Cambio de perspectivas

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Una semana después...

—Su majestad ¿está seguro que quiere que hagamos. . . —Un escalofrío recorrió todo su ser—. Eso?

Bryceton al escuchar estas palabras se puso furioso, odiaba que pusiesen en tela de juicio cualquier mandato que saliera de su boca, esta vez sin ocultarlo jaló la camisa del capitán con sobreabundante fuerza, casi haciéndole levantar, sus ojos estaban de una coloración rojiza y sus cejas fruncidas hasta más no poder.

—Háganlo, es una orden.

Luego de aquel reto, el rey abalanzó al capitán contra la pared del barco, cayendo al suelo, él estaba lleno de rabia con el trato injusto del rey hacia él, pero como era su autoridad, no podía renegarse. Con amargura fue a su tripulación para decirles la orden del rey

—¡Norman, ven acá!

Norman, uno de los marineros de la tripulación fue corriendo hacia el capitán, se escuchaba de muy mal humor.

—Escucha idiota, debes hacer lo que yo te diga, si no obedeces ¡te juro al que arrojaran al mar serás tú! ¿entendido?

El marinero confundido asintió frenéticamente, se preguntaba dentro de sí ¿qué cosa debían arrojar al mar?

El capitán se acercó a él, para decirle en voz baja lo que debían hacer.

—Dile a los demás que deben arrojar al príncipe Hans en el fondo del mar, cuando esté profundamente dormido.

El chico se alteró al escuchar esto, estaba sudando frío, ¿su capitán se había vuelto completamente loco para asesinar?, el capitán al ver esto le dio una fuerte cachetada al marinero.

—Antes de que pongas esa cara de estúpido, fue una orden del rey, está molesto con él por haber sido un malagradecido, pero tiene un plan, cuando regresemos a las Islas del Sur de nuestro viaje, el rey dirá que fue un acto de suicidio, nosotros somos los únicos que sabemos la verdad, así que si la reina o cualquiera nos pregunta que le pasó al príncipe Hans, diremos que decidió lanzarse al agua, que tratamos de detenerlo, pero fue demasiado tarde, ¿entendido?

Él trató de oponerse ante tal acto desquiciado, mas la mirada de su autoridad le advertía peligro.

—Recuerda, si no aceptas hacer esto, el otro que se ''suicidó'' será otro. . .

Norman del miedo tragó saliva, estaba temblando con tan solo imaginar ser arrojado al frío mar, sin nada con que sostenerse, al ser abandonado ahí y morir de hipotermia. —Y si no me creen, ¿qué voy a hacer?.

—Muestrales a los demás esto, está firmado por el rey,  parece un simple y viejo pergamino, pero ahí están todas las instrucciones puestas por él, con la firma del sello de su anillo.

—De acuerdo.—Dijo bajando la cabeza, no tuvo otra opción.

Él sin más, reunió a los tripulantes del barco, les contó sobre la voluntad del rey, ellos al principio no querían hacerlo, pero sabían que las órdenes del rey no se podían romper, con el miedo de que sus vidas sean arrebatadas optaron por obedecer.

Hans no sabía nada de esto, pero tenía una corazonada, presentía que las cosas iban a volverse espantosas, pues miró algunos patrones de comportamiento en su padre, cada vez que le decía la verdad con respecto al pésimo rey que era, pudo notar que sonreía a escondidas, algo que le parecía demasiado extraño, hasta espeluznante.

Además, el príncipe se sentía cansado, no negaba que en cualquier momento iba a volverse loco, sabe lo impaciente que es, estar en un barco sin nada que hacer le desmoronaba poco a poco.

Una década extrañándote [Hans x Anna Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora