Tu Eres Mi Partido [ Edward Cullen ]

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Rin estaba encerrado en el baño desde hace una hora, había tomado un baño y limpiado la herida de su mano, se veía un poco extraña, tal vez tuvo que aceptar la oferta de los hermanos Cullen pero.

El y su maldito orgullo no lo dejaron, suspiro entrecortado al pasar el algodón con alcohol en su mano, diablos, si arde esa mierda.

Boto el tercer algodón en la basura, coloco la gasa en la mano y luego la vendo con unas vendas, una vez que terminó, guardo todo en su lugar y salió del baño con una camiseta marron junto unos shorts negros.

Bella estaba acostada en su cama, vestida con una ropa que le presto mientras comía unas palomitas que le había hecho Shiduo, al parecer ambos se llevaron bien a pesar de la diferencia de personalidades.

Vio que Kenji estaba dormido en su cama, el camino hacia al camino y acarició su cabeza, el pequeño - no tan pequeño - perro busco más de su cariño, el negó y fue hacia su cama, se acostó aún lado de Bella quien trago las palomitas y le mostró un video en la laptop.

- ¿De que trata? - le pregunto mientras se inclinaba y miraba la pantalla.

- Videos de personas perdidas, al parecer hubo un tiempo que personas desaparecieron - explico ella mientras comía del tazón, asintió y también llevo unas palomitas a su boca.

- Veamos que tal - acepto.

[...]

- Maldición, ¿como que no hay parte 15? - se quejo Rin, tenían como seis horas mirando videos de Youtube sobre misterios.

Bella a su lado bufo molesta por tal estafa, suspiraron ambos a la vez derrotados.

- Voy a ver si consigo otro también, que sea así de bueno como este - dijo ella mientras tomaba la laptop y comenzaba a buscar.

- Bien, ya vuelvo, iré a buscar algo de comer - Bella no respondió mientras el salió de su habitación rumbo a la cocina.

Bajo las escaleras y cruzo el pasillo que daba a la cocina, al llegar, fue directo al refrigerador, busco y consiguió un poco de helado y unos nuggets, los tomo y los fue a calentar 3 minutos en el microondas, volvió a la nevera y consiguió jugo de piña.

Tomo la jarra y la coloco en el mesón, fue hacia los estantes y consiguió galletas de avenas, las favoritas de Bella y de el, coloco todo en una bandeja y espero por los nuggets.

Miro hacia el reloj que estaba colgado en la pared, era pasada la madrugada, no le tomo tanta importancia por qué la verdad mañana no tenía clases, desvio su mirada al pasillo y se quedó estático.

Otra vez esos ojos azules celestes, no entendía que estaba pasando, parpadeo para ver si desaparecían pero no.

Aún seguía ahi, mirándole fijamente, como si le estuviera viendo el alma, observo como lentamente se acercaba a el, sintió un escalofrío recorrer su espina vertebral, ¿como era posible esto?, ¿por qué no se movía?, ¿por no hacia algo?

Tantas preguntas y ni una respuesta.

Intento moverse, pero le era imposible, hasta que ese par de ojos se volvieron unos verdes oscuros, ante el, su perro estaba sentado ahí, sentado al frente de el como si nada, mirándolo.

De la nada, su perro se levantó y se fue, se hubiera quedado ahí si no escucha el pitido del artefacto avisándole que los nuggets estaban listos.