con voz suave brindandole una sonrisa mínima.

—Buenos días Ma chère–Murmuro la rubia con una sonrisa de enamorada.

Aunque no quisieran tuvieron que levantarse para ir a las clases puesto que habían faltado bastante asi que debian comentarle al director sobre lo sucedido para arreglar la situación de las faltas,después de hacer aquello se habían dirijido a las clases que para su fortuna aquel día era uno de los que compartían todas sus materias juntas,Enid se habia sentando en cada una de las clases junto a su amada y cada que alguien buscaba acercarse a la pelinegra se ponia a la defensiva aunque tomaba calma alguna cuando la mas baja tomaba con delicadeza su mano.