[Archivo 9]: Divulgación política.

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Cuero fue directamente al primer local que encontró.

—¿Alguien sabe algo sobre algún cabaret? Estoy buscando a Tanya.

La gente miraba con desagrado al joven.

—¿¡Que haces tú aquí!? ¿¡Cuántos años tienes!?

—Tengo dieciséis, pero solo quiero saber algo sobre esa tal Tanya.

La seguridad de aquel antro no tardó en echar a Cuero por la fuerza. Cabizbajo, continuó su camino mientras pensaba sobre lo que había ocurrido hacía unos minutos.

—Sigo sintiéndome culpable por la muerte de esa chica...

La respiración del joven empezó a acelerarse, pero consiguió sacar valor y suprimir estas emociones intrusivas.

—Tengo que seguir, es lo que Jhonny me pidió.

No tardó demasiado en llegar a la siguiente taberna.

—"La cantina del gallo"... Aquí tendrán algo de información.

Al entrar, se encontró con un grupo de matones que bebían entre risas apoyados en la barra mientras dos de ellos estaban ocupando una mesa a la vez que echaban un pulso de brazos.

—¡Eres un cabrón, me has pillado por sorpresa!

—¡Venga ya, no me vengas con excusas! ¡Solo eres un perdedor!

A pesar de estar relativamente asustado, Cuero sacó el poco valor que le quedaba para preguntar.

—¿Conocéis a la cantante de Cabaret "Tanya"?

Alborotados, todos los que estaban ocupando la barra se giraron hacia él.

—¿Y tú quién mierda eres? Fuera de mi vista.

Cuero no se amedrentó y siguió insitiendo.

—¡Necesito que me digáis algo sobre ella! ¡No puedo fracasar de nuevo!

Uno de ellos, el cual tenía un ojo morado, se acercó al joven.

—¿¡Quién te crees que eres para hablarme en ese tono!?

Nada más terminó de hablar, le propinó una patada en la cara a Cuero que lo tumbó a un par de metros de distancia.

El aspirante a detective se levantó del suelo, se limpió la sangre de la boca y se dispuso a volver a preguntar.

—¿¡Dónde puedo encontrar a Tanya!?

Otro de ellos, que tenía un brazo escayolado, se acercó para patearlo también.

Le acabaron propinando seis patadas, pero Cuero seguía levantándose una y otra vez.

—¡No voy a parar de levantarme! ¡Fallaré a la señora que nos dio la información! ¡Fallaré también al señor Walker si no consigo esto!

El hombre que había empezado a golpearlo se quedó parado en seco.

—Un momento, ¿has dicho Walker? ¿Jhonny Walker?

—Así es. Él es mi maestro.

El matón silbó hacia dos personas que estaban alrededor de una mesa y estos se acercaron al momento. Se pusieron a cuchichear en voz muy baja y se acercaron a Cuero.

—Está bien. Te llevaremos a donde está Tanya.

El joven se alegró mucho con estas palabras.

—¡Gracias! ¡No sabéis lo mucho que me ayuda esto! ¿Acaso conocéis a Jhonny?

—Digamos que es un viejo amigo...

Cuero recogió del suelo el tapón de una botella de Whisky. Salió del bar con el matón, el otro hombre escayolado y los otros dos que habían sido llamados anteriormente.

El Paladín de Sangre: Lluvia NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora