Amor feroz..🐺

Capítulo 6: Cabañas 🐺

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Con el paso de los años el campamento había evolucionado, adaptándose a las necesidades de la manada, las reuniones se realizaban principalmente para mantener una unión entre las jerarquías, pero también para estar en contacto con su lado salvaje; Para explorar y descubrir la grandeza de su especie, pero sin importar cuanto se esforzaran su lado humano seguía siendo el más dominante, por lo que para mayor comodidad y seguridad se crearon cabañas equipadas con todo lo necesario para pasar la oscura noche, a pesar de no ser espaciosas eran cómodas y en ellas se lograba disfrutar una calidad y tranquila velada en compañía de la naturaleza.

Cada familia tenía un sector asignado, los únicos que permanecía en un mismo grupo eran los lobos de una edad menor, la conexión como manada era lo que se consideraba más importante, su existencia se basaba en los lazos que se forjaban en cada generación, los cuales eran inquebrantables.

Se logró comprobar que el mejor momento para conectar con otros era justo después de su presentación, ya que desarrollaban un apego de fidelidad y confianza hacia quienes los rodeaban, por lo que eran agrupados en las cabañas más grandes del campamento, no importaba su lobo o estatus social todos eran iguales en ese entorno.

A pesar de no tener un orden jurídico asignado dentro de las cabañas compartidas, los más grandes se encargaban de proteger a los menores, mantenían el orden y la seguridad, evitaban los conflictos y los actos indecorosos.

Cada lobo contaba con una cama asignada, la cual no podía cambiarse, la mayoría eran literas, pero a pesar de eso eran cómodas, cada año nuevos lobos se unían a las cabañas, pero de la misma manera se iban, en cuanto tenían una cierta edad abandonaban esa familiaridad y se trasladaban al mundo real.

Harry había sido el único asignado a las cabañas compartidas antes de ser un lobo, las razones eran evidentes, a sus quince años el líder tomo la decisión de trasladarlo con los otros de su edad, por suerte y por casualidad del destino no solo fue asignado junto a sus amigos sino también junto a Louis, incluso sus camas no estaba tan lejos una de la otra, era como si el universo los quisiera cerca pero no juntos.

Durante los últimos años había sido agradable compartir veladas enteras en compañía de Louis, a pesar de que entre ellos la comunicación no era mucho, Harry se conformaba con poder mirarlo y escucharlo, Louis era de las personas más amables y divertida que existían, su simple presencia era suficiente para que el rizado disfrutará la fría y oscura noche en el bosque.

Casi todos solían disfrutar las veladas en las cabañas, el único que por años había sufrido por la desafortunada asignación era Liam, quien se negaba a compartir espacio con el insufrible de Zayn, que aunque al inicio fue asignado a la cabaña vecina no tardó mucho en ser trasladado con ellos, Niall fue el más feliz del mundo; sin embargo, no todos compartían su alegría.

Por alguna razón Liam había pasados años odiando a Zayn, incluso antes de que saliera con Niall, Harry comprendía que el alfa pelinegro era desgastante, pero no era una razón lógica para despreciarlo con tanta determinación.

Sus cortas interacciones eran peor que las de él con Louis, aun así Liam siempre decía que le desagrada su simple presencia, lo que le era difícil de ignorar, no solo por el hecho de que eran vecinos, sino también por la relación que Niall se aferraba a tener con el alfa, además de que en el año en curso ambos eran encargados de mantener el orden en la cabaña, pareciera que su destino era estar justos, aun si ambos sentían desagrado por el otro.