Una década extrañándote [Hans x Anna Fanfic]

Fricción

Elsa fijó sus ojos en ese hombre, al ser más despreciable que tuvo la desgracia de conocer jamás, se puso en frente de su hermana con la intención de protegerla, y preparó el gélido poder que emanaba de sus manos, estando lista para atacar.

La gente se asombró, dando un rápido grito de sorpresa, se alejaron lentamente de los tres, además que a causa de las plantas de los pies de Elsa el suelo fue cubierto por una fina capa de hielo, y poco a poco brotaban picos puntiagudos.

Hans se puso pálido al ver como se iba incrementando el frío mientras más comprimía sus fracciones de la ira, recordandole cuando la vio a punto de acababar con los hombres del duque en su palacio de hielo.

Mas sabía que no debía mostrar algún signo de debilidad, aunque por dentro se sentía aterrado por el riesgo que corría su vida en manos de una mujer inestable, se aferró al poco coraje que le quedaba.

Enotnces se mantuvo firme, sus ojos estuvieron entrecerrados al frente a ella, las personas racionales no resolvían los conflictos con violencia, si un caso ella aprendió algo en su estadía en la montaña del norte.

Lo mismo diría de él, casi la mata empuñando su espada, Elsa se daría cuenta que al hacerle daño se rebajaría a su mismo nivel, si su intención era hacer lo mismo que él quiso hacerle hace más de 10 años atrás, no era una acción sabia.

—¡Elsa detente! —Anna exaltada, se interpuso entre ella y Hans, Elsa detuvo lo que estaba a punto de hacer, desvaneciendo la fría escarcha que emanaba sus dedos, moviendo su cabeza reaccionó confundida ante la repentina interrupción de su hermana.

Anna mantenía los brazos extendidos, observó como la pelirroja tenía una fina capa de lágrimas rodeando sus ojos, abruptamente ella la abrazó fuertemente, haciendo que Elsa jadeara por el impacto, como si estuviera volviendo en sí.

—No sabes cuanto te he extrañado —gimoteó con las mejillas humedecidas, dándose cuenta al ver lo mucho que la extrañaba en realidad durante todo estos años de su ausencia.

Elsa enmudeció, sintió como su corazón se conmovía, sus brazos lentamente se levantaban al nivel de ella, y entonces correspondió completamente el abrazo, que fue largo y prolongado.

La capa de hielo empezaba a derretirse, y las picos empezaban a perder volumen y a convertirse en unos simples charcos.

El frío empezaba a ser más llevadero, a sentirse más fresco y agradable.

Todo pudo haberse quedado como un agradable encuentro entre hermanas que no se han visto por mucho tiempo, hasta que recordó la causa de su alteración en primer lugar.

—Tú —Elsa dirigió su mirada gélida a Hans, y se separó delicadamente de su hermana, sin ejercer presión. —¿Qué haces aquí, no se supone que deberías estár en el calabozo?

—Amm, lo estuvo —añadió Anna e hizo un gesto con la mano para que no se altere, mientras sonreía afablemente, aunque algo nerviosa e incomoda por la situación—. Bueno, más o menos.

—Déjalo Anna, yo puedo defenderme solo —habló Hans sin apartar la mirada de la anterior reina.

—Quien te crees que eres para darle órdenes a mi hermana, persona sin escrúpulos.

—Bueno, puede que mis escrúpulos sean cuestionables, pero al menos no fui yo quien abandonó a todo un reino a su merced por un daño que yo mismo ocasioné.

—Te quisiste aprovechar de la situación de Arendelle, y casi te sales con la tuya, dime ¿cómo se siente que todos tus planes se derrumben en frente de tus ojos?

Cada contraataque iban aumentando de en intensidad a cada paso de ofensa, nadie quería ceder, nadie quería "rendirse" y lo malo es que empeoraban las cosas, Anna no soportaba la idea de ver que el caos comience nuevamente.

—¡Alto!— Anna los interrumpió, su tono de voz alta los descorcertó a ambos—. Elsa, sabes que te amo, te adoro, pero no puedes simplemente insultarlo en frente de mí, tú tampoco ayudaste Hans, ambos estuvieron mal en lo que hicieron.

Hans no dijo nada al respecto, para él solo estaba siendo honesto, no moldearía la verdad para hacerlas más suaves y digeribles, le parecía injusto.

Elsa abrió su boca estupefacta, no podía creer lo que dijo. ¿Su hermana se había vuelto completamente loca, no aprendió nada del pasado?

—Estás jugando con fuego Anna, ¡él es un monstruo irredimible!, solo te utilizó y piensa que es muy listo para salirse con la suya por segunda vez aprovechándose de tu benevolencia

—Estoy aquí.

—Ni siquiera deberías estar aquí —musitó apretando los puños, el corazón de Elsa nuevamente retumbaba de furia, pero aún así luchaba para que el hielo no se tornase como finas espinas y lanzas que sorbresalieran del suelo, tratando de mantener la cordura—. Deberías estar en la cárcel, ¿no te da vergüenza mostrar la cara, por todo lo que hiciste?

—Elsa. . .Ya hablamos de esto —Dijo Anna algo molesta, intentaba mantener la paz, mas le era complicado por toda esta fricción.

—¿Por qué lo trajiste?—soltó Elsa, sin tacto de una buena vez—. En nuestro enemigo.

—Lo traje porque fue él quien nos ayudo contra los hombres del duque en la batalla en Arendelle, lo nombré como jefe de la guardía real, al menos por un tiempo. Nos ayudó cuando tú no pudiste hacerlo —aquellas palabras fueron como una enorme estaca clavada en su corazón, porque tenía razón, ella no pudo hacer nada al respecto—. Por favor, sé compresiva, ¡te lo ruego Elsa!

Lo peor era ver como suplicaba por este canalla, fue como un gran golpe en su cara, ¿confiaba en este embustero?—. ¿No te das cuenta que está haciendo un truco? ¡No debes confiar en él!

—Elsa, intenta al menos darle la oportunidad de conocerlo mejor— Anna para intentar aplacar su descontento se acercó a Hans, abrazando su brazo, su intención era que ella vea que no es un hombre peligroso, que está de su lado, pero ver esto la enfureció más

—¡Aléjate de mi hermana!— Elsa espetó con gran furia y apretó su mandubula, lanzando una ráfaga de hielo entre el pequeño espacio de ambos, obligandolos a separarse, formó un muro de hielo que empezaba a engrosarse más y más para mantener distancia entre ellos dos—. Hans Westergaard, pudiste haber engañado a mi hermana, pero si crees que me vas a engañar a mí estás muy equivocado.