Northuldra

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El sol estaba poco a poco saliendo de su escondite, la sombras del ambiente empezaban a ser disipadas.

El observar esto alertó a Hans, dándose cuenta lo que conllevaba al no ser encubiertos por la oscuridad de la noche.

—¿Qué es ese brillo? —preguntó una bostezada Anna, entrecerrando los ojos a medida que la luz avanzaba—. ¿Es el resplandor de tu belleza?

Hans se quedó desconcertado ante su comentario, Anna estaba empezando a hablar incoherencias, al atravesar la falta de sueño le impidió medir sus palabras.

—Anna, está amaneciendo. 

—¡¿Qué?! —gritó ella, Hans abrió los ojos como platos y velozmente la interrumpió, poniéndole un dedo sobre sus labios.

—¿Podrías no gritar? —la reprendió con un susurro, Hans hizo una mueca, esperando que no los descubrieran—. Te sugeriría que no des rienda suelta a tus emociones, recuerda que no estamos solos.

—Oh cierto —Anna se tallaba los ojos con sus manos, la luz atravesaba sus retinas y seguía  bostezando seguidamente—. Es como si el tiempo no hubiera transcurrido, ¡no dormimos nada! —sonrió nerviosamente mientras arqueaba sus cejas—. Lo siento por no dejarte dormir

—Por mí está bien —mostró una débil sonrisa, compartiendo una tímida mirada—. Mi trabajo es estar al pendiente de los soldados y revisar que la gente no se desvíe, hiciste que mi noche fuera menos aburrida.

—¿En serio? —preguntó animosa, con el corazón enternecido. 

Hans sonrió como respuesta y prosiguió 

—Sin embargo tú. . .

—Lo sé, debí dormirme como me dijiste que lo haga —hizo un puchero, gimoteando—. Es solo que no pude evitarlo, ¡aún así no me siento cansada!. Te lo juro. . .— sentía como sus párpados empezaban a pesar, puso su mano sobre su barbilla como apoyo, mas lentamente cabeceaba, hasta que finalmente resolló dormida.

—Anna. . .—Hans puso los ojos en blanco, y le dio leves palmaditas en la mejilla— ¡Anna!

—¡Estoy despierta!, desde hace horas. . . —Se volvió a dormir.

—Anna, debes dormir ya, salta sobre ese reno antes que los demás se percaten de qué no estás.

Hizo sonidos de estar acomodándose más, sin gesticular palabras. 

—¿Por que estoy cómoda contigo? —sonrió tiernamente esta vez sin emitir sonidos, mientras mantenía los ojos cerrados.

—Si, ahora vete. —dijo en forma empedernida, para él a veces era necesario ponerse firme.

—¿Disculpa? —reaccionó ofendida ante su petición cortante.

—Te disculpo, ahora vete y deja de perder el tiempo.

Anna rezongó de mala gana, siguiendo sus órdenes, no quería irse, se sentía tan a gusto y cálida entre sus brazos.

—Despacio, no quiero que te lastimes. . .

Anna lo miró medianamente perpleja, entrecerró los ojos pero esta vez no era de sueño, se dibujó una sonrisa burlona en sus labios.

—. . . Bueno solo ten cuidado y apresúrate.

Se mantuvo mirándole por un largo período, no podía dejar de sonreír y el mensaje de sus ojos expresaban una cierta picardía inocente.

—Ya deja de mirarme así, al menos descansa un poco antes de que te salgan imprudencias.

Una década extrañándote [Hans x Anna Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora