2.1: Cómo es verte de nuevo

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Danielle Marsh

Muevo mi cadera con intensidad sintiendo como mi cuerpo y el de ella retumban de una manera magnífica. Mi respiración se hace cada vez más errónea con cada embestida haciendo que me sienta totalmente perdida e incontrolable. La chica que se encuentra debajo de mi no detiene sus dulces gemidos con mi nombre y no puede existir algo más maravilloso que eso.

- Dios santo, Danielle... - gime sin aliento.

Estoy tan ida que no puedo calcular cuánto tiempo ni cuántas veces hemos hecho esto y creo que mi cuerpo está llegando a un límite hasta el punto de ser doloroso, lo más duro es que esta chica parecer ser insaciable aunque eso no le quita lo buena que es para esto.

- Ah... voy a... terminar de nuevo

- Hazlo... de una puta vez

- Oh jaja vaya... ¡Mm!

Gracias vida, estaba apunto de morir, que barbaridad. Totalmente agotada quito el arnés con suavidad sacando la parte que estaba en mi interior y me levanto de cama estirando mi cuerpo. Una sonrisa sale de mi al ver por la pequeña ventana que tengo enfrente, por ella puedo observar como un lindo pez se queda mirándome por varios segundos, pero cuando me quiero acercarme para verlo mejor huye con rapidez. Al vestirme voy hacia la cocineta en la cuál saco un cerveza fría y la empiezo a beber mientras subo la escaleras; en la superficie el viento me golpea con fuerza haciendo que me relaje.

A la distancia miro a Minji besarse con dos chicas estando en una colcha que está sobre la cubierta. Mi pregunta aquí es como no se cansa, ha estado con esas dos desde que navegamos en el mar y allí sigue. Hm, amo esto. Y porfin puedo decir que después de mucho tiempo logramos escapar de la gran manzana, que he es un caos horrible, en serio no se que tiene la gente con New York es un lugar en que la tranquilidad no existe (si es que mantienes en ciudad, claro) Minji y yo vinimos aquí para trabajar oficialmente en una empresa que nunca pensé que llegaría a estar, Apple, en la área administrativa y mucho menos junto a mi mejor compañía, mi degenerada amiga del alma.

Nos estábamos volviendo locas en esa cuidad así que después de varios meses, gracias a nuestro gran trabajo pudimos trasladarnos al estado que me vio crecer, California. Antes de empezar nuestro trabajo tuvimos dos días libres, que hemos aprovechado de lo lindo. Es que miren, observen en dónde nos encontramos, de como disfrutamos en un fantástico yate que cuesta miles de dólares, prácticamente viviendo como un par de adolescentes, sin ningún tipo de cuidado, haciendo lo que realmente queremos y sin que nadie nos vea o nos juzgue, técnicamente el paraíso.

Cuando estaba en el instituto sentía en más profundo de mi ser que podría no ser lo que quería ser, mis objetivos, de lo mucho que deseaba el éxito y lo digo muy en serio, pero ahora tengo un trabajo impresionante en el que me pagan una cantidad que haría llorar a cualquiera (Yo lo hice) hace unos meses compré mi primer apartamento, aquí en California y no pude evitar que las lágrimas de felicidad que salieran de mi. Obviamente no todo es color de rosas, Ja, ojalá así fuera. Mi padre se encuentra muy enfermo desde hace más de un año maso menos, es algo que los doctores no ha logrado identificar, lo último que supe es que parece que lo va matando poco a poco.

Él tiene una muy buena atención las veinticuatro horas del día por dos de las mejores enfermeras que me pudieron recomendar. Cada que hablo con el me dice que hay momentos en los que se siente mejor, sin ningún tipo de dolor, sin fatigas, si deseos de morir, pero están los momentos en los que experimenta todo lo anterior multiplicado por mil. Es tan doloroso verlo de esa manera, toda esa luz que irradiaba cuando joven se ha ido apagando y sé que debería prepárame para lo peor, pero no puedo hacerlo. Mi único escape es mi trabajo, Minji, el alcohol, las drogas y el sexo. Se podría decir que estoy medio jodida y claro que lo estoy.

"Hermanas" [Daerin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora