Bottom - SasuNaruSasu

(36) Pesadilla

Era como si su estómago se le hubiese caído al suelo. Los ojos y la respiración rápida de Sasuke no mentían: El azabache jamás se alteraría de esa manera si no creyera que estaba en peligro. Mucho menos luego de estar buscando activamente al causante de todas sus desgracias.

No era justo! Sasuke había mejorado, había hecho amigos, Naruto y él se habían vuelto cercanos y habían apenas empezado una relación! Se suponía que las cosas solo podían mejorar!

Naruto sintió una impotencia que lo hizo sentir tanta desilusión como también miedo. Por un lado, Itachi apareciendo claramente iba a hacer que Sasuke se vuelva paranoico de ahora en adelante... y por otro... era un hombre tan peligroso que sería un milagro si siquiera seguían con vida.

La realidad empezó a caerle como una bolsa de ladrillos. Qué pasaría si Itachi los interceptaba en la siguiente parada, de alguna forma? Cómo evitarían encontrárselo en el camino de vuelta? Sabía Itachi donde vivían? Acaso estarían a salvo si volvían a la casa de cualquiera de los dos? Acaso llegarían a alguna de la casas con vida?

O peor aún: y si Itachi sólo mata a Sasuke y me deja con vida?

Sus ojos se habían nublado y empezaba a sentir una opresión en el pecho. Sería peor ver a Sasuke morir frente a sus propios ojos que morir a su lado.

— -ruto! Naruto! Por fa-favor, Na... Naruto! No me hagas esto! Escúchame!

La voz al borde del quiebre de su más preciado lo trajo de vuelta a la realidad, y fue cuando notó que él lo había estado sacudiendo para que reaccionara mientras respiraba con dificultad.

Una mujer mayor a su lado también le había tomado fuertemente de su mano del otro lado, murmurando palabras de aliento.

— Jovencito? Puedes decirme tu nombre? —le dijo, con paciencia y una mirada seria, en sus facciones arrugadas.

— N... Na... —procuró el rubio, aún jadeando un poco, mientras parpadeaba hasta que las lágrimas cayeran.— Naru...to...

Sus ojos se suavizaron al oír la respuesta. A su lado, Sasuke soltó un suspiro pesado y le frotó con gentileza la espalda.

— Bien, Naruto. Cuantos años tienes?
— Dieci... s-seis...
— Vas a la escuela?

La anciana continuó preguntándole cosas simples y mundanas, mientras Sasuke le frotaba sutilmente la espalda y le daba apretones a su mano, aunque Naruto sentía que la suya estaba temblorosa y que sus dedos entrelazados lo tenían tan firmemente sujeto que no podría levantarse aunque quisiera.

Cuando sintió que por fin podía respirar con normalidad, oyó el agradecimiento nervioso de su novio.

— G-gracias, doctora.
— No es problema, jovencito. En mis años de trabajo he tenido que aprender a lidiar con pacientes y sus familiares teniendo ataques similares. Estás con nosotros, Naruto?

Las palabras fueron dichas con un aire de normalidad, aunque Naruto temía que le preguntase por qué se había asustado tanto, y la pusieran en peligro. Se notaba en los ojos cuidadosos de la mujer, que analizaban su expresión detenidamente.

Tragó pesadamente, bajando la mirada al suelo, aferrándose más a la mano de Sasuke, inhalando y exhalando. Finalmente asintió, sin saber qué decir al respecto. Sasuke continuaba frotando lentamente su espalda, aunque con una expresión nerviosa y una posición tensa.

— Descuida, Sas', estoy bien... de veras. —le afirmó, procurando una sonrisa. La mirada negra del azabache, sin embargo, le decía en silencio "realmente lo estás" refiriéndose a algo que ninguno de los dos podía imaginar.