Nuevos planes

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10 años después (actualmente)

—Me siento orgulloso —dijo el rey de las islas del sur con una leve sonrisa, estaba de buen humor por recordar que todos sus hijos están casados, tienen numerosos descendientes y son exitosos en todo lo que hacen, la prosperidad les alcanzan hasta el fin. —La vida es bella ¿no esposa mía?

Ambos estaban compartiendo cama, acostados debajo de las sabanas, pero no podían dormir, el rey por la emoción y la reina por el dolor emocional.

—¿Desde cuando estás de un humor tan impropio de tí?— preguntó la reina Effie sin sonar molesta, con un tono de voz neutral, estaba acomodando su almohada de seda. El rey generalmente les mandaba a la cárcel a cualquiera que use contra él un comentario parecido, pero su esposa era una excepción, la única excepción.

—Cuando me enteré que nuestro hijo, Caleb, va a tener otro niño y más la familia de nuestros hijos aumentándose, seremos una generación de leones.

—Si así te sientes con nuestros hijos, ¿qué pasa con el decimotercero?

—¿De quien hablas?

—Hans, el que lleva tu sangre.

— . . . —La sonrisa del rey estaba desvaneciéndose poco a poco, con tan solo recordar su rostro le ponía de mal genio. —Ya sabes lo que pienso de él. —Respondió seco.

—Sé que piensas que no es tu hijo, nada más lejos de la verdad, es tuyo y lo sabes bien, yo lo anhelé tanto como a cada uno de nuestros hijos, él tiene un lugar muy especial en mi corazón, no comprendo porque no lo amas tanto como al primero.

La reina Effie trataba de tocar algún hilo emocional de su esposo, sabía que era difícil pero no imposible, el desprecio que tiene hacia Hans es de lo más ilógico, a pesar de ser físicamente idéntico a su padre, él sigue creyendo que es un producto de una supuesta infidelidad de su esposa, desde ese entonces la reina no volvió a tener más hijos, con tan solo verlo despierta todos esos sentimientos negativos.

Aunque el rey quisiese negarlo, expresando que es para hacerlo más fuerte en un mundo lleno de crueldad, su verdadera intención es desquitarse con ese niño que le recuerda a todas las desgracias de su vida.

—Bien estaba compartiendo mi felicidad contigo, hasta que lo nombraste.

La reina Effie leyó el rostro de su esposo como un libro abierto, sin preguntarle sabía exactamente lo que estaba diciendo, ella comentó:

—Yo también me siento feliz por nuestros hijos, Bryceton, pero siento un gran dolor que me mata por dentro, solo Lars y yo le visitamos cuándo nadie más lo hace, es nuestra familia.

—¿Qué quieres que haga, qué lo libere? —El rey alzó la voz por unos instantes, si era el colmo para él reconocerlo como hijo, mucho más liberarlo de su ''prisión''

Luego de unos segundos, regresó a su expresión seria apretando sus dientes,  no le dirigió la mirada a su esposa, trataba de mostrar que no le importaba sus propias emociones, él no podía lidiar con sus propios sentimientos. La reina por el contrario le conocía mejor que él mismo, ella para evitar el conflicto siempre se quedaba callada u optaba por responder tranquilamente.

—Por favor Bryceton te lo ruego, desde hace siete años que te lo vengo pidiendo, y siempre me ignorabas, como lo hace Caleb con su esposa.

—¡De acuerdo, de acuerdo! lo consideraré. —El rey se dio media vuelta en la cama, dándole la espalda a su esposa, mas ella se acercaba poco a poco para estar cerca de su esposo.  

Una década extrañándote [Hans x Anna Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora