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Angeles y demonios (part.2)

~ONE SHOT CON ESCENA +18~

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Tomas, Javier y Lucas paseaban por la plaza central, la que se había llenado por unos cuantos ángeles. Javier y Tomás se sentían cómodos en el lugar, era normal para ellos, saludaban a los que conocían y a los que no, también se paraban para observar algunas cosas que los vendedores les ofrecía; para Lucas no era próspero esa calle ni las demás, era obvio por ser un demonio, mas al recordar el plan que su jefe y amo tenía en mente, sonrió con crueldad. Tomás se percató de aquella sonrisa, cómo era posible que él, disfrazado de ángel, no disfrazara también la temible sonrisa, todo se debía a una sola cosa.

-Es un demonio, no un ángel -

Los muchachos siguieron caminando hasta llegar a un campo lleno de flores que olían bien, el pasto que adoptaba un llamativo color verde, y habían muchas familias y amigos en ese parque que disfrutaban del día. A lo lejos, en una banca, Tomás y Javier divisaron al resto de sus amigos, uno de ellos levantaba la mano para hacerle saber a los ángeles que fueran con ellos. Javier y Tomás caminaron hasta esa banca, a Lucas no le quedó otra que seguirlos, sin embargo, pensaba que era una pérdida de tiempo conocer a más ángeles que, seguro, vería arder en las llamas cuando los demonios tomasen posición del cielo.

-Bendiciones, chicos - dijo el ángel Julián.

-Bendiciones, bendiciones - repetía Tomás en tanto saludaba a sus demás amigos con un beso en el cachete.

La palabra 'bendiciones' era un sangrado de oídos para Lucas, pero debía fingir que estaba conforme al escucharlas.

-¿Y él quien es? - preguntó otro ángel.

-Ah, él es Lucas, Lucas ellos son Julián; Martin; Exequiel y Valentín - presentó Tomás a sus amigos, le pareció arriesgado por el hecho de que Lucas era un demonio y aún no sabía la causa del porqué estaba en la tierra de la paz, sin embargo, lo hizo.

-Bendiciones, un gusto conocerte - dijo Valentín con una sonrisa agradable.

-Lucas, bendiciones y bienvenido - dice Martin estrechandole la mano al demonio disfrazado de ángel.

-Bendiciones, hermano mío, estoy contento por saber que tenemos a otra alma buena en esta maravillosa tierra - habló con inocencia Exequiel.

-Sí, bueno, yo no tanto - dijo Lucas sentándose al lado de Julián.
-¿Y vos, bonito?, ni un hola me dijiste - habló cerca del oído de Julián, este por su parte, respondió con hacerse a un lado, para cortar el contacto físico que ya le incomodaba.

Tomás miraba esa escena con pudor, se sintió mal por su amigo en ese entonces, que de un tirón lo trajo a su lado. Lucas, por su parte, lo miraba con desprecio por interrumpir su momento con Julián.

-¿Y hace cuanto que estás acá? - preguntó Martín.

-Llegué anoche, como no había nadie, tuve que pasar la noche en una cueva que encontré en una pradera - contó el en ese entonces pelicastaño.

-Pobrecito, debiste tener frío - acota Exequiel.

-No, para nada, no sentí nada la verdad - respondió Lucas.

-¿Y quién te encontró? - interrogó Valentín.

-Él..- miró a Tomás -..hoy a la mañana tuve la suerte de encontrar a éste ángel tan maravilloso y bondadoso - dijo Lucas mirando a Tomas.

Éste se mantenía serio.

-Sí que la tuviste, Tomi es muy bueno y amable, además de atento - comentó Julián.