2.6: La cena

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Danielle Marsh

Al alzar la mirada veo a Haerin mirándome descaradamente de arriba hacia abajo con un total y analista cuidado. Es justo como me miraba en el momento en el que nos conocimos, como sus pupilas varían en estar dilatadas a un estado normal y gracias a fuerte luz que entra por la ventana se nota aún más, algo que recuerdo de esto, es que ella entra como en una especie de trance y a veces ni sabe lo que dice, es increíble como se concentra tanto en un objetivo que olvida todo lo demás.

Desde que mi padre empezó a mejorar sentí como esa perdición, ese desespero que estaba tomando se fue desvaneciendo y volví a ser yo misma, ese carisma, empoderamiento, mi bella manipulación y ego regresaron con mucha más fuerza haciendo que quiera arrasar con todo y cuando digo con todo es con todo. No saben lo que anoche fui, era como una máquina que no podía detenerse buscando más y más placer, fue maravilloso. Y ahora con solo esta extraña situación se me ocurre algo muy malévolo y cruel... lo tomaré como un experimento... sí, sí. Solamente para saber hasta que punto puede llegar una mujer casada que tuvo historia conmigo, que en poco tiempo me conoció en lodos los sentidos por malo que haya sido; solo quiero saber si han quedado cenizas.

Lentamente conecto mi mirada con la suya y la miro igual que ella a mi. Puff debo decir lo bien le queda ese uniforme, de solo imaginarme a Haerin follando así vestida se me ponen los pelos de punta... todo lo que se pasa por mi mente puede que sea tan repentino, pero en serio quiero hacer esto, es como si fuera un reto, un reto que ocultamente deseo desde que nos reencontramos. Sin dejar de mirarla dejo de intentar subir el cierre de mi falda y me acerco a ella.

- Haerin ¿Me ayudas? - le digo en un tono suave.

- ... Sí, claro - hay ella pone sus dedos en las dos puntas de la apertura de la falda y empieza a subir fácilmente el cierre.

- ¿Y cómo has estado? - pongo mi mano sobre lavabo.

- Bien... Muy bien - dice alejando lentamente sus manos de mi - ¿Y tú? Supe que tú padre está mucho mejor

- Sí, no sabes lo feliz que estoy - le sonrío.

- Puedo notarlo, te ves radiante

- ¿Eso crees? - doy un paso hacia delante - Dime qué tal meda esta falda, es nueva - digo dándo la vuelta alzando un poco mi camisa- ¿Crees que orma bien mi cintura?

- ... - no logro escuchar su respuesta ya que ha susurrado muy bajo - Si, te orma a la perfección

- Hm, gracias - vuelvo a girarme - ¿Que le sucedió a tu bata?

- ¿Eh? - frunce el ceño - Ah sí, es que estaba distraída y no note que venía una camilla hacia mi y terminé echándome el café en encima

- Mmm... con lo que a mi me encanta el olor a café... ¿Y por qué estabas distraída?

- Ya son muchas preguntas ¿no lo crees? - parece volver a la realidad. Ugh es una lástima.

- Deja de ser tan amargada Haerin, solo quiero conocerte más. Tu eres de las personas que más me ayudó durante el mal estado de papá y me gustaría darte algo para agradecertelo

Vuelvo acercarme quedando a solo un paso para quedar cara a cara. Tomo sus manos con las mías y empiezo a acariciarlas con mis pulgares. Su expresión es una mezcla entre confusión e incomodidad, que estaría riendo como loca si eso no dañara mis planes.

- No tienes que darme nada - dice nerviosa quitando suavemente sus manos.

- No me vengas con eso, Mmm... te invito a cenar a mi casa y no acepto un no como respuesta

- Es que.... - dime Haerin que vas a inventar - No puedo tengo mucho trabajo que hacer

- Hm, no mientas sé que hoy es tu día libre y que por alguna estás desaprovechando un día fuera de este lugar ¿Eres adicta a tu trabajo o algo así?

"Hermanas" [Daerin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora