Capítulo 4

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Después de nuestra corta e intensa conversación, Maze y yo comenzamos nuestra maratón de Barbie.

Teníamos todo tipo de chuches y snacks desperdigados por la cama mientras Maze tenía el portátil con la peli "Barbie y las 12 princesas bailarinas" sobre su regazo.

Apoye mi cabeza en su hombro mientras miraba la pantalla, aunque mis pensamientos estaban en otra parte.

No paraba de pensar en las palabras de Maze. Ella tenía razón. Es posible que ninguno de los rogues sea nuestro mate y, aún así, me permití soñar con la idea.

Estaba cansada de esperar, cansada de sentirme sola. Por supuesto que tenía a Maze, pero no era ese el tipo de compañía que necesitaba.

Quiero a alguien que sea mi compañero, mi confidente y mi amor. Deseo mirar a mi mate y saber que es mío y que yo soy suya.

Quiero sentirme amada, protegida y deseada por alguien que puede que no exista. Y eso me mata.

Como pude, traté de concentrarme en la peli.

Ver películas de la infancia son el remedio de cualquier mal. Palabras de Maze, no mias.

***

A la mañana siguiente, Maze y yo nos despertamos y fuimos directamente a la cafetería/comedor que disponía el hostal.

Este estaba repleto de licántropos y nos costó encontrar un lugar donde sentarnos. Seguramente habría sido más difícil si no fuera por qué muchos salen a cazar su propia comida.

—Parece que no hay ningún rogue —señalé.

Maze me lanzó una mirada de reproche.

—No te ilusiones.

—No lo hago. Solo señalo un echo. Más allá de la posibilidad de que uno sea nuestro mate, ¿no tienes curiosidad por ellos?

Dio un pequeño asentimiento con la cabeza como respuesta.

—No creo que se relacionen con las otras manadas más de lo necesario.

—Pero estarán en los actos oficiales, ¿no?

Maze puso los ojos en blanco.

—Para no ilusionarte no paras de preguntar por ellos.

—La esperanza es lo único que se pierde —declare y le robé una fresa de su plato.

—¡Oye!

Maze trato de golpear mi mano, pero me aparte.

—Eres muy violenta, Mazikeen.

—Como vuelvas a llamarme así si que me pondré muy violenta, Isabelle.

Yo solo me reí y seguí comiendo.

***

Al terminar, nos levantamos y justo cuando íbamos a cruzar la puerta para salir, sentí como Maze se tensaba y retrocedía.

—Hola, Mazikeen.

Me volví hacia el origen de esa voz.

Luke, el hermano de Maze, esperó a que contestara su saludo. Pero solo se le quedo viendo, sin decir una palabra.

El incómodo silencio no duro mucho cuando Luke se giró hacia mi.

—Es un gusto verte de nuevo, Isabelle. Veo que habéis venido juntas.

—Sí. Llegamos ayer.

Maze me echo una mirada de reproche nada disimulada, no queriendo que le hablara a su hermano.

Este debió darse cuenta también ya que se despidió rápidamente.

Nosotras retomamos el camino hacia la habitación y poder prepararnos para el acto oficial de inicio de "la reunión".

—¿Estás bien, Maze? —pregunté en voz baja, no queriendo presionarla.

Esta soltó un ligero suspiro sin mirarme a los ojos.

—Sí. Es... —Maze dudó en continuar—. Me ha sorprendido verle.

—Ya sabías que vendría este año.

Maze asintió y volvimos a quedarnos en silencio.

La relación de Maze con su familia era prácticamente nula. Cuando decidió marcharse de la manada, su familia no la paró. Es más, parecían desear que lo hiciera, como si eso borrará su existencia.

El único que estuvo en contra de eso fue Luke. Él no quería que se marchará. Pero era lo que Maze necesitaba.

Toda la situación la hacía infeliz y la actitud distante de su familia y manada lo empeoraba. Y Luke no quiso entenderlo.

Pelearon. Se dijeron cosas bastante hirientes. Ninguno se disculpó.

Después de marcharse, la comunicación entre ambos era mínima. Apenas unos mensajes de "¿Cómo estas?". Pero más allá de eso, nada.

Los únicos momentos en los que se han visto han sido en actos oficiales de la manada a los que Maze se vio obligada a ir. Nunca antes habían coincidido durante la reunión ya que Luke había tenido la suerte de tener como mate a un miembro de la manada vecina.

Sin embargo, desde hace 3 años Luke había asumido el puesto de beta en su manada, de modo que había venido aquí en representación de esta.

—Podrías aprovechar estos días para hablar con tu hermano. Hace mucho que no os veías.

Ni siquiera me contestó. Y yo no la presioné más.

Esperaba que ella pudiera recuperar su relación con su hermano. Porque a pesar de su desacuerdo, Luke había sido el único que se había preocupado por ella y deseaba su bienestar. Y quería que Maze tuviera a alguien así en su vida.

Incluso teniendo a Maze, me sentía triste por no tener a mi familia después de que me dejaran de lado. Y sabía que ella se sentía igual.

Quizá no volverían a cómo eran al principio, pero si alguien en quien Maze pudiera apoyarse y sentirse amada a parte de mi.

Pero eso no era algo que yo pudiera forzar.

Alfa de roguesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora