31. Es una promesa

104 22 53
                                    

Cuando se terminaron el postre, Jughead se acercó a su esposa y la abrazó por detrás.

- Te amo. -le susurró al oído. - De verdad, Betty, eres la mujer más especial de este mundo tan jodido, me has levantado tantas veces, aún sin saberlo. -besó su mejilla. - Te amo. -repitió.

Ella cerró sus ojos dejando que la abrazara, sintiéndose pequeña entre sus brazos y por su altura. - También te amo mucho, Jug...

El pelinegro inclinó su cabeza y luego hizo su cabello a un lado para comenzar a besar su cuello, aprovechando que la tenía de espaldas a él.

- Te amo. -repitió.

Sin dejar de besarla tomó el orillo de su camisa y se separó unos segundos solamente para quitársela y tirarla por ahí, pero enseguida volvió a apegar sus labios a su cuello y hombros.

- Jug...

- ¿Mhm?

- ¿Vamos arriba? -ella preguntó.

Jughead sonrió de lado. - Vamos.

El se agachó para tomar la camisa de la rubia y juntos subieron, hasta que al llegar Jughead la dejo contra la puerta de la habitación, ya adentro.

Ambos se quitaron la ropa con lentitud, con adoración, mirándose a los ojos y besándose apasionados.

Cuando se desnudaron por completo, el la tomó de la cintura y juntos subieron a la cama, pero el se quedó sentado en medio de esta y ella se subió en sus piernas.

La tomó de la cintura de nuevo y unió sus labios con desespero, mientras ella despeinaba sus cabellos negros. Sentía que perdía su paciencia y las ganas aumentaban, más porque ya ambos estaban desnudos, y la erección de él pegaba contra su entrepierna ya húmeda en anticipación a lo que se aproximaba.

- Jug, por favor... -susurró impaciente.

El sonrió besando sus pechos erguidos. - Nena, no quiero apurar nada, solo quiero que hagamos el amor. -dijo y la miró a los ojos. - Además... Tú estás arriba. -le recordó.

Betty relamió sus labios y se levantó levemente, guiando el miembro erecto de su esposo a su entrada con ayuda de él.

Cuando sintió la punta rozar su feminidad, jadeo levemente, pero luego arregló sus piernas para estar más cómoda y se dejó caer con lentitud.

Fue lento mientras él sentía que se adentraba en ella, su estrechez lo arropó y soltó un gemido de placer, ese tipo de placer que no sentía mucho tiempo atrás. Ninguno de los dos, de hecho, considerando que no habían tenido relaciones.

- Betty... -el susurró con la voz ronca.

Ella se abrazó a él y comenzó a mover sus caderas lentamente, mientras el la tenía de la cintura guiando sus movimientos. Ambos siendo conscientes de que lo iban a hacer lento, sin apuros, simplemente iban a hacer el amor.

Siendo conscientes de que ese momento era solo de ellos, y que después de mucho tiempo, volvían a unirse en cuerpo y alma, reafirmando que si podían mejorar, si podían salir adelante y su matrimonio sobrepasaba cualquier adversidad.

Jughead jadeó en su oído mientras ella gemía con su cabeza escondida en su cuello. Ahora, ambos estaban más desesperados por encontrar la liberación.

La rubia lo estaba abrazando con fuerza, sus piernas cerradas alrededor de él como si su vida dependiera de ello, mientras el con una mano la tenía de la cintura también con fuerza y la otra la tenía en su cabello, enterrandola más contra el hueco de su cuello, queriendo tenerla impregnada contra su cuerpo por siempre.

Las caderas de ambos se movían con rapidez, casi al mismo ritmo si no fuera por lo desconcentrados que ambos ya estaban, alejados de la cordura, con sus mentes en otra galaxia, o tal vez, solamente en sus gemidos.

Las piernas de Betty comenzaron a temblar a medida que el daba embestidas más duras contra ella, hasta que ambos se corrieron juntos por primera vez después de mucho tiempo. Juntos alcanzaron el punto máximo de placer en un gemido.

El la separó de su cuello jalando su cabello y unió sus labios en otro beso apasionado, con las respiraciones agitadas y profundas.

- Si pudiera, pasaría toda mi vida así. -el le susurró al separar sus labios, teniéndola de la cintura, aún enterrado en su cavidad estrecha.

La rubia relamió sus labios, mirándolo sonrojada. - Fue increíble.

- Claro que lo fue. -besó su mejilla y se quedó ahí, contra su cara, como si quisiera apegarse a ella y no separarse más. - Contigo siempre se siente igual de bien.

- ¿Solo conmigo?

- Solo contigo. Eres la única mujer que he tocado en mi vida. Te prometí fidelidad en el altar, y aunque pasamos por muchas cosas, siempre lo cumplí y lo seguiré cumpliendo. -prometió.

Ella sonrió. - Yo igual. Eres el único hombre para mí. -lo tomó de las mejillas y lo miró a los ojos.

- Y tu la única mujer para mi. -susurró. - Mi mujer.

- Te amo.

- Yo también te amo, Betts. -besó sus labios con lentitud. - Y lo haré siempre. Es una promesa.



















Y si, ya lo hicieron después de mucho tiempo 😭

Son muy lindos ellos.

Espero que les guste! ❤️

Gracias por todo su apoyo. Los amo mucho... Bye! ✨

Promesas | Bughead | +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora