— Habla, no tengo todo el día.
Suspiro ante las duras palabras de Edward y asíntio, respiro hondo y le miro fijamente antes de hablar.
— Primero, me quiero disculpar, fui un egoísta y no valoré tus sentimientos, poniendo primero mis sueños, merezco que me odies, entiendo si no me quieres perdonar ahora. — decia cada una de sus palabras con cuidado, observando los gestos que hacía el vampiro.
Edward lo miro sin pestañear, solo con su mirada dorada filosa, observándolo como una presa mientras se mantenía de brazos cruzados y alejado tres metros.
El cobrizo suspiro y se pasó una mano por el cabello mientras soltaba una pequeña sonrisa irónica.
— Aparte de egoísta eres un idiota. — le recalcó.
— No diré nada, pero si.
— También un maldito bastardo que no piensa en las demás personas que se preocupan por el. — insulto otra vez, Rin le miro con ojos abiertos y boqueó asombrado, primera vez que lo vea usar un vocabulario así — .un desgraciado también, te ho tantos insultos que decirte que no terminaría de insultar te está noche.
Termino de hablar y miro con una mirada filosa al lobo, el cual ahogo un suspiro y masajeo su entrecejo, dios mío en serio si la había cagado.
— No lo negare, si fui un tonto...
— Un maldito. — corrigió Edward.
— Cierto, un maldito. — acepto aunque eso le hiciera aumentar la rabia, ¿como era posible que se esté rebajando así? — .se que no podre conseguir tu perdón tan fácilmente pero, ¿podrías darme aunque sea una simple oportunidad? — ya a este punto, Rin hasta se había arrodillado enfre de Edward.
Quien lo miro desde arriba ligeramente sorprendido pero su expresión llena de rencor aún no se marchaba, seguia presente, soltó un bufido y miro a otro lado, Rin tomo entre sus manos las de Edward y acaricio el dorso de sus manos con sus dedos pulgares.
— ¿Me podrás perdonar? — pregunto y beso las manos de Edward, quien resistía con todas sus ganas de dejar que ese hombre le abrazara con sus fuertes brazos y lo....
No, concentrate Edward no caigas en la tentación de querer morder esos brazos que podrían flexionarse dejando ver lo fuertes que son y que sus manos te sostegan de la cintura mientras te folla de maner-....
Edward se quedó paralizado ante sus pensamientos, por dios se sentía así de tan necesitado que ya no sabía el como seguir enojado con Rin por qué quería que le follara.
— ¿Me perdonar-....
— Oh cállate lobo, déjame pensar y cierra la pura boca. — contesto molesto Edward, más con el mismo que con Rin.
El cual lo miro asombrado, pero no le prestó atención por qué más bien estaba pensando en como no caer en la tentación.
Diablos, se siente como un puberto, miro por el rabillo del ojo a Rin, el lobo estaba aun de rodillas ante el y sostenia sus manos entre las suyas de manera delicada.
Dios, como podría molestarse con el, si estaba ahí de rodillas ante el y pidiéndole perdón mientras le sostenía sus manos como si fuera la cosa más delicada del mundo.
Se golpeó internamente por este conflicto de pensamientos que tenía, cerro sus ojos un momento y luego miro al techo, pronto frunció el ceño, apartando sua manos de Rin y mirándole molesto.
— Como te voy a perdonar si dejaste que el loco ese te lamiera cual paleta, aprovechado. — recordó aquel dato con rabia.
Rin juro sentir una vena en su frente explotar mientras reunía todo su autocontrol para no levantarse del suelo e ir a cometer asesinato a una maldita cucaracha bastarda que estaba cavando su propia tumba.
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Tu Eres Mi Partido [ Edward Cullen ]
AléatoireCuando Rin no pudo seguir jugando en Blue Lock debido a su lección, abandono toda esperanza de convertirse en el mejor delantero de Japón, sus sueños habían sido apagados. Sin nada en mente, se fue de Japón, aún con solo 18 años, sus padres se lo pe...