(1) Puños

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El verano se aproximaba.

    Naruto sabía que si no hacía algo respecto a sus calificaciones, no disfrutaría del sol, ir al parque, tomar helado, y días en la piscina si no lo hacía.

     Fue así que empezó todo este dilema.

     Había intentado pedirle ayuda a su compañera de física, Sakura, sabiendo que ella tenía una excelente capacidad para absorber toda la información de una clase con tan sólo asistir y prestar atención.

     Además, es bonita.

     Hubiera usado la oportunidad para invitarla a salir, pero no quería perder su ayuda para estudiar si es que la chica se rehusaba por pensar que sólo quería pasar tiempo con ella porque le gustase. Tendría más oportunidades durante el verano, o incluso el año siguiente, todavía.

     Las cosas habían ido bien, como por un mes.

     Naruto había pensado mucho, y decidió que no sería tan mala idea confesársele, antes de que terminen sus estudios juntos. Había practicado sus palabras, sabiendo lo torpe que era al hablar, y lo mucho que las chicas amaban las palabras bonitas y profundas. Él no lo entendía muy bien, pero se esforzó por pensar en cosas bonitas y que sonaran poéticas.

     Sin embargo, ella le había ganado.

     Una tarde, rumbo al salón de física, la escuchó hablando con alguien. Una confesión de amor.

     Le dio tanta curiosidad que hizo a un lado su decepción.

     — Hn, sí, claro.

     — Lo digo en serio, Sasuke-kun!

      Su decepción se transformó en irritación al oír eso.

      Obviamente gustaba de Uchiha Sasuke, aquel "misterioso y guapo ángel de hombre" como lo llamaban todas las chicas de la preparatoria; o el arrogante emo sobrevalorado, como lo llamaría cualquiera con sentido común. La mayoría de los chicos estaba de acuerdo con él, aunque no faltaban los raros que decían que querían ser como él, o aún peor. Que gustaban de él.

    Lo que no entendía era, por qué Sakura gustaría de él? Ella era demasaido buena para él, y por lo que había oído, a ese idiota no le importaba la chica.

    — No me interesa. Lo escucho casi semanalmente. —había respondido Sasuke, con el ceño fruncido.

    No le sorprendía. Ser tan popular como él con las chicas, sólo por tener cara de que nada le importaba? Cómo funcionaba eso? Pero aún así creía que no tenía razón para ser tan cruel con ella.

    Actualmente se hubiese arrepentido de lo que hizo a continuación.

    — Oye, Sasuke-teme! —le gritó al muchacho de cabello azabache, alcanzando a sobresaltarlo tanto a él como a Sakura.

    — Ah, eres tú. Qué quieres?

    Ese bastardo... realmente no le importaba nada en absoluto?

    — Que dejes de tratar mal a Sakura-chan! No deberías ser tan seco! Acaso no te importan sus sentimientos?

    — Naruto, no es-

    — Sólo es por eso que te apareciste de la nada? —intentó provocarlo Sasuke.

    Estaba muy cerca de lograrlo, pero se contuvo.

    — Sasuke-kun, déjalo, sólo-

    — Acaso eso es lo único que sabes hacer? Armar escándalos para que te presten atención?

    El salón quedó en completo silencio. Ninguno de los tres emitió sonido alguno. Los pájaros cantaban junto a la ventana semi-abierta. El sol relucía, arrojando tres sombras sobre el pizarrón acrílico. Sasuke y Naruto se quemaban el uno al otro con la mirada.

    Naruto se lanzó al otro muchacho tan repentinamente que Sakura casi no llega a interponerse entre ellos. Intentando frenar bruscamente, Naruto se tropezó y se golpeó el codo contra el escritorio del profesor. Sasuke bajó los puños que había levantado para bloquear su gancho de izquierda.

    — Ya basta, ustedes dos! —gritó la chica de pelo chicle, una mezcla de irritación e impotencia en su voz, como si estuviese a punto de llorar. Bajó los brazos que había extendido, apartándose de Sasuke.

    — Naruto, perdona, no había pensado que llegarías temprano, —se dirigió a él, esta vez con la voz baja, sonando más decepcionada y ligeramente menos irritada que hace un momento.— Y Sasuke-kun-

    — No te disculpes, —la interrumpió él, con la mirada fija en Naruto.— De todas formas, me estaba yendo.

    Sus pasos resonaban en los oídos de Naruto, y no abandonó su mirada hasta que solo podía ver su espalda, mientras Sasuke se alejaba, con las manos en los bolsillos y ni un pelo de interés en él y Sakura.

    Hubo una segunda pausa de silencio, hasta que Sakura tomó aire y exhaló, antes de voltear a mirar a Naruto.

    — Todavía eres pésimo en estática, sabes?

    Si Naruto tenía que fijar un punto de inicio a todo este desastre, elegiría ese momento.

    Cómo había llegado Sasuke a fijarlo contra la pared, penetrando su alma tan sólo con los ojos? Mientras un hilo de sangre caía de su nariz, una satisfactoria marca que él mismo le había provocado.

    Sus respiraciones eran agitadas, y Naruto tenía que luchar por mantenerse de pie del cansancio.

    — Ya fue suficiente, niño bonito? —murmuró Naruto, en cuanto recuperó el aliento.

    — En tus sueños, Usuratonkachi.

    Los labios sobre los suyos ya se habían vuelto costumbre, al punto de que a ninguno le importaba el sabor metálico de la sangre, mientras se separaban por unos segundos, para volver a respirar.

    Esta vez, Naruto había sido el de los labios rotos. Todavía podía sentir la mandíbula entumecida por aquel golpe.



(Nota del Autor: no sé q mierda hago, tengo dos parciales la próxima semana para los que estoy a meeedias y empiezo a escribir fanfics lmao)

Edit 18/122/23: por fa comenten, no saben lo feliz que me hace, impoerta que sea pura mamada, pero me motiva a sacar capítulos </3

Bottom - SasuNaruSasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora