🥀 ; 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔.

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Sus pesados pasos resonaban por todo el oscuro pasillo anunciando su andar a cualquiera que estuviese cerca y lo único que alcanzaba a iluminar su camino, eran las fugaces luces de los relámpagos que traspasaban los ventanales debido a la fuerte tormenta que se había desatado en el exterior.

Deteniéndose en lo alto del balcón, cuya vista era hacia la entrada principal, se quedó en silencio para ver cómo la enorme puerta negra era abierta dejando ver ante él al intruso.

Soltando un suspiro de frustración, siguió cada uno de sus pasos. El recién llegado se deshizo completamente de su capa revelando su roja cabellera, la cual terminó sacudiendo con su diestra para quitar el exceso de humedad.

—¿Dónde demonios estabas? —cuestionó desde la altura, tomando por sorpresa al pelirrojo.

El intruso buscó con la mirada al dueño de aquella voz y una sonrisa llena de picardía se hizo presente en sus labios, dejando ver sus colmillos.

—Nuit y yo fuimos a dar un paseo —respondió subiendo los escalones cubiertos por una alfombra que ayudaba a amortiguar el sonido de sus pasos—. Fue... entretenido.

—¿De nuevo saliendo del castillo sin mi permiso?

—¿Así que ya asumiste de nuevo tu cargo como príncipe del clan?

Chasqueando la lengua y con una mueca de fastidio, Hwang Hyunjin observó al pelirrojo frente a él, quién río por lo bajo al tomar aquel gesto como una respuesta negativa.

La pequeña ave que descansaba sobre el hombro del chico sacudió el agua de sus plumas, logrando que ambos terminaran ligeramente empapados.

—Vuelve a hacer eso y te encierro en las mazmorras —entre dientes, el príncipe amenazó al ave, señalándola con su índice.

El cuervo extendió sus alas y antes de emprender su vuelo, le echó un ruidoso graznido en la cara al de cabello negro, haciendo que se ganara una mirada llena de recelo por parte de Hyunjin, quién terminó sacudiendo ligeramente la cabeza mientras la observaba alejarse.

—Solo se divierte —defendió el pelirrojo, con una sonrisa.

—Lo que sucede es que es igual de rebelde que su amo —regañó el pelinegro, dándole un empujón a su mejor amigo—. Debes hacer que se comporte y obedezca al igual que su hermano, Lee Minho.

—Ella me obedece —el nombrado asintió, tratando de reflejar inocencia en sus palabras—. A Nuit le gusta la libertad, sabes que odia sentirse encerrada en este castillo y sus alrededores, como yo. Tampoco le gusta convivir mucho con los demás cuervos porque no tiene el mismo tamaño que ellos.

—¿Y es por eso se alejan más de lo permitido? —cuestionó el príncipe, dándose media vuelta para ir hacia el salón principal, seguido del pelirrojo—. Sabes bien lo que pienso con respecto a tus visitas que llegan al límite del bosque.

—Que son absurdas, peligrosas y no tienen ningún sentido, eso lo sé —Minho soltó un suspiro, demostrando el enorme reproche que sentía y Hyunjin le lanzó una seria mirada.

Entre Minho y Nuit, no sabía a quién prefería. Ambos eran igual de desobedientes y llegaban a cuestionar las órdenes como si fuera lo más normal.

No muchos de los chupasangre que conformaban el clan, podían disfrutar de los privilegios o caprichos que poseía Minho.

Si ese rebelde pelirrojo no fuese su mejor amigo, hace bastante tiempo Hyunjin lo hubiera exiliado de su clan o el resto de ellos lo hubieran aniquilado.

—No entiendo ese afán tuyo de mandar a Nuit a espiar lo que pasa con ese insignificante mortal.

—Solo me entretengo con algo.

BISSED • HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora