30 (Final)

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En la diminuta ciudad donde el matrimonio Odinson - Laufeyson residía las sorpresas no habían parado, tras tres años del nacimiento de su primogénito llegó la pequeña Hela, heredando el nombre de la hermana de Thor, fallecida en el frente de batalla salvando vidas, la pequeña se convirtió en la adoración de su padre, una niña de cabellos negros y ojos verde esmeralda herencia de su padre omega eran otra de las debilidades del enorme alfa de cabellos rubios, Loki se había tomado un tiempo para poder crecer a sus hijos y poder tener a Hela, quien también fue el feliz resultado de varios intentos, y es que después de haberse mermado de ánimos la pequeña llegó como un golpe de buena suerte, Thor por su parte había ampliado el negocio un poco, y es que no les iba tan mal pero no es que fuese un negocio millonario, era lo suficientemente bueno para pasar el día con algunos que otros lujos, y Loki con el tiempo aprendió a realmente amar su nueva rutina, en algunas emergencias había conseguido que Strange le permitiera volver a ser su asistente médico, pero siempre volviendo a casa temprano para recoger a sus hijos de casa de su madre, y es que con las nuevas necesidades y el crecimiento de su familia, Laufey se había mudado a la que en su momento fue casa de Loki y de Fandral, volviendo sus alrededores una pequeña granja, la cuál recibía a los Odinson cuando llegaban de visita por alguna festividad como lo era navidad o el cumpleaños de sus nietos, además de que era de los lugares favoritos de sus niños, no solamente la panadería de su padre.

- Hela, no corras, puedes caerte.

Llamó la atención de la pequeña que estaba camino a los brazos de Laufey. Con sus ya cinco meses de embarazo no era sencillo seguirle los pasos a una niña de apenas dos años quien perseguía a su hermano de seis.

- Deberías tomarte un descanso, estoy seguro de que Stephen no está desesperado por ayuda.

- Lo sé, pero hoy especialmente necesita mi ayuda, tiene dos cirugías programadas y aunque me puso de incapacidad no cuenta con nadie más. Volveré después de las seis, muchas gracias por cuidarlos.

- No es nada, pero enserio que después de hoy más te vale comenzar a pensar en descansar.

-Lo haré, lo prometo, Thor envía saludos.

Tras el pequeño sermón y diálogo con su padre Omega se dirigió hasta el consultorio del castaño, Thor por su parte había ido a su negocio como era parte de su rutina, dar algunas órdenes, bromear con sus empleados y ayudar a atender el mostrador mientras esperaba por su esposo quien se reunía con él antes de cerrar junto con sus hijos y todos juntos iban a casa para merendar e ir a dormir, una rutina sencilla, repetitiva cuando Loki debía atender a su otro trabajo pero demasiado amena para la pareja que había ya pasado algunos años de angustia y desgracias, era simplemente un enorme privilegio poder respirar la calma de sus días.

Con el pasar de los días y las semanas, nuevamente por la madrugada un quejido despertó al rubio quien se incorporó en la cama para encender las luces y poder auxiliar a su dualidad, quien se ponía de pie completamente alterado sosteniendo su espalda baja y respirando de manera agitada.

- ¿Llamaste a Stephen?

Preguntó el azabache mientras terminaba de colocarse las pantuflas y su bata de dormir para ambos poder volver a salir.

- Si, lo hice esta tarde desde que me dijiste que habías comenzado con las contracciones, despertaré a Laufey, solo le avisaré que iremos al hospital.

- Gracias...

Para ser el tercer y último embarazo que sorteaban juntos parecían demasiado calmados, pronto caminarían un par de calles hasta el hospital, entraría en labor de parto y volverían con su pequeño cachorro para iniciar la nueva rutina de no dormir por unas cuantas noches entre cambio de pañales, dar de comer o simplemente mecer para hacer dormir a su pequeño. Las horas siguieron avanzando y ellos emprendieron su corto viaje para ser auxiliados por algunas enfermeras que estaban ya alertadas de la llegada de la pareja, tras los preparativos y revisiones constantes Loki se encontraba listo para dar a luz, a su lado esta vez se encontraba el rubio tomando su mano firmemente brindando todo el apoyo que su pareja pudiera necesitar.

Esta vez el parto fue más rápido, por lo que a las siete de la mañana el pequeño Fenrir ya estaba en el mundo rodeado por toda su familia, Hela y Balder habían sido llevados de visita por Laufey y los Odinson habían viajado desde la madrugada para poder estar presentes cuando el bebé naciera y poder conocerlo, su pequeño bebé era la copia exacta de su madre, tenía el cabello oscuro como una noche sin estrellas y los ojos tan verdes como un par de las más finas esmeraldas, y qué decir de su pálida piel de porcelana apenas opacada por el tono rojizo característico de todos los bebés recién nacidos. Los amigos tampoco se hicieron esperar en la sala, llenaron de regalos al recién llegado y a Loki con algunos detalles por parte de Tony, algunos de Strange, Bruce e incluso por parte de su esposo, le darían el alta en un par de días para asegurarse de que todo estuviera en orden con su hijo y él, mientras tanto recibiría la visita y todo el cariño de sus amigos y familiares, y claro, Thor se tomaría unos días libres para ayudar a cuidar de sus otros hijos y hacer visitas a su esposo en recuperación y también cuando estuvieran en casa.

- Me alegro de que todo haya salido bien.

- Gracias Thor... Jamás podría ser tan feliz como lo soy contigo, gracias por mi familia, por nuestros amigos.

- No tienes que agradecerme, si lo haces yo también tengo mucho por agradecerte, iniciando por esa primera carta que llegó a mi como una esperanza.

- Ni siquiera sabías quién era.

- Pero mi corazón si sabía quién eras, por eso no fue fácil deshacerte de mi.

- No digas tonterías... Hela fue siempre la culpable de todas esas cartas.

- Y también siempre voy a estar agradecido con ella, me guió al amor de mi vida.

- Eres un cursi.

- Tengo que aprovechar que estamos solos.

- No habrá un cuarto bebé si es lo que intentas, eso tenlo por seguro.

Ambos rieron antes de compartir un beso corto, el cual se vio interrumpido por el llanto de su bebé.

- Te toca ver qué tiene Fenrir.

- De acuerdo...

- Aprovecha que no te da tantos problemas ahora.

- ¿Qué dices?

- Mi amado y dulce Thor, la suerte te ha sonreído con dos hijos alfas, pero tengo que comunicarte que Fenrir es un Omega.

- No saldrá jamás de casa.

- No empezaremos con eso.

- Sus hermanos estarán de acuerdo.

- No involucres a nuestros hijos en esto...

- ¿Todos sabían de esto?

- Eres el último en enterarte...

Tras recibir su alta y volver a su rutina salvó por un bebé, ver a su esposo convivir con sus hijos y ser el siempre cariñoso esposo que había Sido no le quedaban dudas, era su sueño materializado, después de tantas cosas dadas por la guerra, no había duda que está listo para ver a sus hijos crecer y envejecer al lado de su alfa quien nunca dejó de verlo con esa chispa de cariño infinito aún cuando sus hijos habían ya nacido y tenían un par de años, tenía una familia amorosa y unida, de Fandral al final solamente supo que tras su detención y encarcelamiento fue a parar a un albergue para héroes de guerra en otra ciudad, borrando así una parte tormentosa de su pasado, sentía las cosas más correctas que nunca como habían pasado y sabía que así serían hasta el final de sus días.

Fin.

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⏰ Última actualización: Apr 05 ⏰

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1950 Thorki AU OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora