(15) Miércoles

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    El miércoles llegó y Naruto se encontró con la desconcertante sorpresa de un Uchiha Sasuke, sentado al fondo de la clase, con tres chicas chillando y emocionándose a su alrededor.

No entendió por qué. Y para completar, le había robado su asiento.

Así que Naruto se dirigió, a pasos largos, hasta el fondo del salón, empujando con irritación a las fanáticas hormonales del muchacho, para hablar con él.

— Sasuke! Qué estás haciendo aquí, y por qué en mi lugar?
— Maldita sea, no tengo la culpa! Hazme el favor y quéjate con Kakashi. Él fue el de la estupenda idea de cambiar mi horario.
— Qué?! A mitad de año? Eso es estúpido!
— Por más que me irrite decirlo, estoy de acuerdo. Pero Kakashi está decidido. Así que vas a tener que soportarme una vez a la semana por el resto del año, Usuratonkachi.

Naruto seguía irritado. Pero por alguna razón, el apodo del otro muchacho lo distrajo. La última vez que lo había llamado así...

Su rostro tomó un color rojizo, y tuvo que desviar la mirada. Estuvo a punto de intentar responderle algo al Uchiha, pero fue interrumpido por una de las insoportables admiradoras del muchacho.

— Deja en paz a Sasuke-kun, idiota!

Otras dos chicas detrás de ella asintieron, resoplando en su dirección, como si fuese un insecto insignificante.

— Oigan! —Sasuke levantó la voz, llamando la atención de casi todos los que estaban en el salón.— Qué aún no se enteraron de que tengo novia?! Ya déjenme en paz, maldición! No estoy interesado en ninguna de ustedes!

Las tres chicas quedaron sorprendidas y avergonzadas. Una de ellas intentó decir algo, pero no logró encontrar su voz.

Naruto también estaba sorprendido. Nunca había visto al otro chico rechazar abiertamente la atención de sus fanáticas.

— Y-... ya lo oyeron. Sólo váyanse. —recalcó Naruto, cuando él mismo encontró su voz, recogiendo su mochila y poniéndose de pie, para volver a dirigirse a Sasuke.

— Ese es mi asiento, Sasuke-teme. —reclamó el rubio, inclinándose más de lo necesario sobre el escritorio.

Ante esto, el otro muchacho frunció el ceño y apartó la mirada, alejándose hacia atrás de la proximidad que Naruto creó.

— Crees que me importa? Búscate otro, aún no llegan todos.

Naruto sintió un gruñido escapársele, y golpeó la mesa con ambas manos, tratando de verse intimidante.

— Quieres pelear, bastardo? —susurró con molestia, sabiendo que sus rostros estaban tan cerca que no necesitaba levantar la voz.

— Tú eres el que está extrañamente apegado a un pedazo de madera. Acaso quieres que vuelva a barrer el suelo con la escoba que llevas como cabello? —respondió Sasuke, copiando su tono, con la misma irritación.

Naruto sintió que a su rostro volvía a subírsele el rojo, pero sostuvo la mirada de Sasuke, con una ligera mueca en sus labios.

— Te voy a romper los dientes en el baño, más tarde. —finalizó, sin perder el brillo de emoción que destelló en sus ojos, por medio segundo, en lo que Naruto volvía a erguirse y se dirigía a uno de los asientos de más en frente.

Cuando llegó la hora del almuerzo, Naruto arremetió a Sasuke contra la pared justo a la entrada del baño, fijando sus hombros contra la cerámica fría.

El motivo de la pelea era una estupidez. Pero ninguno de los dos se atrevió a mencionarlo. En su lugar, Sasuke le encajó un gancho derecho, Naruto evadió, y siguieron agrediéndose mutuamente por lo que podrían haber sido tanto dos minutos como dos horas.

Bottom - SasuNaruSasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora