Naruto estaba algo cansado. Exhausto, incluso.
A pesar de disfrutar bastante de besarse con Sasuke, seguía sintiendo una carga en la consciencia cuando Sasuke se alejaba sigilosamente, con el fin de no delatar sus encuentros inapropiados.
Ahí era cuando se daba cuenta de la deprimente realidad de su situación. Y Naruto empezaba a sentir los escalofríos de temor y ansiedad.
No sólo seguía atravesando una crisis de sexualidad, sino que lo hacía en silencio y con temor, sabiendo que muchas de las personas a su alrededor probablemente no lo tomarían bien. Como si sus propios sentimientos no fueran lo suficientemente confusos.
Por suerte había terminado con su tedioso castigo. Podía llegar a casa e irse a la cama, hundir su rostro en la suave almohada y contemplar su existencia.
Sasuke era... casi hasta amable, cuando terminaban de desquitarse con las peleas. Aunque era bastante árido en sus ataque cuando de golpes se trataba, y había sido bastante intenso las primeras veces que se besaron... algo había cambiado, últimamente.
Naruto sabía que se había vuelto un experto en esquivar sus golpes (y menos mal, porque de ver más moretones, Iruka lo aislaría en casa) pero... también había reconocido que... quizás a por que lograba cansar más a Sasuke, sus besuqueos se volvían más... relajados. Casuales, incluso.
Y había algo.... aterradoramente cálido que se encendía en su interior, cuando pensaba en ello.
El comentario de Sasuke le había llamado la atención. No fue una burla, como casi todas las otras conversaciones que tenían en medio de sus encuentros de lujuria. Esta vez... la voz de Sasuke sonaba adormilada. Un susurro hecho solo para sus oídos.
Naruto quería más. Quería mucho más, al punto de que le asustaba su propio anhelo.
Quería hablarle de cosas simples, saber cómo estaba, saber... más sobre él.
Y no sabía si sería buena idea intentarlo. Sasuke parecía haber decidido que sus encuentros no existían fuera de las paredes de algún baño, salón vacío, o escalera abandonada en algún pasillo alejado de las aulas más frecuentadas de la escuela.
No pareciese que Sasuke estaba dispuesto a ser su amigo.
Naruto suspiró, dándose la vuelta y rodeando su otra almohada con sus brazos, mientras cerraba los ojos y trataba de dejar de pensar en Sasuke.
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Vv-_-vV— ...Huh! —suspiró Suigetsu, sentado frente a Sasuke con una mezcla de sorpresa y confusión, tras haber oído al muchacho de cabello azabache derramar su consciencia frente a sí mismo.
Se encontraba ahora con la cabeza sobre la mesa del café, sintiéndose derrotado y exhausto. Llevaba días con problemas para quedarse dormido, al tener que pensar en el lío en que se había metido y tratar de idear cómo salir de él.
— Si haces un chiste juro que voy a romperte a boca, y no de la forma placentera. —advirtió el chico de cabello azabache, sin levantar la cabeza.
— ...ignorando esa cuestionable reacción a algo que ni siquiera he hecho, no creo que sea placentero que me rompas la boca, aunque sea mientras nos besamos.
Sasuke soltó una mezcla entre un quejido y un gruñido, similar a los que hacía Karin cuando olvidaba comprarse ibuprofeno en su periodo.
Aunque ambos sabían que si intentaban comparar sus cólicos con el tumulto emocional del muchacho, ambos terminarían con chichones sobre la cabeza, como un par de caricaturas, sabían que la impotencia que sentía Sasuke probablemente era similar.
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Bottom - SasuNaruSasu
Fanfic- Puedo sentirlo, sabes? -comentó el otro muchacho, sin voltear a verlo, tomando mayor interés en sus apuntes. No había nadie más en el salón. - La forma en que miras mi espalda, cuando crees que no te presto atención -continuó, al notar que no obt...