Jughead dejó la última caja por subir en su habitación, luego de ayudar también a sus hijas a subir las de ellas.
Se sentó en la orilla de la cama y miró a Betty, que estaba frente al clóset sentada en el piso sacando de una caja sus zapatos y los de Jughead, ordenándolos en la parte de abajo del clóset.
- Betty... -el llamó la atención de su esposa.
Ella, sin mirarlo y concentrada en lo que hacía, respondió. - ¿Ah?
Jughead suspiró. - ¿Puedes sentarte aquí un momento? -señaló junto a él en la cama.
Betty levantó su mirada y suspiró. Se levantó y se sentó junto a él. - ¿Que pasa?
- Yo... Eh... -estaba nervioso. - Quiero arreglar las cosas, lo sabes. -murmuró. - No solo con los chicos, contigo también.
- ¿Conmigo? -preguntó, algo sorprendida.
El asintió. - Por supuesto, Betty, eres mi esposa. -dijo obvio. - De verdad me duele todo lo que nos hemos distanciado por más que dormimos en la misma cama... -tragó en seco mirando sus manos. - Quiero que seamos el equipo de antes, quiero que como antes, cada día luego de volver del trabajo pueda estar contigo y dejar todas mis preocupaciones atras. -sus ojos comenzaron a cristalizarse. - Quiero- no. -se interrumpió a sí mismo. - Necesito que me perdones. -la miró, cuando una lágrima cayó por sus mejillas. - No quiero sentirme más así. -murmuró entrecortado cuando ella con su mano limpio la lágrima. - No quiero seguir sintiéndome rechazado por mi propia familia.
La rubia también tragó en seco al mirar sus ojos azules. Esos que ya no tenían tanto brillo como antes, solo veía cansancio, dolor y arrepentimiento.
¿Lo perdonaría?
Quería hacerlo, claro, lo amaba con su vida... Pero realmente no sabía si serían capaces de arreglar su matrimonio que estaba tan roto.
Además... ¿Por qué confiar en él? Era al menos la tercera vez que escuchaba eso de él, ya había pasado antes, el volvía a ella arrepentido, se disculpaba, le prometía que todo cambiaría pero no hacía nada para cumplirlo.
Bajó su mirada cuando sus ojos también se cristalizaron. En su cabeza escuchaba a gritos como el decían ¡No lo perdones! ¡No va a cambiar! Pero en el fondo... Ella quería hacerlo porque aún guardaba un poco de confianza en él, y mientras su mente le gritaba que no, su corazón le pedía que le diera otra oportunidad.
- Es la tercera vez que me dices todo esto. -dijo sin mirarlo.
El pelinegro suspiró y limpió sus propias lágrimas. La tomó del mentón y levantó su cara para que lo viera a los ojos.
- Necesito que confíes en mí... -murmuró. - Se que la he cagado y que cuando te dije que cambiaría no lo hice... Pero Betty, de verdad aprovecharé esta oportunidad si me la das, porque sé que sería la última oportunidad que tendría para arreglar esto, para arreglarnos.
- Siempre termino peor. -ella sollozó. - No quiero sufrir más por tu culpa y tus promesas sin cumplir. -negó con su cabeza.
El sintió que su corazón se partió en dos al escuchar esas palabras. ¿Tanto daño le había hecho?
- Perdóname, por favor. -suplicó. - Te necesito conmigo, nos necesito unidos para recuperar a nuestra familia, yo no puedo hacerlo solo, yo no puedo sin ti.
- No me dañes más, Jug... -pidió entre lágrimas. - No podría soportarlo. -admitió.
El asintió y la abrazó contra él, y ambos dejaron salir sus lágrimas en el hombro del otro, ambos sollozaron sacando todo su dolor contenido.
Betty se escondió en su cuello queriendo sentirlo más cerca, intentando ahuyentar todos esos pensamientos que aparecían en su cabeza de todo el daño que el les había hecho a ella y a su relación.
Jughead acarició su cabello, intentando calmarla y carlmarse, pensando en como haría para que ella volviera a confiar al 100% en él sin fallar en el intento.
Se separaron y el la tomó del mentón de nuevo. - Perdóname, por favor di que me perdonas. -murmuró en sus labios, intentando encontrar una respuesta en sus ojos verdes.
- Te perdono, pero Jug... -suspiró. - No nos dañes más. -le pidió.
- No lo haré. -negó. - Lo prometo.
Ella asintió, y vió como la mirada de él bajó lentamente hacia sus labios y luego volvió a sus ojos.
Él, sin desconectar sus miradas, limpió con delicadeza las lágrimas de sus mejillas y luego, acercó sus caras con lentitud, hasta que despues de mucho tiempo, sus labios se unieron en un beso lento.
Ambos cerraron sus ojos y siguieron aquél beso con el mismo ritmo, moviendo sus labios con lentitud y calma. Betty dejó su mano en la nuca del pelinegro y convirtió el beso en uno un poco más apasionado, uniendo sus lenguas.
Se separaron luego de unos segundos cuando se quedaron sin aire, y respirando agitados dejaron sus frentes pegadas, aún mirándose a los ojos.
Ambos sonrieron sin despegarse. - No nos dañaré más. -el murmuró. - Y seremos incluso más felices que antes. -afirmó.
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BESO BUGHEAAD.
¿Que opinan? ¿Confían en Jug?
Espero que les guste, bye! 💗
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Promesas | Bughead | +18
FanfictionLa vida está llena de eso; promesas. O más bien, de gente que las hace. Lo malo de ellas, es que cuando alguien hace una promesa, no se tiene ninguna seguridad de que la cumplirá o no. Cualquiera puede decir que hará algo, que te lo promete por su...