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Todos estaban en la sala mirándose las caras, Shiduo miraba a Félix con los ojos entrecerrados mientras murmuraba cosas sin sentido, Sae estaba perdido mirando el rostro de Rin como si fuera la cuarta maravilla del mundo, Félix miraba a todos sin entender y Rin, el solo;

- Parecen unas perras en celo cuando ven a un macho - comento Rin como si nada mientras bufaba.

- ¡Hey respeta imbécil!, para ti es señora perra - hablo/grito Shiduo mirando indignado a Rin, quien solo chasqueo la lengua y paso una mano por su rostro.

- Ya va, todo lo que dijo el chico ¿es cierto Rin? - hablo Sae mientras hace la pregunta a su hermano.

Rin quitó la venda de su mano, mostrando su mano mordida - pero no habia mordida alguna - esto hizo que los otros tres se  miraran asombrados, pero Félix salto de su asiento y tomo la mano de Rin y la miro de arriba a bajo.

- ¿Pero como? - pregunto asombrado Sae, negó y luego le señaló - entonces si es verdad.

- ¡Claro que es verdad! - exclamó preocupado Félix - esto significa que usted se convertirá en un hombre lobo, soy muy torpe - Félix hablaba angustiado mientras daba vueltas y sus orejitas estaban aplastadas.

- ¡Ja!, el mocoso se convertirá en un perro sarnoso - se burló Shiduo, quien estaba en el suelo revolcándose de la risa.

Sae tomo una revista entre sus manos y la miro unos segundos para luego con ella, golpear repetidas veces a Shiduo, quien se quejaba adolorido.

- Deja de reírte de mi hermano y ve a buscarme algo dulce antes de que se me baje la azucar - le reclamo el pelirrojo, quien estaba echado en el mueble con su rostro pálido, aún procesando la información dada.

El moreno no dijo nada e hizo lo pedido, Rin miro esto de manera sospechosa pero no dijo nada, por otra parte, volteo a ver a Félix, quien ahora estaba acostado en el suelo mirando perdidamente el techo.

- Soy mala mascota - susurraba una y otra vez Félix.

Rin solo suspiro y se sentó en el mueble mientras se decía así mismo que el tenía que ser el maduro en esta situación.

- Que domingo más mierda.

[...]

Después de aquel pequeño momento desastroso, había pasado una semana, dónde tomaba sus clases fingiendo ahora ser un humano.

Por qué si, resulta y acontece que ese mismo día se percató que le salieron unas orejas como Félix, hasta una cola.

Osea, una cola.

Si Rin antes era alguien agresivo y de mínima paciencia, ahora más, cualquier cosa le irritaba, le causaba mal humor, miraba a todos con rabia y si decían algo tonto en presencia de este, pues Rin hacia lo mejor que podía hacer;

- Tu pedazo de mierda, no sabes hacer algo bien, hasta mi perro sería mejor en esos ejercicios.

- A eso le llamas cantar, es como si escuchará a un pájaro ser destripado a carne viva.

-Si estuvieras en la guerra, ya estarías muerto por idiota.

- Por personas como tú, es que el Shampoo trae instrucciones.

- Ojalá un día amanezcas, pero muerto.

- Cállate la boca perra, lo único que sabes hacer es ladrar .

Tu Eres Mi Partido [ Edward Cullen ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora