(13) Sakura

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— Tienes una verdadera suerte de mierda! —rió Kiba, clavándole una buena mordida a su sándwich.

— Eso no te hubiera pasado si no te hubieras hecho tan amigo de ese mocoso. —recalcó Shikamaru.

— Tienen razón, —añadió Choji, mientras masticaba con ganas la hamburguesa casera que había traído—. sólo tendrías que bañar perros o cuidar gatos de nuevo. Es menos responsabilidad, no?

— Por supuesto que no! —protestó el rubio en cuestión, golpeando la mesa con una mano, mientras se llevaba los palillos del ramen a la boca—. Es lo mismo, pero diez veces más irritante! Por lo menos los perros no hablan. No pueden decirte que tu rostro se ve raro y tu cabello se ve ridículo, o insultar las películas y música que escuchas porque están aburridos!

— ...carajo. No sabía que los niños podían ser tan crueles... —reflexionó Choji, tragando.

Naruto suspiró, dejando que su mirada cayera sobre la mesa de las chicas. Específicamente, de las chicas que conocía.

Sakura hablaba emocionada con Ino y Tenten, y Naruto sintió su estómago caérsele al suelo, tan repentinamente que tuvo que tragar pesadamente y dejar de comer, por un momento.

Recordó el sábado, en casa de Sasuke. Una oleada de culpa se apoderó de él, y deseó nunca haber tenido que pasar el fin de semana allí. Pobre Sakura. Deseaba poder confesarle la verdad. Pero lo odiaría. Se sentiría tan asqueada como herida.

Naruto ni siquiera lograba entender aún por qué lo había hecho. Cierto, Sasuke lo había empezado. Y quizás no se hubiese complicado tanto, si Naruto no le seguía la corriente. Y ese bastardo, jugando con Sakura de esa manera... No importaba que tan mal lo hubiese dejado quedarse solo de pequeño. Nada era excusa para tratar a alguien de esa manera. En especial alguien tan amable como Sakura.

El rubio se levantó, repentinamente, sorprendiéndoles al resto de chicos en su mesa.

— Tengo que ir al baño. —anunció, antes de apresurarse a la salida de la cafetería, sin antes recorrer cada mesa con la mirada. No se sorprendió demasiado, al ver que el muchacho al que buscaba no se encontraba en ningún rincón de la habitación.

Siguió caminando, a través de los pasillos. Dobló una de las esquinas, considerando si debía realmente buscarlo en el baño. No tuvo que ir tan lejos, sin embargo. Porque lo vio tras las puertas del salón de gimnasia. Sentado en una de las graderías, comiendo su almuerzo en silencio.

Seguramente así no recibiría hordas de chicas con las hormonas descontroladas en su misma mesa.

Naruto empujó una de las puertas y entró. Tenía ganas de gritarle, pero el eco sería demasiado, y no quería llamar la atención de docentes ni otros estudiantes.

Sasuke lo notó entrar, y se detuvo. Devolvió el onigiri que tenía en la mano al contenedor en su regazo, y lo bajó sobre la gradería, poniéndose de pie, una vez que Naruto estuvo frente a él.

— Qué es lo que quieres? —preguntó Sasuke, sabiendo que nunca era un simple saludo con Naruto. Pero extrañamente, su tono no era tan áspero como siempre.

   Hasta parecía que realmente le daba curiosidad el motivo de que Naruto lo hubiese buscado.

— Debes decirle la verdad a Sakura.

Sasuke pausó un momento, claramente sorprendido, ya sea por lo directo que había sido el rubio, o por la audacia de sugerirle tal cosa. Quizás incluso ambas.

— Por qué te importa lo que suceda conmigo y Sakura? —preguntó él, entrecerrando los ojos. Su tono regresó a su usual frialdad.

— Porque no se merece salir con alguien como tú. Debería estar con alguien que realmente la ame, de veras!
— Qué, como tú?

Bottom - SasuNaruSasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora