Kim Minji
Voy de camino a mi cafetería favorita de la cuál soy dueña y con el gran detalle de que nadie de los empleados saben que yo lo soy y ¿por qué? Bueno es que ese hermoso lugar ha sido como mi segunda casa desde mi niñez, mi madre siempre me traía después de la escuela aquí ya que ella trabaja como repostera. Yo me quedaba en la mejor mesa admirando los hipnotizadores colores pastel; un dato sobre eso es que gracias a este lugar el azul pastel se convirtió en mi color favorito. Con respecto a que nadie sabe que yo soy la jefa es que no quiero que al llegar me traten diferente, no como en mi empresa que al llegar muchos corren a sus puestos o cuando charlan y me ven llegar todo queda en silencio y eso no me gusta nada.
Cuando reuní el dinero suficiente hice todo lo posible para que este lugar fuera mío. Aún recuerdo que le prometí a mi madre que lo haría y así no tendría que ser exclavisada ni estar cargada de trabajo nunca más; lamentablemente ella ya está jubilada y el trabajo ya no está en su lista, lo que en realidad me alegra. Cada mañana vengo aquí antes de ir al trabajo, intento variar entre muchos cafés, pero al final siempre termino con un delicioso chocolate caliente, en verdad no saben lo rico que es.
Dejo mi laptop sobre la mesa y pido lo mismo de siempre junto con un panecillo. Mientras reviso el abrumador itinerario lleno de todo tipo de reuniones que tengo esta semana, escucho la campanita de la entrada sonar haciendo que mi atención se enfoque allí. Joder... la vida están cruel conmigo, que necesidad hay de hacerme sufrir tanto y aquí está de nuevo, Hanni. Ha pasado un mes de la última vez que nos vimos y desde entonces no dejo de pensar en ella, es que es tan... bella, lo digo en serio; no es como antes y hablo por mi, antes era una idiota hormonal que solo busca acostarme con cualquier chica linda que se le topara. No es que haya dejado eso atrás, lo demostré en el yate hace un tiempo, pero puedo jurar que no soy la misma.
En cambio Hanni si lo ha hecho, por lo poco que sé (que me contaron sus compañeras enfermeras) ella es toda una casanova, no sale mucho a fiestas, ni se embriaga y esas cosas, solo es una mujer muy promiscua y al escuchar sus andanzas quedé completamente sorprendida, ella me rechazaba constantemente, diciéndome una y otra vez que no era como yo y ahora es... jaja, vaya.
Dicen que cuando uno se queda mirando a alguien por mucho tiempo al final terminará mirándote a ti así que eso hago. Vamos Hanni mírame, mírame... ¡Ay está! Al verme le sonrío y ella lo que hace es soltar un largo suspiro mientras niega con la cabeza. Cuando ella toma su café parece que va hacia la salida, pero no quiero que eso ocurra así que me levanto y camino a paso rápido hacia la salida.
- ¿Qué haces? Quítate de mi camino Minji, tengo que trabajar - Ugh, que hostil es.
- Vamos Hanni, habla conmigo, no sabes las ganas que tengo de nos conozcamos más
- ... Pss Jajajajaja ¿De que me estás hablando?
- No te burles - digo un poco avergonzada - lo digo en serio
- Minji hables en serio o no, no tengo tiempo para eso ¿Logras entenderlo? Y si me disculpas tengo trabajo que hacer
Al final de eso me esquiva y se va sin ni siquiera mirar atrás. Yo me quedo aquí de pie intentado entender que es lo que le sucede, el porque de su trato tan hostil hacia mi, sé que antes era una idiota pero de igual forma yo nunca le hice nada malo o no logro recordar algo que le haya hecho para que me siga tratando de esa manera; es tan agotador mentalmente hablar con ella y por más difícil que sea aún quiero ¿Conocerla más? No lo sé, sé que algo quiero, sin más explicaciones.
Pham Hanni
Respiro profundamente al recostarme contra la puerta de mi apartamento, sintiendo como la tranquilidad de mi hogar me arropa. Hoy estuve por más de 15 horas en el hospital y mi cuerpo está apunto de desarmarse de cansancio; siempre digo que amo mi trabajo y así es, pero en estos últimos meses ha sido tan horriblemente agotador que estoy pensando en buscar empleo en otro hospital. Se suponía que hace unas semanas todo volvería a la normalidad y que las enfermeras tendríamos horarios estables y el sueldo que merecemos, pero no fue así. Es algo que tengo que pensar detenidamente.
Luego de darme una ducha caliente voy hacia la cocina para prepárame algo para cenar. Con las manos en mi cintura miro detenidamente la nevera pensando que me puedo hacer, veo dos trozos de pizza en un plato, una canasta con tan solo dos huevos, varias botellas de alguna y una de jugo de naranja y otras cosas que prácticamente son desperdicio. Buff debería dejar de pedir comida por internet, esto es un desastre. Después de reprochar mi total descuido, termino comiendo un plato de cereales con leche, mientras eso me siento en mi sofá y pongo cualquier programa en la televisión; normalmente a estás horas ponen películas no apta para niños y eso decido ver, de hecho creo que es "American pie".
Al ver las acciones de uno de los personajes automáticamente a mí mente viene Minji. Debo admitir que hoy la trate de una forma muy grosera, es que estaba tan estresada y aparte iba muy tarde al trabajo y con solo verla cruzarse por mi camino mi estrés llegó a tal punto de querer golpearla. Algo que he notado de ella de lo poco que la he visto con su amiga en el hospital, es lo buena que es, en todo momento estaba al lado de Danielle ayudándole con todo. Hasta note que no le gustó nada como le hable hoy, que si eso hubiera sucedido en la universidad seguramente ni siquiera le hubiera importado. Si mañana la llego a encontrar me disculpare con ella.
~ Toc, Toc, Toc, Toc ~ ¿Quien toca a esta hora?
Cuando abro la puerta el miedo de apodera de mi al no ver a nadie, con temor saco mi cabeza por el marco y al girar hacia la derecha veo a Sarah (Mi ex) colocando una sonrisa muy aterradora.
- ¿¡Que te pasa!? ¿Estás demente?
- Jajajaja, no grites Hanni, vas a despertar a tus vecinos - camina hacia mí.
- Mmm - la miro mal - ¿Que haces aquí?
- Vengo a verte - dice como colocando las manos detrás de su espalda - Me encanta cuando usas esa pijama
- Sarah - la miro con reproche - Por favor. Hace un mes terminamos, Qué ¿No piensas rendirte?
- ¿Y por qué lo haría? Tú me déjate sin razón
- Hm. Que estupidez, que poca dignidad tienes
- Claro, me la robaste... y la quiero de vuelta
...
Arrepentida miro fijamente a Sarah totalmente desnuda sobre mi cama. Toda esta semana he caído en sus manipulaciones una y otra vez, yo fui la que la deje al enterarme que no era la única en su vida, si saben a lo que me refiero. Hay momentos en lo que le hago creer Haerin y a mis compañeras del trabajo que soy toda una casanova, pero no es tan así realmente, a ver de vez en cuando sí que me divierto por algunas noches, pero no es como creen los demás y la pregunta aquí es por qué hago esto... pues viendo la vida de los que me rodean, todo parece tan "perfecto" muchos ya tienen a su persona especial estando casados o no, muchos tienen casas hermosas y hasta familias de que parecen de comercial.
Mi apartamento no es un chiquero, ni siquiera esta cerca de serlo, pero se mantiene solo, sin esa calidad amorosa que me encantaría tener, con el solo hecho de imaginarme despertar con la chica o el chico a mi lado cada día, comer juntos, bailar como si fuéramos uno, me hace querer llorar. En la universidad creía que al graduarme y tener un buen trabajo conocería a ese alguien que me robaría el corazón y que me haría querer arriesgarlo todo, pero mírame... dejándome consolar por unos brazos que ni siquiera me valoran... es tan frustrante, tan... triste.
No tengo idea de que haré en el futuro, pero tengo que cambiar el rumbo tan desagradable que está tomando mi vida.
- Por favor, Dios, vida, destino, quien sea el que mande, ayúdenme...
Natix🌼
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"Hermanas" [Daerin]
RomansaElla no puede entrar de esa menera en mí... ¡No puede! - Pareja secundaria: Bbangsaz ~ Solo es ficción ~ Completamente mía ~ Contenido sexual & Vulgar