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Con el paso de los meses el vientre de Loki había incrementado su tamaño, llevaba los chequeos al día y cumplía con todas las rutinas indicadas por el médico, estaba completamente encantado con su pequeño manojo de alegría, y Thor no era la excepción, él no hacía más que consentir y mimar al joven Omega que presumía sus orgullosos cuatro meses de embarazo, y su rutina era simple, levantarse desde las cuatro de la mañana para tener su pan a las ocho, tomarse un descanso al medio día para beber algo de té con galletas y después seguir horneando hasta las seis de la tarde, que era cuando la ciudad apagaba las luces y todo el mundo iba a sus casas, ellos no eran la excepción, una vez llegando cocinaban su cena y hablaban de temas triviales y a veces de nada en particular.

- ¿Sabes? Siento que los fondos del negocio han ido bastante bien, he pensado en contratar algo de personal para poder despertar un poco más tarde, con la llegada del bebé necesitaremos descansar y tomar energías.

- ¿Y no te tomará más tiempo enseñarles?

- Tengo tiempo suficiente mientras nace nuestro cachorro, entonces podremos estar en casa un tiempo, al menos hasta que quieras volver al negocio, sé lo mucho que te gusta comer los primeros panes de la mañana y el té con las galletas recién hechas.

- Lo sé, pero puedo hacer las galletas en casa... y si dices que puedes enseñarles a hacerlas no veo por qué no, no me atrevería a desperdiciar tan buena propuesta, sirve que te recuerdo que hace falta dar mantenimiento a la casa... yo sostendré las herramientas para ti.

Después de esa charla y acordar un buen plan a mediano plazo, el anuncio de "Se solicita ayudante" duró únicamente una semana cuando dos jóvenes llegaron buscando el empleo, Thor encantado les explicó la situación y lo bien que les pagaría por aprender y ayudar en el negocio, los chicos aprendían rápido y para cuando Loki ya gozaba de seis meses de su saludable embarazo, ambos se permitían dormir hasta un poco más tarde, desayunaban dentro de su horario e iban a los chequeos de rutina, Thor iba a ver el negocio y a recoger algunos de los pasteles que a su pareja le gustaban y después de ayudar a cerrar volvía a casa con su familia, Loki le recibía con su cena caliente y él entregaba el pan prometido.

El tiempo siguió avanzando y contra todo pronóstico que su bebé nacería un 18 de noviembre, el bebé estaba naciendo una semana antes, por lo que no dió tiempo siquiera de cenar cuando Thor llegaba a casa y miraba a un alarmado azabache que se sostenía del respaldo del sofá con las piernas cubiertas de líquido, la frente sudorosa y la mirada suplicante porque el rubio hiciera algo al respecto, tomó la pequeña maleta que habían preparado con antelación para emprender una dolorosa caminata hasta el hospital, ambos cubiertos totalmente por gruesos abrigos caminaron unas calles hasta entrar a urgencias donde afortunadamente Strange estaba de guardia.

El resto fue un compendio de algunos gritos, maldiciones y apretones de mano para el rubio que en ningún momento dejó de prestar su mano como juguete antiestrés en cada momento que el azabache la requería, algunas horas después se pudo escuchar un llanto como primer hálito de vida de un pequeño bebé que les fue entregado después de que Thor hubiese cortado el cordón.

Tras tres días de pasar en el hospital y al cuarto de ya estar en casa, el centro de la pequeña ciudad, específicamente en una pequeña panadería, toda la gente se encontraba abarrotada en la puerta, pues lo prometido se vio cumplido por el rubio, quien en festejo por el nacimiento de su pequeño Balder regaló tantas tartas de frutas como le fue posible hacer esa mañana, llevando algunas consigo cuando la tienda cerró, volviendo a casa a toda prisa poder reunirse con su familia.

- Estoy en casa...

- Te escuché llegar ¿Qué tal tu día?

- Increíble, vino gente de todas direcciones, algunos medios, otros además de recibir las tartas de regalo entraba a comprar pasteles y más pan. Traje algunas y de esos profiteroles que te gustan también.

- Eres un sol.

Le recibió el azabache que aún se encontraba convaleciente pero que podía moverse muy lentamente, tal era el caso que había estado en la sala de la casa esperando por su esposo y cuidando de su pequeño recién nacido que resultó ser un bebé tranquilo y de buen temperamento, que únicamente estallaba en llanto cuando requería de comer y se removía incómodo si necesitaba un cambio de pañal.

- ¿Vas a cargarlo? Necesito comer, necesito comer de esa magnífica crema de los profiteroles...

Esa sin duda era su parte favorita del día, tener a su hijo, tan diminuto, frágil y adorable en brazos, tomaba su cabecita en una de sus manos mientras que con su mano libre y si brazo sostenía el liviano cuerpo de su hijo.

- Es verdaderamente magnífico, ¿Cómo puedo amarte tanto Balder?

- Es sencillo, porque es tu hijo y tardamos mucho en tenerlo con nosotros.

- Loki... Siento que esto es tan irreal ¿Estoy soñando?

- Si lo estás, yo estoy teniendo el mismo sueño...

Una de las fases de Thor que tanto adoraba era cuando se ponía así de vulnerable con él, un hombre tan grande y tosco con esa conducta tan cuidadosa, amable y amorosa era algo que desde el inicio lo había cautivado. Nada podía salir mal de ahora en adelante, tendrían problemas pero podrían con eso y más, su matrimonio y su pequeño eran prueba de que estaban hechos el uno para el otro y que la perseverancia que habían tenido había rendido sus frutos, tenían un buen negocio, podía estar con su familia, con el amor de su vida y tener esa vida que siempre se le había prometido.

- Te noto muy feliz hoy ¿Qué pasa?

- Esque esta noche te toca cambiar pañales y por fin podré dormir.

- Ay Loki...

Continuará...

1950 Thorki AU OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora