Capítulo 12

26 2 0
                                    

—¿S-su hermano?—tartamudeé, sin poder creerle.

—Sí. Me llamo Killian. ¿Y tú?

Yo me quedé muda. Ni siquiera sabía donde mirar.

Abrí la boca intentando hablar, pero no salió ningún sonido.

Solo podía pensar en una sola cosa.

Sí él era el hermano de Kate entonces...

—¿Eres el alfa de Dark Moon?

Dark Moon, ese era el nombre de la manada de rogues.

Damon no pareció sorprenderse ni inquietarse por mi pregunta, solo asintió.

—¿Es eso un problema?

De nuevo, no supe que contestar.

¿Realmente era un problema? No estaba segura. Seguía confundida.

Ya había dicho antes que no me importaría que mi mate fuera un rogue con tal de tenerlo. Pero nunca imagine que pudiera ser el alfa de esa manada. No sabía como sentirme al respecto. No es que estuviera decepcionada, simplemente... No sabía en que me dejaba eso.

Volví a mirarle y pude ver un destello de preocupación en sus ojos. Me sentí culpable viéndolo ahí, parado delante de mi como si se esperara que lo rechazara.

Entonces lo supe: Quería estar con él.

Por mi mente pasó el recuerdo de Katherine y de los demás miembros de la manada de rogues con los que hablé, aunque solo fuera durante menos de un minuto. No eran distintos de cualquier otra manada. No parecían peligrosos, ni amenazantes. No conocía las circunstancias por los que fueron expulsados de sus manadas, pero les daría el beneficio de la duda. Y lo mismo era para el hombre frente a mi, que esperaba con una falsa calma a que hablara.

—No. No es un problema —respondí, con firmeza.

Una preciosa y enorme sonrisa se formó en su atractivo rostro. Observé con tentación sus gruesos labios, deseando volver a besarlos.

Killian extendió una mano hacía mi, que agarré de inmediato.

—¿Vamos con los demás? Creo que los hemos hecho esperar demasiado.

Solté una carcajada avergonzada al recordar lo que habíamos hecho, mientras salíamos del baño.

Aún estaba procesando la revelación de que él era el hermano de Kate y el alfa de Dark Moon. Pero aun con todas las preguntas que llenaban mi mente, era innegable la atracción entre nosotros.

Al llegar a la mesa, Kate y Maze nos recibieron con sonrisas expectantes.

—Bueno, creo que nos hemos perdido de algo interesante —comentó Maze, arqueando una ceja con picardía.

Killian y yo intercambiamos una mirada divertida antes de explicarles lo que había sucedido en el baño, aunque ahorrándonos algunos detalles. Como el hecho de que deseaba que me arrancara los vaqueros. Ese no es el tipo de cosa que quiero que sepa la hermana de mi mate o Luke, aunque ya sabía que mi amiga me sonsacaría todo más tarde.

Maze soltó una risita mientras Kate asentía con una sonrisa.

—Vaya, vaya. Parece que tenemos mucho de qué hablar —dijo Kate, con una chispa traviesa en los ojos—. Pero primero, ¡a comer!

Durante la comida, la conversación fluyó fácilmente entre nosotros. Hablamos de nuestras vidas, nuestras experiencias y nuestras esperanzas para el futuro. Por momentos, se me olvidaba la presencia de la parejita y de Luke, cada vez más cómoda con Killian, como si lo conociera desde hacía mucho tiempo.

Después de la comida, Killian me miró con determinación.

—Isabella, me gustaría llevarte a dar un paseo por los jardines. ¿Te gustaría acompañarme?

Mi corazón dio un vuelco ante su propuesta, y asentí con una sonrisa.

—Me encantaría —respondí, emocionada por pasar más tiempo a solas con él.

Alfa de roguesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora