BISSED • Hyunlix

🥀 ; 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖎𝖊𝖈𝖎𝖓𝖚𝖊𝖛𝖊.

Con la llegada del alba, el revuelo dentro de la cueva de los Wolfgang logró despertar al beta Kim Seungmin. Las voces y las risas se mezclaban, haciendo eco en toda la caverna y no le quedó de otra más que levantarse, olvidándose por un momento de las palabras que le había dicho la noche anterior Seo Changbin.

Solo esperaba que, esta vez, no tuviese que sufrir una nueva humillación por parte del líder alfa si sus entrenamientos serían frente a toda la manada porque, el entusiasmo que se reflejaba en sus rostros, no le agradaba para nada.

Se puso de pie y caminó a través de los jóvenes licántropos para salir de la cueva, pero sus ojos terminaron encontrándose con los del pelinegro y, tan pronto como se vieron, Changbin le hizo una seña con la cabeza para que se acercara a donde se encontraba él en compañía de otros miembros de la manada.

Tomando una bocanada de aire, Seungmin pensó en si rechazar su petición o no, pero se encontraban comiendo y, en ese instante, su estómago volvió a clamar por un poco más de carne, ya que la noche anterior no la había disfrutado como esperaba así que, sin más, dirigió sus pasos hacia aquel licántropo.

—¿Estás listo para hoy? —preguntó el pelinegro en cuanto Seungmin estuvo cerca y sus caninos se dedicaron a arrancar un trozo de la carne cruda que tenía en sus manos.

—¿Al menos puedo disfrutar tranquilamente del desayuno? —respondió el castaño, resignándose a tomar asiento a un costado y Changbin apenas logró sonreír mientras mascaba.

—Por supuesto —agregó e hizo un ademán con uno de sus brazos, mostrándole la reserva de carne—. Elige tu mejor pieza y asegúrate de alimentarte bien porque, a partir de ahora, necesitarás la suficiente energía.

—Cómo sea.

Mientras Seungmin se concentraba en elegir un buen trozo de carne que lograra satisfacer el hambre por la que pasó días por culpa de su orgullo, los dorados ojos de Changbin se encontraron con los de su líder.

Christopher Bang frunció el ceño y ladeó la cabeza al ver la cabellera castaña de Seungmin entre los licántropos que desayunaban.

En su lugar, Changbin alzó su pulgar a espaldas de joven beta y en los labios de Christopher se formó una sonrisa. ¿Era posible que ese rebelde licántropo estaba comenzando a aceptar su nueva vida siendo parte de la manada?

—¡Novatos, dense prisa! —anunció el líder, alzando la voz llena de entusiasmo y toda la atención de la manada se dirigió hacia el alfa.

Seungmin respingó en su lugar y volteó hacia sus espaldas al ver que todos veían a aquel licántropo, pero en ese preciso momento, su mirada se cruzó con la de Christopher.

Sin embargo, el castaño la desvió tan pronto como sintió un escalofrío recorrer su espalda, así que decidió continuar con su desayuno, aunque su mente vagó, concentrándose en aquella sensación de hace unos segundos.

Trató de convencerse a sí mismo que se trataba de algo normal, pero no pasó desapercibido el hecho de que había sentido lo mismo de aquella primera noche en la que llegó a ese lugar.

—Será mejor que termines esa carne pronto —la voz de Changbin lo sacó de sus pensamientos y se giró a verlo—. El entrenamiento de los novatos comenzará pronto.

Seo Changbin se puso de pie y se marchó junto con otros dos corpulentos miembros, dejándolo a él con dos licántropos que parecían ser un poco más jóvenes. Seungmin los escudriñó con la mirada, pero no les tomó mucha importancia porque se mantenían murmurando entre ellos.

—Escuché que el líder Bang estará presente en los entrenamientos...

—¿No es eso normal? —preguntó su compañero. Seungmin agudizó el oído, manteniéndose en silencio mientras se dedicaba a terminar su desayuno y escuchaba la conversación—. Quiero decir, es un licántropo auténtico como todos los que nos ayudarán...