Al terminar el discurso, todos se pusieron a aplaudir.
En cambio, yo me apresuré a marcharme. Estaba deseando llegar a mi habitación y dormir para olvidar esta noche.
Pero mi plan se vio interrumpido en cuanto sentí los brazos de alguien envolviéndome de repente.
Reconocí a Maze en seguida. Se apretaba tanto contra mi que casi no podía respirar.
Estaba a punto de soltarle una broma sobre cómo parecía una lapa cuando escuché como sollozaba.
—Maze, ¿ha pasado algo? ¿Es por Luke? ¿Te dijo algo?
Sin decir nada, se apartó un poco de mi, aunque aun se mantenía abrazada a mi, y pude ver una gran sonrisa plasmada en su rostro.
En ese momento lo supe.
—¿Has... encontrado a tu mate?
Ella solo pudo asentir. Parecía que no podía dejar de llorar de la felicidad.
Divertida por su reacción, la acuné entre mis brazos como si la consolara y la felicité.
—Ella... —empezó a hablar, pero un nuevo sollozo la interrumpió—. Ella es preciosa. Es tal como habría imaginado que sería. En cuanto la vi supe que era mi mate.
—Eso es genial, Maze —le dijo, con toda honestidad.
Maze era una de las personas más maravillosa que había tenido la suerte de conocer. Se merecía toda la felicidad del mundo.
Verla tan emocionada hacía que una pequeña parte de mi se sintiera cálida.
Iba a darle un beso en la mejilla cuando de repente sentí como tiraban de mi hacía atrás.
Aún aturdida, vi como frente a mi había una mujer enfurecida clavándome las uñas de los hombros con saña.
Aparté su mano rápidamente y me alejé de ella, devolviéndole una mirada más que molesta.
—¡¿Se puede saber qué te pasa?! —grité, sujetándome el hombro adolorido.
—Eso debería preguntártelo yo —respondió lentamente en tono amenazante—. ¿Se puede saber que le hacías a mi mate?
Yo retrocedí sorprendida.
Miré a Maze, que rápidamente se acercó a quien decía ser su mate, y le susurró algo al oído.
Podría haber intentado escucharlo con mis sentidos, pero estaba demasiado ocupada en observar a la mujer frente a mi.
Alta. Cabello oscuro recogido en un moño. Piel ligeramente bronceada. Ojos azules.
Maze tenía razón: era preciosa.
Tenía un atractivo bastante llamativo, con facciones ligeramente marcadas. Si la viera por la calle pensaría que era modelo.
Sus ojos, que seguían fijos en mi, cambiaron de la ira a la confusión y luego a la comprensión.
Yo seguía bastante alejada de Maze y ella, y cuando se me acercó un poco, no pude evitar retroceder.
Lo último que quería era lidiar con una licántropa celosa. Más si era la compañera de mi amiga.
Esta se dio cuanta que no la quería cerca por lo que se quedo donde estaba .
—Siento mucho mi comportamiento —empezó, mirándome con los ir parecía arrepentimiento—. He sido muy impulsiva. No me di cuenta de que eras su amiga.
—Ya.
No me tomé muy bien su disculpa. Podía sentir un ligero escozor en las heridas que me había hecho en el hombro con sus uñas.
Seguro que mañana también tendría un moratón ahí por su fuerte agarre.
Maze le dio un ligero empujón, incitándola a seguir disculpándose.
Su mate pareció dudar, pero Maze siguió presionando.
—Realmente lo siento. No quiero justificarme, pero espero entiendas que ver a una desconocida abrazando a mi mate me molesto.
—Entiendo.
Y lo dije honestamente.
Me había molestado como se había comportado conmigo. Pero supongo que es la reacción más normal que uno tiene en esos casos.
Si yo encontrara a mi mate siendo abrazado tan íntimamente por otra mujer también me pondría celosa.
Además, ver a Maze reprochando a su mate de esa manera resultaba bastante divertido.
Me acerque a ellas y le extendí la mano.
—Soy Isabella.
—Katherine. Llámame Kate.
Nos dimos un ligero apretón de manos, olvidando lo que pasó antes, y Maze aplaudió emocionada.
—Esto es genial. Deberíamos ir a sentarnos en una mesa para conocernos.
—¿No preferirías que os dejara un rato solas?
Maze negó con la cabeza.
—Nos hemos pasado las dos horas que ha durado el discurso hablando. Quiero que os conozcáis.
Dicho eso, Maze nos guió emocionada a una de las mesas.

ESTÁS LEYENDO
Alfa de rogues
Loup-garouIzzy asiste junto a su amiga Maze a "la reunión", un evento que solo ocurre cada 10 años donde los licántropos de todo el mundo pueden encontrar a su mate. Sin embargo, Izzy y Maze ya han perdido la esperanza de encontrar a su pareja predestinada, p...