Bottom - SasuNaruSasu

(24) Libros

    Kakashi ordenó comida para el almuerzo, diciendo que no había tenido tiempo para cocinar por cosas de su trabajo, aunque Naruto aún no comprendiera exactamente a qué se dedicaba el hombre.

    — Más que nada hace traducciones... y da cursos privados de cualquier materia de secundaria a veces, pero nada fijo. —comentó Sasuke, llevándose otro bocado de arroz frito a la boca.

    — Ah... ya veo. —respondió Naruto, dándole un sorbo a su tazón.

    Aún seguía lloviendo, y empezaba a ser preocupante, dado que estaban por entrar al verano.

    Naruto y Sasuke se habían llevado bastante bien hasta el momento, el muchacho de ojos oscuros consideraba que era mejor que cuando se discutían a puños.

    No es como que ahora mismo pudieran, pensó, echándole una mirada al brazo inmóvil del rubio, quien estaba procurando cuidadosamente comer sus fideos con su mano izquierda.

    Sasuke suspiró, cansado del espectáculo que era ver a Naruto procurar sostener sus palillos torpe y desesperadamente. Lo estaba logrando, pero a duras penas.

    — A ver, déjame hacerlo por ti. —declaró, acercando su silla y robándole los palillos.

    Levantó un bocado de fideos, y Naruto se tornó tan rojo como un tomate.

    — Hablas en serio?
    — Cuándo he bromeado?

    Naruto resopló.

    — Esta mañana, justo cuando-

    Fue interrumpido por los fideos, y Sasuke sonrió con satisfacción.

    Naruto masticó y tragó, apreciando el gesto en silencio, tratando de no pensar en como se veía desde una perspectiva ajena.

    Sasuke le ofreció otro bocado, notando finalmente la situación, y tragó pesadamente al notar como Naruto se inclinaba, aún con la mejillas rosadas y cerrando los ojos con el ceño fruncido, como si simplemente se hubiese resignado a la humillación.

    Intentó no fijarse en los labios del rubio. Puso todo su empeño en simplemente mirar su rostro, pero aún así, sus manos empezaron a sudar de nuevo.

    Estaba dándole de comer a Naruto. Y hubiese sido gracioso, ridículo, estúpido, sino se hubiese sentido como un acto tan...

    ...tan...

    ...considerado.

    Tan casual, tan insignificante, pero al mismo tiempo tan gentil, tan amable de su parte.

    Sasuke no era así. Sasuke no se ofrecía a hacer favores, y mucho menos favores como este, sin que nadie se lo hubiese pedido. Sólo porque... quería.

    Suspiró por lo bajo, sintiendo un rubor leve en sus mejillas, pero continuó alimentando al rubio.

    Y entonces, sin su permiso, sus ojos hallaron los labios ajenos, entreabiertos.

    Sasuke quería que lo tragase la tierra al sentir que empezaba a marearse, por los recuerdos que inundaron su mente sin su permiso.

    — Oye, Sasuke-teme, qué sucede? —preguntó Naruto, notando que se había congelado, con un pedazo de champiñon entre sus palillos.

    — No es nada, sólo come! —respondió, al haber vuelto a la realidad, gracias a su voz.

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    — Creo... que quiero ser un escritor... —comentó Naruto, una vez que terminaron de almorzar y estaban de vuelta en la habitación de Sasuke, continuando con sus notas.