Parte 2: Mi hogar

1.4K 113 93
                                    

Kang Haerin

Octubre, 2015

Mis pies se mueven con agilidad por todo el pasillo, esquivo a cada persona que se me cruza para al final llegar con éxito a la sala de urgencias. Antes de abrir las cortinas suelto un respiro relajador y arreglo mi nueva bata blanca. Ayer justo a las 6 de la tarde fui llamada por el jefe de cirugía del hospital y recibí después de mucho tiempo mi promoción como cirujana oficialmente, por fin superé mi residencia, puedo decir que ha sido los años más complicados de mi carrera, es lógico que ahora no es que todo se vaya a relajar, no, pero sé que puede que tenga un poco solo un poco más de libertad y eso es alentador.

Al dejar a mi paciente voy hacia la cafetería para aunque sea poder comer una manzana, no pude desayunar hoy en la mañana y siento que en cualquier momento me desmayare. Tomo una manzana y un paquete de papas fritas y me siento en una de las mesas del lugar; mientras le doy un mordisco a mi manzana veo a Hanni entrar con una expresión de agotamiento impresionante. Puff odio verla así, sus turnos como enfermera son esclavizantes, antes la situación no era así, pero desde que hicieron algunos recortes en el hospital muchas de las enfermeras tienen el doble de trabajo, nuestro jefe dice que eso cambiará pronto y es de lo único que se pueden aferrar.

- Ay... Extraño España - me dice sentándose con una bandeja de comida en las manos.

- Sí, y como no hacerlo éramos otras allí - sonrío al recordar lo bien que la pasámos.

Después de iniciar nuestro primer semestre en la universidad de inmediato hicimos planes para irnos de intercambio a España y después de 5 meses logramos irnos. Debo decir que nunca me había divertido tanto en vida, nos manteníamos en todo tipo de reuniones, fiestas y paseos; todavía no puedo comprender como Hanni y yo pasamos nuestro primer semestre en la universidad, luego de un tiempo todo se relajo lo que agradezco en verdad porque sino seguramente no nos hubiéramos graduado.

Realmente fue increíble y al terminar nuestra carrera regresamos al nuestra ciudad. Durante todos esos años cambiaron algunas cosas como que mi madre se separara de señor Marsh, que después de eso no volviera a saber nada de esa familia y que con mucho esfuerzo lograra independizarme y mucho más. Hanni siempre me dice en hacer lo posible por volver a España aunque sea en vacaciones, pero ha sido imposible ya que sumando nuestros empleos y obligaciones todo se ha vuelto tan abrumador que casi no tenemos tiempo para nada.

- Oye ¿como va la mudanza? - me pregunta.

- Muy bien, la casa es maravillosa. Hoy dormiré por primera vez en ella, no sabes lo contenta que estoy por eso

- Jajaja ya veo, me alegro mucho por ti - me dice tirándome un beso - Yo siempre he sido más de apartamento, una casa se me hace demasiado.

- Bueno, te pierdes algo increíble chica rebelde - rio - ¿Y cómo van las cosas con Sarah?

- ¿Sarah? - mira hacia arriba - Oh si, eso terminó

- Dios santo Hanni, ni siquiera ha pasado un mes desde que empezaron a salir

- Lo sé, no era la indicada

- Ay cállate, siempre dices lo mismo - mi biper empieza a sonar - Bueno el deber llama, nos vemos luego - me despido.

En las horas siguientes la pasé entre la sala de urgencias, el quirófano y la sala de descanso una y otra y otra vez. Ya es mi hora de salida así que antes de irme me doy una larga ducha, hago una última ronda para confirmar que todo esté en orden y por fin tomo mi bolso para volver a mi nueva casa.

Cuando llego y observo el interior de la casa ya con los muebles puestos en su lugar dejo caer lentamente mi bolso al suelo y camino hasta llegar al salón. la casa es completamente blanca con algunos toques de madera clara tanto en la decoración como en las paredes, el salón está conectado con el comedor y la cocina dándole ese toque perfecto de amplitud que me encanta, es increíblemente moderna sin dejar atrás un cálido ambiente hogareño. Mientras miro embobada el jardín que puedo ver por la puertas de cristal escucho la puerta principal ser abierta, con una gran sonrisa en mi rostro me giro encontrándome con mi persona favorita en este mundo... mi esposo, Greg.

- Es maravilloso ¿Verdad? - me dice tomándome de la cintura.

- Y queda corto. Aún no puedo creer que esto sea nuestro - lo abrazo por el cuello.

- Lo sé - mira con un lindo brillo en sus ojos todo el lugar - Te amo tanto...

- Y yo a tí mi vida... - y sellamos este momento con un beso.

Siento que debo aprovechar el máximo de todo lo que me está sucediendo; es algo muy normal, pero no puedo evitar pensar que toda esta felicidad y el sentirme completa va a cambiar, no necesariamente a algo malo es solo que, no sé, no es la primera vez que todo va bien en mi vida y después todo cambia.

Pensando en cosas que cambian está el día en el que conocí a Greg, en lo formal gregorio. Lo vi por primera vez en una de mis clases en la universidad, yo tenía 22 años y el 24; al verlo quedé en cantada, su cabello corto ligeramente ondulado, sus ojos color avellana, esa sonrisa... Dios mío su sonrisa era y es tan maravillosa que al verlo sonreír yo sonreía y ni hablar de su buena manera de vestir con esa mezcla formal e informal. A él le tocó sentarse a mi lado y no saben lo sonrojada que me ponía cada vez que él me preguntaba algo sobre la clase ya que había llegado una semana después de iniciar semestre.

Un dato muy importante es que prácticamente le debo mi matrimonio a mi mejor amiga, Hanni, ella fue la que hizo de cupido con los dos hasta hacer que tuviéramos nuestra primera cita, en serio nunca había sido tan tímida en mi vida, él causaba todo tipo de cosas dentro de mi que aún no puedo explicar. Nosotros salimos por tres meses y luego decidimos hacerlo oficial y desde allí empezaron a pasar los años en los que vivimos de todo, ni puedo explicar lo mucho que lloramos el día de nuestra boda parecíamos una nenitas lloronas, palabras de mi madre.

Al inicio de nuestro matrimonio fue un poco difícil ya que entre mi residencia como cirujana y su trabajo como anestesiólogo no compartíamos lo suficiente como una pareja casada, habían días en los que no nos veíamos, eso realmente nos afectaba así que un año después el tomó la decisión de dejar su trabajo (seguro) en uno de los mejores hospitales de la cuidad para trabajar en el que yo actualmente trabajo. Yo no era capaz de creer que el hizo algo así por mí y desde entonces no hemos tiendo problemas tan fuertes como el llegar a un punto en el que se pueda arruinar nuestra relación. De hecho, últimamente hemos pensado en expandir la familia quien sabe.

- ¡Gregi! - lo llamo desde la cocina.

- ¡Dime!

- Pediré pasta para cenar ¿Quieres?

- ¡Sii! - me dice asomándose por en balcón en ropa interior.

- Okey... y vístete - le digo riendo y él se une.

Algo que nos caracteriza a los dos es que ninguno sabe cocinar, las pocas veces que lo hemos intentado hacemos un gran desastre; hubo un día en el que quemamos parte de la cocina del apartamento en el que vivíamos y por un tiempo estuvimos endeudados hasta el cuello por eso, eso sí las risas no faltaron. Es como si fuéramos la pareja ideal, le agradezco a todo ser poderoso por el lindo regalo que me dieron.

Hay un tema que si me tiene un poco preocupada y es que en dos días cumpliré 28 años y me preocupa que dejemos pasar el tiempo y que al final no lleguemos a tener hijos. Eso es algo que he andado desde que tengo memoria, pero a la vez no quiero más que todo por mi trabajo, siento que no tendríamos el suficiente tiempo para él o ella; Greg siempre me dice que si el momento llega sin importar que trabajo tengamos seremos lo mejores padres del mundo y no saben lo mucho que me aferró a sus palabras.

- Dios... en serio amo mi vida - digo mientras me voy recostando en el sofá.





















Sorpresaaaa jejeje :)

Se viene loqueo, drama y lloros.

Y muchas gracias a todos los que han apoyado está Novela/fic. En serio no esperaba tanto🥺

Natix 🌼

"Hermanas" [Daerin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora