Cuando Betty despertó, tomó su teléfono con pereza y lo encendió para ver la hora; 9:56 AM. Suspiró y frotó sus ojos intentando dejar a un lado su cansancio.
Debía levantarse porque habían varias cosas que hacer en la casa. Aunque nadie había estado viviendo ahí antes, cuando llegaron se dio cuenta de que había un poco de suciedad.
No era nada exagerado, solo había mucho polvo, pero aún así sabía que era necesario limpiar todo, y también para comenzar a sentirla como su hogar.
Pero por supuesto, no lo haría sola. Y aunque sus hijos tendían a despertar despues del mediodía y luego de comer algo salir con sus amigos y volver de noche o algunas veces ni volver, ahora todo iba a cambiar.
Así que pensaba despertarlos para desayunar juntos cada día, como una familia y luego que la ayudaran con la limpieza de la casa.
Aunque ninguno de ellos haya tomado nunca siquiera un trapeador.
Luego de lavar su cara, cepillar sus dientes y recoger su cabello en una coleta salió de su habitación dispuesta a despertar a sus tres hijos.
Dejó varios toques en ambas puertas, y luego de unos segundos, la primera en abrirse fue la de la habitación de las mellizas revelando a Sophie con una cara de pocos amigos.
- Buenos días. -Betty sonrió. - Despierta a tu hermana.
- Son las 10 de la mañana. -la miró mal. - ¿Para que nos despiertas? -preguntó.
En ese momento, Stefan también abrió la puerta y la miró frotando su ojo derecho.
- Desde hoy vamos a desayunar juntos todos. -respondió la rubia.
- ¿Todos? -Sophie bufó. - Papá no está. Lo escuché salir.
Betty se encogió de hombros. - No importa. Cuando el esté, entonces también nos acompañará. Mientras tanto comenzaremos a actuar como una familia de verdad. Como antes.
Stefan bufó. - Una familia que está en la ruina y con un padre ausente. -simuló aplausos, y luego de rodear sus ojos salió de su habitación directo al baño.
Betty suspiró y miró a Sophie. - Despierta a tu hermana, iré a preparar el desayuno.
La rubia tomó de una caja que llevaron con la comida que tenían en la casa anterior un paquete de harina, los pequeños recipientes de la sal y el azúcar y huevos.
Preparó la mezcla para los hot cakes y encendió la estufa. Mientras los preparaba, la primera en bajar las escaleras fue Sophie.
- ¿De verdad?
- ¿Que? -Betty preguntó confundida sin verla, pues estaba concentrada en voltear los hot cakes en el punto perfecto.
- ¿Quieres fingir que somos una familia feliz? -cuestionó sentándose frente a la encimera.
- No, no quiero fingir. Quiero que lo hagamos real. -explicó.
- No es tan fácil, ¿Sabes? -preguntó sarcástica. - No quieras hacerlo ahora despues de que nos diste toda la libertad de hacer lo que quisiéramos y papá nos abandonara.
- Su padre no los abandonó. -lo defendió.
- Oh, claro, como se me ocurre decir algo así. -soltó sarcástica. - Tal vez no se fue de la casa pero sí nos abandonó. Por más de que nos mantiene y siempre cubría su ausencia con dinero y cosas materiales, no estuvo para nosotros en momentos importantes.
Betty tragó en seco. Sabía que tenía razón y claro, era algo que ella misma le había reclamado muchas veces a su esposo, pero también lo entendía a él.
- Mira, Sophie, tu padre tal vez no ha hecho las cosas muy bien ultimamente, pero ya estoy harta de escucharte a ti y a Stefan quejarse de él cuando lo único que hizo todos estos años fue trabajar para mantener todos nuestros lujos. -dijo seria, luego de sacar el último hot cake y apagar la estufa.
Si, como leyeron, ella solamente nombró a Stefan y a Sophie. ¿Por qué? Fácil, la niña de papá siempre fue Selena, antes, cuando el no se había ausentado de sus vidas de esa manera ella era la consentida que le encantaba ser llamada princesa por su padre, y luego, ella tal vez ya no obtenía ese mismo amor de él, pero eso fue sustituido por dinero y cosas materiales, así que... Ella no se quejaba.
En cambio, Stefan y Sophie siempre se quejaban con su madre del abandono del pelinegro, de que ya siquiera les prestaba atención a ninguno de ellos y así ambos crearon cierto disgusto hacia su propio padre con el pasar de los años.
- ¿Y eso de que sirve ahora, eh? -preguntó con molestia. - Ahora mira donde estamos. -miró a su alrededor.
Betty la miró y mordió su labio inferior. - Tu padre quiere cambiar, quiere arreglar las cosas. Y yo también. -admitió lo último con pesar.
Ella soltó una risa sin gracia. - Suerte con eso, mamá. -murmuró y se levantó de ahí, para ir a sentarse a la mesa del comedor.
Un rato después, los cuatro comían en la mesa en un silencio un tanto incómodo. Pero más que incómido, era raro. Era muy extraño eso, hacía años que ellos no comían en la misma mesa, al menos no con su madre.
Betty aclaró su garganta y los miró. - Debido a que tebdremos todo el día libre aquí... Hoy limpiaremos la casa.
Selena toció y tomó un poco de agua. - ¿Limpiar? ¿Yo?
- Si, tú. -la señaló. - Todos lo haremos. Ya no hay chef, ya no hay sirvienta y no hay jardinero, así que todos vamos a cooperar con la limpieza de nuestra casa.
Stefan suspiró. - Odio ser pobre. -murmuró entre dientes y continuó comiendo.
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Holi! 💗
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Los amo, bye... ✨
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Promesas | Bughead | +18
FanfictionLa vida está llena de eso; promesas. O más bien, de gente que las hace. Lo malo de ellas, es que cuando alguien hace una promesa, no se tiene ninguna seguridad de que la cumplirá o no. Cualquiera puede decir que hará algo, que te lo promete por su...