Deberes Reales

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—¡¿Kai no te parece esto grandioso?!, las puertas van a permanecer abiertas por siete días completos, ¡todas las 24 horas!

Anna estaba entusiasmada haciendo los quehaceres de los sirvientes reales, como colgar las serpentinas, acomodar los platos en la gran mesa real, limpiar los pisos hasta dejarlos relucientes, cambiar las lavandas por unas más perfumadas y acomodar las pinturas de las paredes, todo esto a una velocidad increíble.

—¡Pero majestad! la fiesta comenzará la semana que viene, además no es propicio que usted haga este tipo de trabajos. —Aunque Kai lo decía con un tono de voz formal él estaba horrorizado por dentro, ver a la reina hacer este tipo de cosas le daba un rotundo mensaje de falta de interés por sus deberes reales, para ella era mucho más importante una efímera fiesta que cumplir con sus responsabilidades—. ¿A cumplido con el protocolo?

—¡Por supuesto!, he atendido las propuestas comerciales de Tastenoid, firmé la alianza con el reino de Omenarca y por último conocí a la hermosa bebé de los Finterlons, los reyes de Sinemian.

—Y qué pasó con las cartas, ¿las leyó todas?

—Ahí me atrapaste Kai. —Rio para sí misma—. No tuve tiempo de leer todas las cartas, pero lo haré después de terminar la decoración.

Cuando Anna tomó una serpentina tirada en el piso mojado accidentalmente se resbaló, haciendo que se dirigiera incontrolablemente a la mesa de fondue de chocolate, chocó ahí causando que su cabeza quedase empapada de chocolate. Kai al ver esto se golpeo la cabeza ''cuanta hasta diez, cuenta hasta cien. . .'' respiró hondo para tranquilizarse y dijo:

—Señorita, ¿no sería mejor dejar que los sirvientes reales se encarguen de la decoración? usted tiene asuntos más importantes que atender.

—Pero yo quería decorar —dijo haciendo un puchero, tratando de convencerle para quedarse, mas no funcionó, era imposible engañarlo ya que prácticamente él la vio crecer. Kai después de unos segundos, con tranquilidad le respondió a Anna.

—Reina, si no es usted, ¿quién leerá las cartas?

—¡Gerda! —Sonrió con alegría

Kai miró a Anna queriendo retarla de lo irresponsable que se ponía veces, con su mirar le estaba diciendo sin palabras que ya había sido suficiente y tomaría medidas drásticas si no se ocupaba de sus deberes.

—Bueno bueno, primero me daré un baño lamiendo todo este chocolate que cubre mi cara, me vestiré con mi vestido de telas suavecitas, y al último leeré las cartas ¿si?.

—Me agrada oír eso.

Cuando Anna se alejaba de Kai, un sirviente que estaba de lejos, curioso de la situación, se acercó a Kai sigilosamente, este le preguntó.

—Disculpe por la pregunta ¿Por qué aceptó que tuviéramos otro baile real, no era solamente en ocasiones especiales?

Kai se limitó a suspirar pesado, apenas sonriendo le respondió:

—Ella tiene una alta capacidad de persuasión.

Anna se despidió de Kai con una sonrisa en su rostro, después de darle la espalda su expresión cambió a una molesta, mientras iba caminando a su baño se sintió atrapada en una cajita de zapatos, obligada a hacer tareas sin sentido y peor aún que encuentre satisfacción en realizar esos deberes aburridos y sin sentido.

—¿Por que no contratamos a personales que lean las cartas largas y tediosas, que asista a las reuniones aburridas y atienda las peticiones de las personas?

Una década extrañándote [Hans x Anna Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora