Una década extrañándote [Hans x Anna Fanfic]

Contemplando las estrellas.

—¡Ya llegamos!— gritó Ryder con una fuerte voz, llamando la atención de todos y haciéndole despertar a la reina de su letargo—. Fue un largo camino, pero valió la pena.

Anna estaba con los ojos profundamente cansados, agitó su cabeza, luchando por mantenerse despierta.

Estaban frente a frente de la barrera de neblina, finalmente.

Se tambaleaba en el reno, luchaba por mantener el equilibrio, la falta de sueño la había afectado en algunas habilidades motoras.

Sintió como su espalda estaba a punto de aterrizar contra el suelo, hasta que perdió el equilibrio, no fue hasta que alguien intervino.

Anna sintió la piel aterciopelada de su agarre contra su mano, ¿cómo podía olvidarlo?

Aquel hombre la reincorporó, y con un ceño arrugado, suspiró y la bajó delicadamente del reno.

—Te dije que durmieras —le susurró en su oreja improvisadamente, fingiendo que se acercaba para mantenerla firme en el suelo.

—Pero valió la pena, ¿no es así? —le respondió con el mismo susurro, regalándole una dulce sonrisa.

Anna puso ambas manos sobre su rígido pecho, apoyándose como si fuera el tronco de un árbol, ahí relajó los hombros y respiró profundamente, con tan solo tocarlo recuperó toda su vitalidad característica.

Luego caminó como si nunca hubiera estado cansada, animando a los súbditos a bajarse de sus renos, los guardias se encargaban de bajar a los demás mientras que ella también se unió para ayudar.

Hans puso un semblante confundido y terminó formando una ligera sonrisa en sus labios que esta vez falló en disimular, no, no podía negar que valió la pena, pero aun así, si ella lo hubiera obedecido en ese instante, habría descansado toda la noche.

.La Noche anterior.

Hans aún se sentía incómodo por cabalgar a "Invierno" no era igual a Sitron en muchos aspectos, mientras más pasaban las horas intentando acostumbrarse a la bestia, empezaba a extrañar más a su amigo equino, quien le acompañó en su solitaria vida de niño, cuando huía de sus malvados hermanos.

Pensar en eso le hizo recordar sobre su plan, "limpiar" a las Islas del Sur de la maldad de su gobernante, deseaba tanto hacer justicia con su propia mano, sin embargo debía ser paciente, lo había aprendido por las malas.

Además que no sería prudente llevarse aliados después de una gran tragedia, lo mínimo que podía hacer para ganarse confianza y respeto era mostrar empatía.

Si no fuera por la nueva reina, la población no tuviera ni una pizca de confianza hacia él, no después de todo lo que hizo, la mancha de su pasado lo perseguía.

—Ahora piensa —se decía él—. Eso no es nada comparado a lo que viene, la parte más difícil, Elsa, es un hecho que no me recibiría con los brazos abiertos.

Seguía buscando mentalmente el mejor plan para no causar un alboroto, sus poderes eran letales si se alteraba, sus emociones serían sacudidas con tan solo verlo a él, a pesar de los años transcurridos desde aquel incidente, recordaba que Elsa era completamente opuesta a Anna.

Si Anna tenía un corazón cálido y perdonaba con tanta naturalidad, con Elsa era una excepción, frío era todo lo que la caracterizaba.

Elsa se convirtió nuevamente en un problema, anteriormente ni siquiera importaba ya que no estaban frente a frente, solo era la familiar que vivía lejos y se la nombraba de vez en cuando.

Sin embargo, tarde o temprano se enfrentaría a los fantasmas de su pasado.

Se decía a sí mismo: Sin importar cuantas cosas buenas hayas hecho, la gente siempre te recordará por lo malo que hiciste.