(14) Konohamaru

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    — Eh? Entonces aún no tienes novia? Eres patético!
    — Tú no puedes criticarme! Jamás has tenido qua invitar a salir a una chica!
    — Si, pero yo tengo doce y tú quince! Así que tú das más pena!

    Naruto chirrió los dientes ante las palabras del mocoso de enmarañado cabello castaño sacándole la lengua. A pesar de tenerle treinta centímetros de ventaja en altura, no podía agarrarse a puñetazos con él, después de habérselo encargado Iruka. Iba a terminar extendiendo su castigo.

   — No entiendo por qué todavía tengo que seguir castigado! A Sasuke sólo le dieron una semana! No es justo! Podría estar yendo al cine con mis amigos ahora, en lugar de tener que vigilarte. —comentó el rubio.

   Konohamaru frunció el ceño.

    — Pues entonces vete! Ya que ellos son más importantes para ti. De todas formas, ya puedo cuidarme sólo-
    — Pero tú también estás castigado, imbécil.
    — Exacto! No podríamos simplemente dejar al otro y quedarnos callados? Inventaremos algo!

    Naruto suspiró. La idea se le había cruzado por la cabeza, pero... le era demasiado difícil mentir. Especialmente a Iruka. De alguna forma, siempre lograba descubrir sus travesuras y mentiras.

    — ...no podría.
    — Hm! Aburriiiiido!

     Konohamaru hizo una mueca de frustración.

    — Qué te pasó, Naruto-niichan? Antes eras divertido! —se quejó el niño, hundiendo su rostro en su bufanda azul.

    El adolescente hizo una mueca similar, ante la decepción del más pequeño. Por alguna razón... le molestaban sus palabras. Naruto no quería ser uno de esos adultos que terminaban siendo viejos amargados.

    — Konohamaru... podemos divertirnos sin tener que romper con nuestros castigos, sabes?
    — Cómo! No podemos ver televisión, ni jugar videojuegos, no siquiera podemos ir a ningún lado!

    Naruto lo pensó, un momento.

    — Bueno... Iruka nunca me prohibió usar su reproductor de CDs. Podríamos bailar!
    — Es una broma? Cuántos años tienes?

    Naruto sonrió con picardía.

    — Y así me dices a mí que no soy divertido? Tú eres el que está actuando como un viejo amargado. Ya es tu hora de dormir, Konohamaru-jiji*?

    El niño se sonrojó en infló las mejillas con molestia, haciéndole ver aún más pequeño e inmaduro de lo que debería ser.

    — Cállate!
    — Vamos! Te gustará! Tengo unos álbumes bastante buenos, de veras!

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    Naruto presionó el botón de reproducir, dejando que la música empezase a sonar. Se dejó llevar por el sonido, mientras Konohamaru ponía los ojos en blanco ante su baile.

    — Te ves ridículo!
    — Pero me divierto, amargado!

    Naruto empezó a realmente entrar en el calor del ritmo y mover su cuerpo entero con la música, cerrando los ojos, para ignorar las miradas de vergüenza ajena de Konohamaru.

    En un momento fue a golpearlo con un movimiento de sus caderas, como diciéndole "anda, baila conmigo!" El niño hizo una mueca y pretendió estar frustrado, pero le siguió la corriente, tratando de imitar los movimientos del rubio.

Bottom - SasuNaruSasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora