Capítulo 18

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Jane caminó con pereza hasta la recepción donde Blanca confirmó la hora de la cita y le dijo que se sentara unos minutos. Intentó hacer un Sudoku, pero la mente no le daba ni para hacer algo tan simple como aquello. Tal vez estas sesiones de terapia le ayuden un poco. Se atrevería a decir que lo necesitaba, por lo menos, ese día.

-Jane, ¡qué sorpresa! -exclamó Patricia al verla-. Blanca me dijo que la detective Rizzoli estaba esperando y no me lo podía creer.

-Eso ocurrió solo una vez... bueno, vale, dos veces.

-En otras palabras, nunca apareces para la primera sesión 'oficial'. Sígueme.

Jane se levantó y la siguió, notando que Blanca hacía todo lo posible para no reírse.

-Ya sabes, trabajo y cosas de la vida, especialmente trabajo -decía mientras entraban a la oficina y tomaba asiento.

-Me has dicho -comentó, agarrando un bloc de notas antes de sentarse enfrente de la morena. Por su tono de voz, Jane dedujo que había una pizca de sarcasmo en sus palabras; ella tampoco había olvidado la tan elaborada historia que se tuvo que inventar la segunda vez que no se presentó para la sesión. En el fondo, es consciente de que Patricia sabía que le había mentido, aunque no lo hubiera reconocido.

-Antes de nada, quiero felicitarte por tu cumpleaños. ¿Fue un día agradable?

-Lo fue. En sí, fue uno de los mejores días de este año y posiblemente de mi vida.

-Me alegra mucho escuchar eso.

Los ojos de Jane se enfocaron en la pluma entre los dedos de Patricia que se movía sobre la hoja del bloc. Se preguntaba qué era lo que estaba escribiendo si apenas había abierto la boca.

-¿Deseas hablar de ello?

-Pues no tuve que trabajar, bueno sí, pero tomé la mitad del día libre.

Patricia ladeó la cabeza un poco, dejando la pluma a un lado y cruzando los dedos, reposándolos sobre el bloc de notas.

-Más bien me obligaron -aclaró.

-Ahora tiene más sentido -sonrió ligeramente.

-Maura organizó todo a la perfección. Fue un buen día.

-¿Desde Nueva York?

-Imagino que sí, aunque ahora está aquí por unos días -dijo con la mirada perdida, recordando la conversación que tuvo con Maura mientras desayunaban.

-¿Hay algo que te inquieta, Jane? Te noto distraída.

-Hay algo de lo que me gustaría hablar contigo -murmuró dudosa y Patricia asintió-. No tiene que ver con el caso -aclaró.

-No estoy aquí solo para hablar sobre el caso. Mi trabajo es asegurarme de que estés apta emocionalmente para cumplir con tu trabajo. Puedes hablar de lo que desees.

Jane asintió en silencio, pensativa.

-Ayer el día fue perfecto, pero no terminó tan bien. Mi esposo, Gabriel, como ya sabes, es agente del FBI y tiene que viajar mucho. Él no pudo estar presente... pero por una llamada de su compañero, descubrí que ya habían cerrado el caso dos semanas atrás.

-¿Qué quiere decir eso?

-Que durante esas dos semanas me dijo que tenía que viajar a Washington para trabajar en el caso. Me ha estado mintiendo.

-¿Hablaste con él?

-No... regresa esta noche. No quiero pensar lo peor. Maura piensa que tiene un caso del que no puede hablar, ya sabes, cosas del FBI.

Tú y Yo (Tú mi Naturaleza y Yo tu Humanidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora