Capítulo 17

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Jane caminó hasta el refrigerador de su casa, abriéndolo para buscar una cerveza fría. Sentía la mirada de su madre sobre ella, pero decidió ignorarla hasta que finalmente abrió la boca y no le quedó otra opción.

—¿Ya no bebieron en el Dirty Robber? —preguntó sin apartar la mirada del sándwich de queso fundido que estaba haciendo.

—Solo tomé una cerveza. —Intentó agarrar una de las tostadas con forma triangular, pero Angela le dio un manotazo en la mano y Jane hizo una mueca.

—¿Y Maura?

Jane miró hacia el salón abierto, donde Maura ahora vestía un vestido blanco y negro y tenía a TJ sobre sus muslos, haciéndole muecas al bebé que reía descontroladamente.

—Una copa de vino.

Por fin, su madre le dio una tostada. Tommy había comentado que tenía ganas de comer queso fundido, y sus hermanos Rizzolis se unieron a la petición sin dejarle otro remedio que complacerlos.

Angela se limpió las manos con una toalla de papel y fijó la mirada en la rubia y Tommy, que juntos hacían muecas para el bebé.

—¿Se ven bien juntos, no crees?

Jane casi escupió el sorbo de cerveza que había tomado y se limpió los labios con la parte posterior de la mano antes de mirar atónita a su madre y luego a su amiga.

—No empieces, Ma. Maura está aquí de visita, no en una fiesta de solteras. —En su interior, no podía negar que los dos se veían bien juntos. Pero... ¿Maura y Tommy? No podían ser más diferentes. Aunque ellas dos lo eran y hasta ahora habían trabajado muy bien juntas.

—¿Qué? —preguntó como si estuviera ofendida y cruzó los brazos. Jane dejó la cerveza sobre el mostrador y se acercó un poco más, hablando en voz baja.

—No creo que Maura esté buscando algo romántico en estos momentos, mucho menos a alguien como Tommy.

—¡Jane! Es tu hermano.

—Precisamente por eso, porque lo conozco.

Las dos se miraron fijamente sin pestañear hasta que escucharon la voz de Tommy.

—Ma, tengo hambre.

—Tenemos —se unió Frankie.

Maura apartó la mirada del bebé en su regazo y miró a Jane, quien le guiñó un ojo mientras mordía un trozo de tostada. Maura sonrió.

—¿Por qué Jane está comiendo?

—Dejen de actuar como niños y actúen como los hombres que son. ¿Qué pensará Maura?

Todos miraron a la rubia, que apenas había reaccionado al escuchar su nombre; el bebé la mantenía distraída.

—Maura no juzga las niñerías de estos dos, Ma.

La mujer miró a la morena y luego a los dos hombres que masticaban sin apartar la mirada de ella. En ese momento, se dio cuenta de que esperaban que respondiera a algo.

—Perdón... no había escuchado.

—No es nada importante —aseguró Jane, quien se acercó sonriendo al ver que TJ extendía los brazos hacia ella. Maura sostuvo el pequeño plato que Jane sostenía y lo colocó a su lado en el sofá para que pudiera agarrar al bebé con las dos manos—. Es para ti —hizo un gesto hacia el plato.

—Es una comida muy pesada para esta hora, Jane.

—Pruébalo, no te arrepentirás.

—Es cierto —comentó Tommy, que ya había terminado el suyo—. Sigo pensando que es porque Ma hace su propio pan.

Tú y Yo (Tú mi Naturaleza y Yo tu Humanidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora