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Copa de La Liga

Pareja principal: Franco Armani & Cristian Lema

Fue en los cuartos de la Copa de La Liga que Franco y Cristian se dieron cuenta de la conexión que había entre los dos.

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Faltaba no más de dos días para un partidazo en la Copa de La Liga, Boca Juniors contra River Plate, el superclásico argentino. Un espectáculo que grandes y chicos serían espectadores dentro y fuera de la cancha, ambos iban a todo o nada, a matar o morir, pues el que perdía quedaba afuera del torneo, uno de los dos más grandes se encargaría de ser el verdugo de su clásico rival.

El plantel de River Plate viajaba en avión desde Buenos Aires a Córdoba, todos durmiendo, pues era de noche, aunque otros se mantenían en vela por tema del partido u otra cosa en específico. Uno de esos jugadores era el arquero titular; Franco Armani, miraba su celular sin intenciones de entrar a ninguna app, solo se dedicaba a mirar el fondo de pantalla junto con la hora, pues su mente se mantenía concentrada en el partido del domingo. Él ya sabía lo que era jugar superclásicos, sabía lo bien que se sentía cuando su equipo los ganaba y lo mal cuando perdían, ha llorado de alegría y de tristeza con estos partidos, y algunas veces cuando River perdió un superclásico, él se hacía el principal responsable de la derrota, pues era el arquero, si principal deber como guardametas era dejar su arco en cero, y cuando esto no se le daba, solía enojarse mucho y hasta llegaba a llorar; sin embargo, ya hacía mucho que no lloraba cuando River perdía un clásico, pues el último partido en el que se dió esta situación fue hace dos años, en el veintidós en cancha de Boca por uno a cero a favor de los 'xeneizes'. Recuerda perfectamente lo que transcurrió en el vestuario post Boca-River; él llorando y repitiendo que fue su culpa, sus compañeros consolandolo defendiéndolo de sus propias críticas, Gallardo abrazándolo para que no siguiera sintiéndose mal.

-¿Por qué recuerdo estas cosas si sé lo maricón que soy? - se preguntó a sí mismo en su mente, limpiando una lágrima que apenas salió de su ojo.

-Pss..Franco ¿Dormís? - le preguntó Pablo Solari que estaba un asiento atrás suyo.

Franco apagó el celular y respondió:
-Sí, boludo -

-Ah bueno - contestó Pablo.

Franco rodó los ojos y, sin hacer tanto ruido, se dió la vuelta para mirar a su compañero con la ayuda de la luz del celular.

-¿Qué necesitas? - le pregunta Franco.

-Nada, quería ver si estabas levantado todavía. ¿No dormís por el partido también? - dice Pablo.

El santafesino asiente con la cabeza.

-Te juro, boludo, tengo un re cagaso y eso que yo sé jugar superclásicos. Me sorprende de vos, porque tenes más experiencia que yo - comenta el sanluiseño.

-Sí, pero bueno, uno siempre puede aparentar que está tranquilo cuando en realidad es todo lo contrario - dijo Armani y dejó soltar un bostezo.
-Bueno, creo que ya me está agarrando sueño, buenas noches - le desea a Pablo.

-Al fin, loco, creí que iban a estar toda la noche hablando - habló Facundo Colidio, quien estaba al lado de Pablo, cubierto con su campera gruesa que usaba como sábana.

-¿Estuviste escuchando toda la conversación? - le preguntó Solari.

El rubio asintió con su cabeza y dejó caerla sobre el hombro del pelinegro que lo acompañaba, éste sintió un calor ya conocido en sus mejillas. Armani para no reir tan fuerte de la situación, se tapó la boca con una mano y volvió a sentarse bien en su asiento. Se tapó con la campera y sus párpados fueron cayendo hasta mantener los ojos bien cerrados, por fin pudo dormir en lo que iba esa noche en el avión directo a Córdoba.