Hundida

Capitulo 35:

Maraton 2/3

(30 de Agosto)

Llegamos a la hacienda a las 1:20am lo cual indicaba que ya era sabado. Estabamos un poco cansados así que subimos a la recamara aunque el me llebaba en sus brazos cargada.

Cuando entramos en la recamara me bajo y me dio un beso en la frente, luego en mi barbilla, en mi nariz, en mis mejillas y por ultimo uno en mis labios, me empezo a besar lento pegando su cuerpo al mío sin que quedara ni un centimetro de distancia entre nosotros, me besaba con tanta pasión mientras me abrazaba por la cintura haciendo caricias y yo lo abrazaba por su cuello. El beso cada vez se intensificaba más por ambos que las caricias también aumentaban, hasta que él dio el primer paso desabrochando su camisa y no pude evitar quitar sus manos para desabrochar yo su camisa sin separar nuestros labios, no sabía que pasaba pero por alguna razón me encantaba que me hiciera perder mi control con un simple beso. Empezo a quitar mi camisa mientras las caricias aumentaban el doble y caminamos a la cama besandonos esta nerviosa pero también no tenía dudas de lo que estaba apunto de hacer con Oscar❤.

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Al despertar me encontre con los calidos brazos de Oscar abrazandome por detras y su cabeza encima de la mía, no tenía que ver por debajo de las sabanas para saber que estabamos desnudos lo sentía por la cercanía en que me estaba abrazando pero no me molestaba solo puse mi mano sobre la suya acariciando mientras por mi cabeza aparecían escenas de la noche que habíamos tenido estaba apenada y no sabía si siquiera podría ver a Oscar a los ojos pero si de algo estaba segura es que lo que habíamos hecho había sido por amor. Intente levantarme pero los fuertes brazos de Oscar me detuvieron y me dio un besito en mi oreja haciendo que me estremeciera sonriendo.
-Buenos días bebé.
-Buenos días mi amor.
-me volteo hacia el viendome directo a los ojo- ¿como amanecio mi princesita?
-Muy bien mi amor, ¿y tú?.
-Muy bien princesa. -me beso lento y bonito acariciando mi cara hasta que los dos nos quedamos sin respiración y se separo acariciando aún mi cara susurro en voz baja contra mi oido las siguientes palabras- gracias por lo de anoche mi princesa.
-senti como mis mejillas se sonrojaron- gracias a ti mi amor.
Me volvio a besar besandome como solo el sabía mientras hacia caricias en mi pancita.
Nos levantamos y nos metimos a bañar por separado al salir bajamos a almorzar algo que nos había preparado una trabajadora de ahí, el desayuno fue tranquilo y por alguna razón Oscar no me quitaba la mirada de encima podía ver un brillo especial en su mirada y eso me hacia sentir un poco intimidada pero especial.
Subimos las escaleras con nuestras manos entrelazadas mientras nos veiamos a los ojos por suerte ibamos lento porque por la acción que había tenido con Oscar hace unas horas había partes de mi cuerpo que yo ni siquiera sabía que existian qué me dolian pero era logico que no se lo diría.
Cuando terminamos de subir las escaleras el me beso y caminamos así a la habitación cuando nos adentramos ya estando separados pude ver como había quedado, en verdad era un desorden ropa por aquí y por allá pero sabía que en cuanto saliera con Oscar las que se encargaban de la limpieza arreglarían este desorden.
Nos cambiamos mas simples ya que iriamos a un lago pequeño que había hasta atras de la hacienda...

Cuando llegamos al lago nos metido a nadar, era un lago pequeño pero bonito con la agua tibia y mas clara que jamás había visto. Realmente me gustaba estar aquí y más porque estaba en compañía de Oscar, mientras nadabamos jugabamos y haciamos tonterías que nos hiciera reír.
Al salirnos nos acostamos en el pasto mientras yo estaba acurrucada en su pecho y el acaruciaba mi cabello.
-¿Sabes algo?
-No... Dime mi amor.
-Este fin esta siendo de lo mejor.
-¿Encerio?
-Si, hace mucho que no me la pasaba tan bien.
-Me alegra mucho que te la estes pasando bien mi amor.
-Y como no si estoy con mi princesa.
-no pude evitar que mi corazón se derritiera ante esas palabras y darle un fugaz beso en sus labios- y yo con el principe de mi corazón -en sus ojos pude ver ternura que me conmovía y me daban ganas de comermelo a besos-.
-¿Mañana que aremos?
-Mañana lo sabras.
-Ayyyy -chillo como un niño chiquito- ahorita.
-Mañana mi amor.
-No ahora.
-Mañana bebé.
-Ahorita pincesita.
-Mañana mi rey -me levante lentamente y el se sento en el pasto viendome-.
-Ahorita hermosa.
-Em... Te digo ahorita pero si logras algo.
-¿Que cosa?
-Atraparme -grite fuerte cuando ya estaba corriendo hasta la casa y el me seguia pir detras corriendo no lo demasiado cerca pero si a una distancia como para poder atraparme-.
Cuando llegue a la casa subi las escaleras corriendo aún muy mojada y Oscar subia detras de mi cuando ya estaba por entrar a la habitación la puerta no abria y eso fue un impedimento para poder evitar que me atrapara.
Me atrapo cargandome en sus brazos y entrando conmigo a la habitación mientras me tiraba en la cama con el encima y me hacía muchas cosquillas.
Pasamos unas horas dormidos aun con la ropa mojada y después pedimos que nos llevaran de comer a la habitación yo le daba de comer a el en su boquita y el a mi, todos nos llamaban cursis pero solo el me hacía ser así.